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viernes, 25 de noviembre de 2022

La nostalgia duele (VIII): Xenoblade Chronicles


Atención: Este Nostalgia duele, contiene a lo que a juicio de unos cuantos pueden considerarse spoilers de la trama, ya que se menciona elementos tonales de la misma con ciertos detalles, así cómo el carácter de varios personajes en la misma, incluido el jefe final. Si entras a leer, queriendo jugarlo, pero sin saber estos detalles, es tu responsabilidad.

Hay momentos donde ciertas obras llegan a nuestra vida y dejan un fuerte poso en nosotros. Una de ellas al menos para mí, fue la segunda entrega de la saga Fable. Uno de esos videojuegos de finales de los dos miles, que consiguió hacerme sentir interés por los ARPG y que junto con mi querido Oblivion, abrieron mi mundo. Por aquel entonces aunque la economía andaba algo mejor, no es que lleváramos el tren de vida, que llevamos ahora, por lo que seguía siendo habitual aprovechar para exprimir determinadas obras o bien rejugarlas, así que durante algunos meses, me dedique a disfrutar a la par que escudriñar estos videojuegos. Sin embargo el tiempo inexorable, fue pasando muy lentamente y con todo nuevos videojuegos llegaron para también reclamar su espacio, por lo que estas obras fueron poco a poco quedándose como un lejano recuerdo, al menos, en el caso del título de Lionhead Studios, ya que la obra de Bethesda, si tuve el placer de jugarla antes. No sería hasta este mismo año, que decidiría darle una oportunidad a ese juego que consiguió encandilarme por aquel lejano 2008 y el resultado fue bastante mixto...

No os mentiré, Fable II, no es mala obra, no lo fue en su momento ni lo es ahora, pero aun así, al evolucionar nosotros, el juego ya no se siente igual, ahora se siente más torpe, más perenne, más estanco. Cosa muy diferente a cuando lo jugabas en su momento, que generaba sensaciones muy distintas, pero también porque el mundo del ocio electrónico y sus avances, para nada estaban al mismo nivel que se encuentran ahora, lo mismo podemos aplicar a nuestra percepción, que ni de coña es igual a lo visto hace 14 años... Por eso siempre que retrocedemos atrás, muchos videojuegos te obligan a utilizar el contexto, porque si no, probablemente te sientan tan bien, como la más desagradable de las sensaciones. Pero esto tampoco es justo para el consumidor, que siempre tiene que ceder mucho de sí mismo, para disfrutar una obra, que quizás, ya no esté a la altura de lo que se esperaba de ella, puesto que al igual que pasa el tiempo para nosotros, lo pasa para otras cosas. Por mucho que a algunos les duela, con los videojuegos pasa igual. Paralelamente en los albores de este blog, escribí un análisis bastante escueto de lo que me había parecido la segunda entrega de Xenoblade, porque había conseguido decepcionarme y mientras redactaba siempre pensaba en el juego anterior, en las palabras que había escuchado sobre él, en la leyenda que giraba a su alrededor y quería jugarlo para ver si lo que se decía era fidedigno o no.

No sería hasta este mismo año, con la imperiosa necesidad de acabar el título original, para ponerme con el cierre de la trilogía, cómo acabaría pasando por uno de los juegos a mi juicio más sobrevalorado por el público medio amante del género. Ya sea por su legado, ya sea por lo que resultó en el momento de cuando muchos lo jugaron o directamente cómo a través del boca a boca, acabó terminado envuelto en toda la parafernalia que rodea ahora a la obra. Porque unos cuantos nos quejábamos de esto con Xenoblade Chronicles 2, pero aquí es muchísimo peor, el cómo de grande está considerado... Con todo Arald, ya me aviso en su momento y aunque hay muchas cosas que comparto de lo que ya dijo. Para mi y sin servir de precedente, Xenoblade es el Fable II de muchos, tanto para bien como para mal, pero antes de que me funeis, toca desarrollar la idea en texto, un poco más...

¿Preparados para acompañarme en esta triste historia?


Cómo ya muchos sabéis nos ponemos a los mandos de Shulk, un joven en principio oriundo de Colonia 9, una villa huma. Allí junto con Reyn y su amada Fiora, asistirá a una invasión de su colonia por parte del ejército de Mekonis, la facción rival. El resto creo que es bien sabido por todos, nuestro héroe adquiere la Monado, un arma ancestral, pierde a la chica y a partir de ahí emprenderá un camino de venganza, contra estos supuestos enemigos mecanizados, donde no todo es lo que parece y donde además se le unirán miembros de otras razas, cómo el nopon Riki o la entida Melia. En principio uno podría esperar aquí bastantes cosas de interés, conflictos entre varias razas, el propio sentido del objetivo que se quiere lograr e incluso temas cómo el legado, la familia o el amor. Y si bien están ahí, no están del todo bien ejecutados, me explico. Durante gran parte de la trama hay un conflicto inherente entre los habitantes de Bionis y Mekonis, los dos grandes titanes, siendo en cierta medida no solo el motor de los acontecimientos del juego, sino, además, la salsa que hace que se genere interés en la trama. Esta situación genera una sensación de indefensión, de supervivencia donde los humanos junto con sus coetáneos son ganado para invasores cibernéticos, sin embargo conforme la trama avanza, el guion se centra en demostrar por activa y por pasiva que estos no son tan diferentes de los humanos y lo que debería generar una sensación de conflicto en nuestro protagonista, se desarrolla de la forma más naif posible, a la par que la oportunidad de explorar los conflictos que genera la guerra, son escasos e insuficientes, con potencial a más, y si no, mirad todo el origen de las telethias, que exceptuando para un personaje, ya que esta intrínsecamente relacionado con su narrativa, podría dar más de si, explorándose aún más, pero no se hace, porque el juego tiene prisa por poner a Shulk ergo a nosotros dando espadazos sin ton ni son, sin cuestionárnoslo siquiera...

Porque sí, por mucho que nos lo quieran vender con varios personajes, el que realmente importa aquí, es el jugador, que está reflejado de una manera u otra en el portador de la Monado. Todos dependen del elegido, mecánicamente las dos peores amenazas del juego (Mekon y Telethias) son débiles a los poderes de Shulk, las dos chicas que tienen algo más de peso en la trama, tienen atracción por él y por supuesto el verdadero villano de la historia, es tanto su reflejo cómo su némesis, tanto a nivel argumental, cómo mecánico. Esto hace que se genere sensaciones encontradas, porque no sientes que el resto del elenco pueda brillar, ya que los pocos momentos que tienen para sí, son alejados de nuestro avatar, donde más que salvar el día, demostrar valía o flaquezas, incluso hablarnos más de sí, están en cierta manera, orbitando alrededor de algún concepto de la trama principal, remarcando lo débiles que son sin el protagonista o haciendo hincapié en su relación con determinada chica, demostrando en el proceso que más que dueños de su propia trama, están supeditados a determinada heroína, lo que los lastran varios peldaños... Tomemos el ejemplo de Dunban, portador primerizo del arma legendaria, incapaz de usarla, acaba viéndose obligado a legarla, a la par que pierde tanto a su hermana como uno de sus brazos. Durante la aventura en principio sirve tanto cómo estratega como mentor del grupo, sin embargo durante el juego solo tiene dos momentos de introspección, en uno confundido por sus emociones no sabe de que manera actuar, en otro se cuestiona su papel dentro del grupo, ambas situaciones se solucionan de forma muy rápida, en la misma escena, sin apenas ahondar y sin repercusión posterior en el personaje o en la trama, todo por supuesto para devolverle al jugador rápidamente el control de su juguete preferido, porque que demonios haces poniéndote sentimental con alguien en el que no me puedo ver reflejado... Y lo peor es que hay potencial en ello, hay momentos dramáticos buenos, que de haberse explorado podrían ser muy interesantes, pero todo esto genera que luego pasen cosas como el arco de personaje de Sharla, que está muy mal medido, poco trabajado y que a la larga, se sienta pesado a la par que torpe.

Pero es que los villanos tampoco son mucho mejores, porque aunque el videojuego se para a presentarlos, nunca los explota, ni les da las motivaciones suficientes para que se sientan interesantes, muchos funcionan bien cómo son planteados de cara al jugador, que es el ser obstáculos. Cara metálica, por ejemplo se presenta como un monstruo, como un poderoso rival a batir, pero cuando el juego aprovecha para hacer la gran revelación de quien es, no solo un jugador avispado, ya lo ha visto ver desde lejos, sino, que además tampoco siente ningún sentimiento hacia el mismo, ya que el enemigo no tiene ninguna profundidad más allá de ser un egoísta retorcido a la vez que una piedrecita molesta, que ya nos hemos encargado de patear varias veces sin despeinarnos antes. El gran jefe final, artífice de todo lo sucedido en la obra, el dios Zanza, se siente como un pegote para justificar una narrativa, una suerte de enemigo común para justificar una alianza en principio inviable, de la que ni siquiera se tiende a explorar nada, y es muy triste que una década después tenga que venir la tercera entrega de tu saga a demostrarte que un rato se puede ejecutar algo mejor, con adolescentes de dos bandos. Diría que los dos únicos antagonistas que tienen un pase son en primer lugar Egil y en segundo Dickson. El primero es el que pone palos en la rueda de los protagonistas y el jugador a lo largo de toda la trama, del que esta pierde el tiempo en explicar sus motivaciones, a la par que intentar humanizar en sus horas bajas y el que de verdad da contexto al argumento en mucho de sus puntos, me atrevería a decir además que en cuanto a gameplay empieza a ser el que de verdad se las gasta bien, empezando a ser un problema con el que lidiar cuando aparece (Aunque de eso ya hablaremos luego) Dickson por otra parte, es interesante, porque aunque el juego ya nos deja caer que no es todo lo bueno que debería, durante gran parte de la aventura, actúa como aliado y guía de nuestro grupo, especialmente de Shulk, para luego mearseles en la cara, hacer la peineta y presentar más de un quebradero de cabeza. Si bien este, no esta tan desarrollado como Egil, es el giro que da, el carisma que tiene y el peso que ha generado en el espectador, lo que consigue ponerlo un peldaño por encima de otros (Aunque tampoco era muy difícil vistos rivales como Xorz o Lorithia)

Con todo es triste, pero el primer Xenoblade tiene potencial para hacer mucho más a nivel narrativo, porque explora conceptos interesantes, pero nunca se para lo suficiente a desarrollarlos o que tengan un poso, en el que lo está jugando. Y pese a todo lo dicho, esto no quiere decir, que no consiga mantener el nivel en su argumento y trama, sin embargo, cuando te paras a analizarlo fríamente, por muy bien que la historia se digiera, si te la venden como la segunda venida de Jesucristo, cuando en realidad se siente más cómo el típico anime algo más notable, que le falta desarrollo para llegar a la excelencia, apaga y vámonos. Porque otro de los grandes problemas que tiene esta entrega, es que le cuesta lidiar bien con su jugabilidad y su trama, no siendo capaz de hacerlas diegéticas y dependientes una de la otra, lo que nuevamente hace por generar más y más problemas, junto con la incapacidad de saber emplear bien las cartas que juega, convirtiendo a la obra de Takahashi, en un juego totalmente diferente según se mire, que brilla con algo de fuerza cuando hablamos de trama, pero se resquebraja cuando hablamos de mecánicas...


El principal problema que tiene Xenoblade Chronicles, es que quiere ser un JRPG, pero con las mecánicas de un MMORPG, sin entender las virtudes del primero y cogiendo lo peor del segundo, pero como decía Jack el destripador, vayamos por partes: En primer lugar el combate es simple y parco. Aquí lo importante es saber que personaje manejamos, ya que según el que llevemos tiene un rol u otro, luego también es importante el posicionamiento, ya que las artes que hay que aprovechar depende de donde estemos colocados, la sinergia entre personajes, para que se complementen con sus ocupaciones y por supuesto también es importante tener en cuenta el enemigo al que se enfrenta; los enemigos voladores por ejemplo son débiles a los rifles, los mekons deben derrotarse con la Monado. etc. En principio sobre el papel suena genial, el descalabro aquí viene por tres puntos, todo lo relacionado con los personajes, el diseño de los combates y por último los enemigos. En el caso de nuestros héroes, hay un problema severo, la formación solo permite llevar a tres de siete disponibles, además el juego solo cuenta con uno en rol de sanador que es Sharla, si bien el resto tienen algunas habilidades de curación no llegan al mismo nivel. Paralelamente tienes cuatro DPS que son Shulk, Fiora, Riki y Melia, dos orientados más a lo físico, los otros más a lo mágico, sin embargo, dado que durante gran parte del juego llevas al protagonista, te vas a hacer más fácil a su control que a otros, además a los desarrolladores les encanta ponerte enemigos para que este se luzca, así que desde el mismo principio vas a tener secciones enteras llenas de Mekons, que solo este puede tumbar con facilidad, yendo a peor en los compases finales del juego donde tienes mazmorras dedicados solo a ellos y a enemigos con estados como la corrosión. Porque sí, la única forma de eliminar la anticipación o la corrosión enemiga, es usando Anulación, una habilidad exclusiva de la monado, por lo que ya imaginareis con los pocos huecos disponibles que hay, la estupidez de quitar al principal DPS del juego, al igual que de quitar a la única sanadora... Por suerte el tanque es más adaptable, pero como la IA es un desastre, vas a querer llevar a Reyn, que es el menos técnico de los dos y que hasta un mono con una ametralladora puede llevar sin salirse demasiado de la tangente...

Súmale a eso, que los personajes llegan a un punto que no aprenden más habilidades y artes, pero los enemigos cada vez van teniendo más y más salud a la vez que defensa y ya tienes el Agosto hecho. Además conforme avanza el juego el crecimiento es más lento, las ganadas de experiencia por contenido secundario o grindeo hecho son cada vez más bajas, lo que genera cuellos de botella, donde siempre llevas a los mismos, empleas siempre las mismas estrategias, contra enemigos cada vez más pesados de eliminar, que en vez de presentar combates interesantes, emplean superioridad numérica o de nivel para ser una amenaza, restándole toda emoción a la contienda en curso. Porque si me tengo que enfrentar a un jefe de nivel 75, estando al 72 y durante la pelea, me lo estoy bajando sin problemas, hasta que me tira 3 enemigos etericos con corrosión a mi nivel, provocando que me peguen cuatro criaturas a la vez, con las que cuesta lidiar, que quieres que te diga, tu juego está mal diseñado, más cuando la solución es ponerme a moler bichos de mi nivel que tardo 10 minutos en matar o hacer contenido que me aporta tanto como ver a la gente Twittear un domingo... Y algunos me dirán que se pueden emplear otra formación o en la edición definitiva combinarlo con el modo experto, que permite ajustar mejor la experiencia. Pero qué queréis que os diga, si tengo que ponerme a trastear menús escondidos del título para mejorar una experiencia de por si rota o bien a probar combinaciones locas, perdiendo el tiempo en ajustarlas a la vez que seguramente mejorarlas mediante los métodos antes descritos, lo siento, pero el que lo está haciendo mal no soy yo, es el juego, porque si esos sistemas existen, son para ajustar el reto y exprimir un contenido para el que lo busque, no para que lo tenga que emplear el común de los mortales, que solo quiere ver la pantalla de créditos a la vez que disfruta de una buena historia. Y ya te digo, es triste, porque mejor empleados estos sistemas darían más de si, ahí están las secuelas de este título como ejemplo, que pese a sus imperfecciones tienen un sistema de combate algo más variado y unos enemigos más acordes (Aunque Xenoblade 2 requiera 10 horas para asumir el sistema de batalla todo sea dicho)

Y en serio, es que el juego, lo empeora más y más conforme avanza, si bien las localizaciones son estupendas en su inicio, a medida que vamos saliendo de Bionis, los lugares son más planos, visualmente feos y encima con un montón de puzles paja, para hacerlos más largos de lo que son. A su vez, el juego premia realizar el contenido secundario, pero cuando llegamos a esas localizaciones, este cada vez escasea más, se presenta incluso peor y fuerza al jugador a tener que matar todo a su paso, para poder ni que sea plantarle cara al más triste de los insectos de la zona, no digamos los mini-jefes o los jefes de la trama. Y aquí sintiéndolo mucho la obra no tiene salvación ninguna, porque si bien puedo pasar que tu contenido opcional sea malo, el coger lo peor de los MMO y hacer una espiral de recompensas para poder mantener el tipo, ya me parece mal paso, pero ya es el acabose que fuerces al jugador a entrar en él, a que se malacostumbre, para luego cuando te sale de las narices, porque no es importante para la trama, cuando todos sabemos que luego no te aplicas bien el cuento, te lo saltes a la torera. Porque si ya toca las narices, tenernos haciendo porquería por cuatro duros, peor sienta, la obligación de hacerlo, sin ayuda o comodidad de por medio, obligándome a gastar la mejor moneda que tengo, que es mi tiempo, por el hecho de que tú quieras durar 60 horas en vez de 30, cosa que a las obras que bebes, se le permite a medias y con cierta responsabilidad por el pacto tácito que existe entre ellas y sus consumidores. Por lo que dije antes, porque este juego no sabe cuando de verdad quiere ser un JRPG, o cuando quiere ser un MMORPG y si él no lo sabe menos lo voy a saber yo, manda narices... Porque si estoy jugando a un juego donde el gameplay pesa tanto como pesa lo narrativo, pero una de las patas directamente no funciona, no importa cuántos salgan a defenderlo, lo roto, roto está y la nostalgia o el fanatismo es lo único que se me ocurre que pueda servir para justificarlo, pero ya os digo, no importa cuánto te esfuerces en pintar a la mona de seda, porque mona se queda.

Y ya no quiero entrar en cuando las mecánicas se mean en lo establecido, para meter un girito para darle variedad al gameplay, para deshacer horas después porque más que ayudar lastran, o cuando a nivel cinemático te meten momentos épicos donde hay determinado personaje implicado, pero luego no tiene peso siquiera en el combate real, porque es opcional meterlo o no, aplicándose también a cuando ves a toda la turba que llevas encima plantando cara, cuando después toca en la realidad llevar a Reyn y a Sharla, porque los desarrolladores pensaron que sería mala idea coger la idea de los grupos grandes de los MMO, un sistema de raids o directamente hacer combates segmentados donde todos los personajes tengan peso, como ya ironías de la vida intentaría hacer la saga Ys, a partir de la séptima entrega, con menos recursos que tú. Por supuesto cómo todo está roto, que menos que cerrar con un sistema de conversaciones, dependiente de un sistema de afinidades, que premia el llevar a varios personajes juntos, pero que luego sobre el campo es inviable, a menos que te encante el grindeo, para rematar con unos diálogos, que personalmente más allá de algún dato o del tono jocoso, poco tienen que aportar al conjunto global.


Eso sí, a nivel técnico, si coges la edición de Switch el juego se ve precioso, va estable y sonoramente mantiene el buen nivel, con temas con Engage the Enemy o You Will Know Our Names. También facilita en parte el conjunto dando indicaciones extra, tanto dentro de las peleas, como en determinadas misiones, que ahora hasta las más horrendas de recolección están marcadas siempre en todo momento, por lo que son fáciles de seguir y finiquitar para el que de verdad le guste hacerlas. Por lo demás también incluye el Modo relajado, que ayudará a unos cuantos desgraciados (Entre los que yo me incluyo) A hacer más liviana la experiencia, especialmente de cara al final, donde es el festival del grindeo puro y los enemigos esponja. Sin duda la mejor versión, porque de tener la versión de Wii o 3DS en mis manos, con esos gráficos horrendos y sin todas las comodidades presentadas, probablemente hubiera dropeado este juego sin miramientos y hubiéramos tenido un texto peor que este en cuanto a impresiones, pero bueno, si eres de aquellos que lidio con estas versiones te felicito, demasiado aguante tuviste...

Con todo y aunque a algunos les pille por sorpresa, pese a todo lo mentado aquí, Xenoblade Chronicles no me parece mala obra, solo mediocre, incapaz de estar a la altura de lo que la gente dice de ella. Uno de esos juegos que es mejor en el recuerdo que en la realidad, pero que sobre todo sentó, unas bases, que de de haberse trabajado hubiéramos tenido un juego notable, pero nos hemos acabado quedando con un juego que intenta abarcar mucho pero aprieta poco y que por supuesto su posterior secuela, no conseguiría arreglar, trayendo alguna que otra mejora, pero yendo hacia atrás en muchas cosas. Pendiente de terminar la ultima y tercera entrega de la saga principal, en el fondo me espero lo peor, pero por ahora tampoco me está decepcionando, veremos a ver...  Cuando desembale mi primera Xbox 360 por aquel lejano 2008, recuerdo como se abría ante mi, el gigantesco mundo de Albión, pude atisbar lo que significaba combinar el RPG con el mundo abierto, pero sobre todo caí tan fascinado que en una sola tarde le metí 10 horas, a Fable II el que por ese momento se convertiría en uno de los mejores juegos de la generación al menos para mí.

Años después en pleno 2022, se rompió la mascarada, el que sería uno de los juegos clave de mi adolescencia, seguía en forma, pero estaba mayor, ajado por los sinsudores, expuesto ante todos los que vinieron después de él y demostraron que no solo gozaban de mejor salud, sino, incluso de ideas más creativas, aún con todo sigo queriendo al juego, a la par que guardo muy buenos recuerdos de él, pero ya no es lo mismo. Nunca había jugado el  primer Xenoblade hasta ahora, pero algo en mi interior me dice que si lo hubiese jugado aquel fatídico 2010, cuando se le consideraba la ultima Coca-Cola del desierto (Cuando para nada era la realidad del momento) Y si lo rejugase hoy, creo que me sentiría igual, sentiría toda la realidad aplastándome, recordándome una vez más, que de sueños, que de expectativas vive el hombre, que nada es tan blanco o tan negro, pero que sobre todo si vives de la nostalgia, está acabará devorándote y matándote, convirtiéndote en un despojo que solo puede vivir soñando con un pasado que solo está en tu cabeza, idealizando una realidad que nunca existió y que nunca jamás volverá, una realidad que como la obra de Monolith Soft promete mucho, pero que jamás te dará lo que dice...

"Dicen que a través de las palabras, La nostalgia se vuelve más real, más tangible. Que podemos mirarla como lo que es, una criatura oscura, tanto más ajena a nosotros, cuando más cerca la sentimos"

3 comentarios:

  1. ¡Tremebunda entrada como siempre hamijo Spi! No sé qué cojones hace la gente que no lee y comenta esto porque vamos, sueltas verdades como puños y creo que se podría decir más alto pero no más claro. Como anillo al dedo le viene la sección de la "Nostalgia Duele" a este título y es que pocos motivos se me ocurren más allá que la nostalgia y el fanboyismo para idolatrar un título, que se vende como uno "de los mejores JRPG de la historia", pero que a la hora de la verdad no pasa de mediocre, me atrevería a decir antes que notable. Evidentemente para gustos, colores, y entiendo que Xenoblade 1 le pueda gustar y fascinar a la gente (Quién soy yo para hablar de gustos bizarros cuando me la casco a dos manos con The Last Remnant), pero una cosa es que algo nos guste y otra muy distinta es que perdamos el sentido de la objetividad e intentemos vender un videojuego como algo que verdaderamente no es, y de ahí nace una gran parte de la tirria que le tengo tanto a Xenoblade como a su comunidad. Pero bueno, vayamos por partes, aunque ya adelanto que coincidimos prácticamente en todo.

    A nivel argumental, uno de los principales méritos del título, hay que reconocer que éste no está mal. Xenoblade 1 presenta un argumento muy interesante, de esos que cautiva, pero fracasa estrepitosamente en su ritmo de narración, a partir de la parte de Mekonis, haciendo que una historia que se sentía fluida y de interés creciente se convierta en un puto tostón que solo deseas terminar cuanto antes (La sensación de "que se termine ya esta agonía" del final del juego es bestial). Después, como bien apuntas, es incomprensible cómo se desaprovechan la mayoría de personajes, siendo más que actores figurantes que no pinchan ni cortan durante la práctica totalidad del juego, con ejemplos como el de Reyn, Dunban o Rikki. Después, aquellos personajes de los que se intenta estirar un poco más del hilo, como Sharla o Melia, en especial al primera, tienen unos arcos que se sienten más como algo de relleno, introducido con calzador, para hacer que el juego sea más tedioso y soporífero si cabe, en vez de ser unos arcos que despierten el interés del jugador.

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      Sobre la jugabilidad... Lo cierto es que no sé si mejor callar porque es que tengo pocas, por no decir ninguna, bondad que mentar. Bueno, como mucho decir que a mí la exploración y el diseño de los niveles sí que me gustaron (Al menos hasta el puto Mekonis). Pero bueno, creo que resumes muy bien lo qué es la jugabilidad con la frase de que "es un JRPG que se quiere parecer a un MMORPG y coge lo peor de ambos". El sistema de combate es un truño que si bien al principio entretiene, pronto se estanca, se vuelve muy monótono y el juego no te da herramientas para mejorarlo (Pues prácticamente te obliga a llevar al trío Shulk - Reyn - Sharla). El desarrollo de personajes más de lo mismo. Las mecánicas de Monado que buscan "hacer un combate más fresco" terminan entorpeciendo y se siente más un estorbo que otra cosa. Las misiones secundarias son todas paja, ninguna suscita interés más allá que su recompensa de Exp. La curva de dificultad es un puto despropósito, con esa recta final que no tiene ningún sentido más allá de estirar el chicle de forma exagerada y hacerte grindear con un sistema de combate del que ya estás harto (Y que, por descontado, te jode completamente el argumento y el ritmo narrativo). Y yo que sé, es que no tengo prácticamente nada bueno que decir y no quiero darle más vueltas porque me enciendo XD

      A nivel técnico lo cierto es que la versión de Switch luce bastante bien, especialmente en cuanto al modelado de personajes se refiere (Que la versión de Wii da puto pavor en este aspecto). Y respecto a la música... No la recuerdo demasiado bien pero diría que no estaba mal del todo.

      En pocas palabras, coincido, como bien sabes, en el veredicto de juego mediocre e incluso diría que tirando para malo, y para nada veo justificada esa devoción y esa idolatría que tiene la fanaticada hacia él. Es que ya te digo, no me gustó en 2021 y estoy convencido de que si lo hubiese jugado en 2010-2011 también me hubiese parecido una mierda, más cuando yo por esa época ya traía el culo bien curtido de jugar a MMORPG y esto me hubiese parecido el puto sucedáneo de caviar ese random del Mercadona al lado de juegos como WoW o Lineage. Como comentaba, entiendo el punto de que título personal pueda gustar o fascinar, pero por favor dejad de fanboyear y de vender como una puta maravilla algo que no lo es.

      Y me callo ya que me voy por las ramas. Coño, hay que grabar un podcast rajando de esta mierda algún día XD Un besito y un choque de tulas hamijo Spi. Mis dieses de nuevo por la entrada. Como te dije, de mis favoritas del GreyBox :)

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    2. Buenas Arald :D Cómo decía Jack el destripador vamos por partes:

      En primer lugar lo que comentas sobre gustos y la entrada en sí. Ya te digo este juego en su epoca ya se convirtió en una obra de culto, fue uno de esos títulos con el que a todo el mundo se le llenaba la boca, cogiendo tal impacto, que al final la gente que lo juega hoy lo hace más por el nombre que por otra cosa, añadiendo el gusto, supongo que por la trama y por tener el culo pelado de jugar a mediocridades similares durante tanto tiempo o bien no haber jugado muchas cosas de calidad en el género porque vaya...

      Ahora sí, en materia de narrativa, en lo personal, cómo ya creo que he mentado en la entrada, siento que tiene mucho potencial para ideas interesantes, pero acaba siendo un desproposito en muchas cosas, por darle nulo peso a determinados personajes que ya mentas, por sacarse villanos de la manga, por romper momentos interesantes de determinados personajes a favor del gameplay (Aunque el puto Takahashi hace esto hasta en el 3) por plantear temas que dan mucho de sí y resuelven fatal y así con muchas cosas más. Cómo bien dices todo va a peor a partir del valle de la espada, todo por sembrar ideas muy buenas y luego no saber cómo resolverlas o directamente hacerlo mal como con Sharla o hacerlo deprisa como con el caso de Melia...

      En lo jugable coincidimos también, porque aunque el juego intenta darte muchos personajes y habilidades, al final solo merece la pena jugar con la formación que mencionaste, ya que si te sales de ahí, toca jugar con otros personajes tú mismo, con los riesgos que eso implica, porque por supuesto la IA nunca va a saber hacer un buen trabajo, ni se va a llegar a las cotas adecuadas. Menos cuando el juego te mal-acostumbra a hacer contenido insulso que más que EXP aporta otras cosas y luego te lo quita, porque le da la gana, más como bien dices, acaba haciendo falta para un tramo que exceptuando por la parte del descubrimiento de Dickson cómo villano se podrían haber ahorrado. En definitiva un tremebundo despropósito. Eso sí como MMO, si tu dices que flojea, me lo creo, más que nada porque se tu trayectoria y se a lo que le diste, así que peor me lo pones aún...

      Y para finalizar estoy muy de acuerdo, creo que la comunidad de Xenoblade le hace más mal al juego que bien, da una realidad que no es y deberían parar, pero como nosotros somos la minoría, lo único que nos queda es avisar y cruzar los dedos para que el caiga en las redes de estos juegos, lo haga con conciencia de a lo que se enfrenta... Por lo demás, gracias por tu tochaco, así como aportar tu punto que siempre es un plus, gracias por tu apreciación, por pasarte y de nuevo un saludo y un choque de tulas ^

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