domingo, 5 de septiembre de 2021
La Nostalgia duele (VI): Ax Battler, A legend of Golden Axe
jueves, 26 de agosto de 2021
Cuarto Aniversario de Greybox: Aprendiendo a crecer
Volvemos a estar en 26 de agosto, para muchos esta fecha, puede que no signifique nada en absoluto, pero para mí, siempre está resaltada en ese calendario metafórico. Cuatro años ya desde que en ese verano de 2017 publicase esa entrada explicativa de como funcionaba este espacio, un año desde que decidí, después de haber tirado la toalla en el 18, volver al blog con fuerza, para darle una segunda oportunidad. Y sin darme cuenta a una entrada por semana, volvemos a estar en esta fecha tan señalada, donde también es momento de echar la vista atrás e ir repasando los avances acontecidos durante todo este lapso.
Este año, que aún sigue marcado por la pandemia que nos atañe, ha sido un periodo de mucho crecimiento para este humilde lugar y para la persona que os habla como escritor. Porque durante este periodo no solo han aumentado el número de visitas, además también me he retado a mi mismo como creador, intentando buscar nuevas formas de realizar los textos, darles un determinado empaque o tono, a la vez que aumentando la longitud de los mismos a una cantidad considerable de palabras, pero sin excedernos (Aunque hay excepciones a eso)
A veces hay suerte, a veces no tanta, pero lo importante es como dije el año pasado, no cejar en el empeño. Así que sin más dilación, aunque esta entrada quede más como recordatorio o como escueto, vamos a sentarnos a echar la vista atrás, agradecer a ciertas personas a la vez que recordamos todos los hitos importantes de este humilde repositorio de entradas.
¿Listos? ¡Pues vamos allá!
domingo, 22 de agosto de 2021
Recuerdos de la Gamecube
sábado, 14 de agosto de 2021
Reseñitas Rapidas (IV): Repescados de GOTY anteriores
Si os soy sincero, estos últimos días, estoy en blanco, con menos ideas de que puede ser interesante traer al blog o con la mala suerte de que aquello que quiero reseñar o de lo que hablar ya se me adelantan otros. Además esta semana especialmente, junto con la ola de calor, que le quitan a uno las ganas de todo, estoy sin apenas tiempo material, para conjurar una entrada digna en cuanto a longitud y contenido, así que, aprovechando que cuando hice algunas ediciones los GOTY, en el blog, se me pasaron comentar algunas cositas, que mejor momento que ahora.
Y sí, si suena a excusa o a justificación, es que precisamente puede que lo sea, pero que queréis que os diga, en muchos casos la excelencia requiere esfuerzo y dedicación; métodos que para la naturaleza de este medio, no están lo suficientemente pagados y como la vida real™, me reclama es lo que hay. Por lo que os recomiendo poneros cómodos, coger algo de beber y retrotraernos a esa época a los que empezaba a hacer mis pinitos por estos lares y muchos de mis artículos aún les costaba llegar al número de palabras que manejo hoy.
También de paso, aprovechamos un poco, para rescatar como siempre una sección, que últimamente dados la grandiosa capacidad de Twitter de permitir hilos, esta perdiendo un poco de fuelle.
¡Sin más dilación! ¡Allá vamos!
domingo, 8 de agosto de 2021
Las Malas Praxis del coleccionismo de videojuegos
Los videojuegos como todos los ocios, tiene su historia y con ella, sus hitos, obras maestras a la vez, que diversas generaciones tanto de jugadores como de maquinas, que han ido sumándose a sus páginas. Muchas veces en esta casa, siempre me he enfocado en el jugador más moderno, con su enfoque siempre hacia el futuro, siempre centrado en el aquí y en el ahora, pero existir, existe mucho más. La magia de este arte, es que al ser tan interactivo, permite a muchos tener grabadas a fuego experiencias que una vez los hicieron soñar o bien hacerlos descubrir cómo funcionaban obras de hace lustros, bien sea con el poder de la cartera o la emulación. El llamado jugador "retro" o en caso de que pague productos más clásicos, haga listas y amontone cartones en estanterías, es apodado "coleccionista" (Aunque con matices, claro está)
Todos estos señores, con el titulo autoimpuesto muchas veces de jugadores de la vieja escuela, también tienen su propia forma de proceder, sus propios valores y sus vicios particulares a la hora de enfrentarse a este nuestro hobby, centrándose mucho más en todo lo que vino antes, que en lo que esta por venir, con una visión mucho más hermética, más centrada en desempolvar viejas reliquias, conservar antiguas glorias, en muchas ocasiones en determinados estados de perfección, sin saber tan siquiera que es lo que hay verdaderamente dentro de la caja. En muchos de ellos, por supuesto con esa aura de prepotencia, combinada con falta de decoro, tan característica que suelen emplear también esos jugadores más rabiosos, solo centrados en lo nuevo, de los que tanto yo, como los más veteranos, nos quejamos en innumerables ocasiones.
Es irónico, pero incluso con sus propios problemas asociados, el coleccionismo, tiene una gran cantidad de aficionados, que a la hora de proceder con otros, ya sea intercambiando impresiones, apreciando material, adquiriendo o consumiendo objetos relacionados con su hobby, provocan situaciones incomodas, malestar o incluso momentos más cercanos a las jerarquías de jugadores, que se ven tanto en los asuntos de la dificultad en el videojuego, cuando se trata de medir que está bien o mal, en una afición dentro de otra propia, que por supuesto, como pasa siempre, poco o nada les debe, más allá del puro entretenimiento, ligado a la realización de gameplay, trama o ambos combinados, del producto audiovisual medio de este sector. Una situación, la cual no parece que vaya a mejorar demasiado con los años, pero de la que por una vez, me gustaría exponer mi propia visión, porque siempre nos centramos en lo más actual, pero lo clásico también importa, junto con el trato que se le de.
Sí alguien centrado en la preservación del medio, ya sea como afición personal, o no, lee mis palabras, quizás no esté de acuerdo con todo lo que vaya a exponer aquí, pero como todo, cada uno de nosotros podemos tener, nuestra propia visión y pienso que si no se exponen estas malas praxis, poco podremos hacer, para tenerlas, aunque sea visualizadas. Así que sin más dilación... ¡Allé vamos!