lunes, 28 de marzo de 2022

Injustamente olvidados (VI): Gladiator Begins


Los romanos son conocidos por ser precursores de muchos elementos, ramas de pensamiento e incluso hábitos que han persistido hasta nuestros días. Al igual que nosotros, por esa época también se buscaba una manera de echar el rato, pero sobre todo de entretener a las masas por igual, independientemente de su estatus o profesión, así es como en una primera instancia nacen los famosos juegos, que aún persisten actualmente. Pero no serían los únicos, pues a través de estos también nace todo el espectáculo relacionado con la arena, los coliseos y la archiconocida figura del gladiador, que no solo ha sido un símbolo del espectáculo puro y duro, sino también de elementos como la libertad, la violencia, el funcionamiento de la casta o la política del momento entre muchos otros elementos. Entender esto implica, tener en cuenta como la romantización de la figura del peleador, ha colmado todo lo que podríamos entender más allá de estos temas, no dejando espacio a simple vista a mucho más, ni irónicamente es lo que muchos buscan cuando piensan en esa época...

Los videojuegos son una parte más del engranaje que ha querido sacarle jugo a toda la idealización de este deporte, no siendo pocas obras las que de una manera u otra intentan bien explorar o bien intentar sacar redito de lo que significa ponerse en la piel de un gladiador del momento, haciendo principal énfasis en tanto el ambiente como en los combates. Esto fue así al menos durante principios de los dos miles donde la presencia de grandes referentes en el mundo del cine aún tenían cierta presencia en el imaginario colectivo, sin embargo la cosa fue desinflándose de forma paulatina en los años posteriores hasta llegar a la década pasada donde la existencia de referentes era nula, pero incluso con todo en su contra, pese a ser ridiculizados por poner una señora en paños menores, Goshow con ayuda de Acquire intento gastar el ultimo cartucho que le quedaba a la temática, volviendo a poner sobre la palestra, un tiempo, donde la gente peleaba jugándose la vida para obtener un estatus más allá del simple reconocimiento. Spoilers aparte, la cosa no salió muy bien y aunque cierto público llego a catar la obra, no fueron los suficientes para poder conseguir que el titulo que hoy nos ocupa obtuviera algún tipo de hueco en la historia actual, pese a las buenas intenciones detrás.

Tanto ha sido el empeño de la empresa tokiota que hasta intentaron realizar una secuela años después, juego que estaba previsto aparecer en algún momento de mediados del 21, pero que tal como surgió, desapareció sin dejar tan siquiera un mínimo rastro ¿Pero que hace a este juego tan especial para sus creadores? ¿Por qué hay gente que idolatra tanto este videojuego? ¿Es una de esas recomendaciones a tener en cuenta? ¿Consigue mantener el espíritu de otras grandes obras de la compañía? Como siempre digo, todas las respuestas, están tras el salto de lectura...

¿Preparados para sumergiros en el fin del reinado de Marco Aurelio? Porque yo sí.

miércoles, 16 de marzo de 2022

¿Es tan malo? (IV): Hydlide


Es irónico lo que implica estar en el lugar y momento adecuados, puede conseguir para todos los ámbitos de la vida, incluido el hobby de los videojuegos. Desde estar atento como consumidor para obtener determinado producto a tiempo, hasta cosas que influyen en el éxito de determinadas obras, como ser el único exponente de tu género en determinada plataforma, venir en determinado idioma o incluso ser el primero de todos en llegar. Como caído del cielo, siguiendo a pies juntillas esta regla tuvimos The Legend of Zelda, para muchos padre, del ARPG moderno, de los juegos de aventuras, además de precursor de muchísimos elementos como son la exploración o la resolución de puzles entre otros. Y al igual que con la obra de Nintendo podemos aplicarlo a muchos otros videojuegos como son por ejemplo el primer Dragon Quest (Aunque para nosotros los europeos no lo fue en primera instancia) los primeros Castlevania u algunas joyas de la Mega Drive, que por llegarnos en aquel instante, con esa presentación y bajo el estandarte de aquella consola, a día de hoy, para algunos son auténticos referentes.

Sin embargo la historia del ocio electrónico es más amplia de lo que simplemente podríamos imaginar pese a su corta duración. En su haber han aparecido infinidad de títulos, alternativas o experiencias a contracorriente, que en un primer lugar uno ni imaginaria posibles, dándose situaciones que de ser examinadas, te hacen darte cuenta de las que concepciones que tenias sobre determinadas cosas, no es exactamente como uno creía haber tenido establecido todo este tiempo, pasa con una, pasa con todas y así es con el legendario juego de aventuras de Shigeru Miyamoto. Mientras el creativo pasaba horas formulando las mecánicas necesarias para conformar su aventura, ya en las tierras del sol naciente habían surgido otros que al igual que él, inspirados por la fantasía, la niñez, el descubrimiento de aquello oculto y por determinados referentes conformaron una serie de productos que se parecen más a la primera aventura de Link, más de lo que nos gustaría admitir.

Entre esos alumnos, hay dos que se destacan especialmente entre los demás: Tower of Druaga y Hydlide. El primero a su vez es padre de muchas de las concepciones que luego tomarían como suyas obras de estudios como Nihom Falcom en sus orígenes, mientras que la segunda es para los pocos que la conocen sinónimo de una oportunidad desperdiciada, cachondeo e incluso es más considerado un pobre imitador, que autentico pionero en todo un género. Como ya dije una vez, el tiempo es inmisericorde para todos, por lo que tanto los años pasados, como nuevos jugadores que lo han descubierto, no han hecho más que acrecentar esa sensación, que asfixia al trabajo de Tokihiro Naito, impidiéndole llegar a ser algo más a ojos de mucho de nosotros, relegado a ser por siempre un producto de segunda, tercera o hasta cuarta fila.

¿Pero es realmente Hydlide una autentica basura? ¿Es una genialidad? ¿O un incomprendido? Para más muestra, es hora de que viajemos una vez más al pasado, en esta ocasión a 1984, cuando nació esta curiosa IP...

lunes, 28 de febrero de 2022

Cuñadismo bloguero


Hace un tiempo, por aquel momento que aún me encontraba dando mis primeros pasos en el mundo laboral, estuve incidiendo durante un rato en una serie de prácticas habituales que suelen darse en el vasto medio que resulta internet, más específicamente en todo aquellos relacionado con la creación de contenido, más cuando se trata de autores de pequeño y mediano calado. Sin señalar a nadie en específico y sin ánimo como siempre de cambiar el curso de la rueda, hoy me gustaría soltar un poco de bilis, para quedarme a gusto, ni que sea conmigo mismo.

Y algunos pensaran que el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Pues yo también soy de aquellos que en algún momento ha incidido en algunas de estas praxis. Pero sin lugar a dudas, al contrario que otros, apenas me veo beneficiado por las mismas, al mismo nivel que tanto otros compañeros, como otros creadores ajenos a este medio si hacen, especialmente de forma asidua. Porque sí, esta entrada va más de resaltar el talento, mientras señalo con el dedo a los cuatro que hacen lo de siempre, que intentar llegar al enésimo análisis que nunca me dio tiempo ni siquiera a escribir...

Probablemente el sesgo de confirmación, junto con diversas conductas gregarias habituales en el ser humano, estén implicadas aquí más de lo que nos gustaría creer, sin embargo como lleva ya pasando unas cuantas entradas atrás, nuevamente es por culpa del pasar del reloj que este post, sea más personal, pero sobre todo más improvisado que de costumbre. Las gracias nuevamente a la vida real, que nos pone piedras en los zapatos para que no podamos hacer todo lo que nos gustaría, ni en la medida más adecuada. Así que como ya he adelantado hoy toca volver al enésimo tema que me enfurece, para darle esa extensión tan impopular pero merecida.

Por lo demás no voy a extenderme más, es hora de meterle caña a blogueros y otros influencers de medio pelo...

domingo, 30 de enero de 2022

GOTY Impopulares 2021 (Retro-Pandemic Edition)


2021 ha sido un año soso, para la mayoría de mortales que se dedican a disfrutar del medio de forma activa, sin embargo para mí ha sido todo lo contrario. Si bien es cierto que juegos de este pasado año no he jugado tantos como quisiera, me he hartado de consumir todo tipo de obras concretamente muchas clásicas o de años ya pasados, que podrían haber sido GOTY en su momento, si no hubiera estado a otros menesteres. Para muestra como siempre recomiendo visitar el hilo de marras donde hay muchísima información y esta todo la manteca servida, aparte de las entradas de este recién terminado año, pues allí también encontrareis obras de mayor o menor interés, que ya tienen aquí su pequeño espacio.

¿Por qué digo todo esto? Porque exceptuando los juegos que peor me han sentado y ya tienen su propia lista, no me va a dar aquí para mostrarlo todo, pese a enseñarse ya muchas cosas que para mí no solo son tremenda recomendación, sino que además me han brindado grandes sensaciones a lo largo de estos 365 días, emociones que cada vez por desgracia menos títulos me consiguen transmitir igual. Pero bueno, aún así es un empeño en el que tampoco pretendo cejar, mientras el tiempo y las ganas lo permitan. 

Por lo demás, si sois nuevos o no, utilizaremos el sistema visto tanto en la edición del 2017 como en la del 19, donde primero mentaremos a los honoríficos para posteriormente pasar a todos esos videojuegos que se han llevado un huequito en mi corazón. Igualmente repito que si andáis perdidos, pasaros por esos GOTY para mas detalles (y de paso me dejáis una visitilla)

¡Sin más dilación, Allé Vamos, que hay mucha tela que cortar!

viernes, 7 de enero de 2022

POTY 2021: Odiados, droppeados y otros


El 2021 ha sido un año lleno de dicha para el mundo del videojuego, especialmente para mi, que entre bromas he conseguido completar casi 150 juegos (Por poco el equivalente a la primera pokedex) Pero por desgracia nos guste o no, no todo es oro lo que reluce...

Siempre hay ovejas negras. Obras que nos guste o no, no nos convencen, algunas tenemos la suerte de hacer acopio de fuerzas para poder visualizar la pantalla de créditos, otras, simple y llanamente por mucho que lo intentemos, no somos capaces de jugar más de unas cuantas horas, sin querer tirarnos de los pelos. Al haber jugado es normal que entre todo salgan algunas manzanas podridas. Como el mes pasado, me quedé con las ganas de daros otra entrada y de paso, estamos de celebración, que menos que aprovechar la ocasión para innovar un poco al respecto, para de paso darles su espacio a todos esos títulos que por hache o por be, no han conseguido obtener un hueco en la gala principal, más en mi corazón...

Tendremos tres categorías, con una elaboración similar a lo dispuesto en las "reseñitas rápidas" los juegos irán de mejor a peor, claramente, empezando por aquellos que no me han dicho mucho, pero no tengo donde meterlos, pasando por aquellos droppeados, para rematar en aquellos que por mucho que lo he intentado no me han gustado, estén terminados o no, aunque ya os digo, que en la mayoría de casos, incluso los juegos que más dolor de muelas me han dado, he podido acabarlos, eso sí, no diría que de la mejor forma posible... También debo aclarar que dependiendo de como avance el año y mis ganas, algunos de los mencionados aquí podrán tener una futura entrada dando más énfasis en ellos, si es que no la tienen ya...

Bueno como me entretengo más que las cadenas nacionales con las secciones de anuncios, comenzamos ya, este top un poco diferente, con un sabor un poco más fétido, pero de interesante concepto, imaginado por otro, pero de posible reutilización (Un besito a Arald por dejarme mangarle la idea) Ya sí y como ultimo punto, os digo, que si me dejo algo, acudid al futuro top del año o bien al hilo que estuve realizando durante todo 2021, que seguro que ahí tendréis más cosas que rascar.

¡Sin más dilación comenzamos!