lunes, 26 de septiembre de 2022
¿Es tan malo? (V): Edge of eternity
viernes, 26 de agosto de 2022
Quinto aniversario de Greybox: Lidiando con la irrelevancia creativa
Un año más, hemos llegado a una fecha muy señalada, para esta santa pero irreverente casa, el día 26 de Agosto, día que eche a andar todo este proyecto y aunque de forma intermitente en cuanto a escritura, ya por fin ha cumplido: ¡Cinco añazos! Se dice pronto pero en un lustro pasan muchas cosas, para algunos es crecer, para otros es llegar a ciertas etapas, para los más desafortunados es dar con los momentos más oscuros, pero así es como funciona la vida y esto es extrapolable a todos sus ámbitos, incluso al blogging, un arte, que unido a la escritura lleva tiempo en decadencia, resistiéndose a morir, para dejarle lugar a otros medios más masivos, pero aun así, no importa donde vayamos muchas veces, solo unos cuantos ascenderán, el resto serán peces en un inmenso océano...
Inspirado por el genial articulo que hace unos meses le dedico Raúl Rosso al tema de la irrelevancia creativa, toca aprovechar para hablar una vez más de lo que significa escribir, de lo que atañe todo el proceso creativo a la hora de enfrentarse a un blog, de lo que a su vez significa lidiar a la hora de cosas para algunos tan triviales como estadísticas o métricas, pero sobre todo de lo que conlleva, el esfuerzo relacionado con sentarte a plasmar tus ideas en líneas, ya sean más o menos, también asociado a ese placer intrínseco que representa, para unos más y para otros menos. Remozado desde el punto de vista, de este servidor que os escribe, que vive a su vez un periodo de búsqueda de si mismo, en cuanto a creatividad se refiere, pero eso lo tocaremos más a fondo en el cuerpo de la entrada.
Por supuesto no van a faltar los agradecimientos, los mejores momentos y el tan querido pero impopular repaso de la trayectoria de este espacio, pero por supuesto todo mezclado con un batiburrillo de sensaciones que quiero mostrar en el texto de la mejor manera posible, intentando también conectar con esa celebración, que los cuatro o cinco feligreses que se pasan religiosamente, esperan con ganas. Incluso me aventuraría a decir que algún que otro foráneo que acostumbra a pasar por aquí, cuando los astros se alinean o bien sus intereses coinciden con los de este lugar. Seas nuevo o viejo... ¡Bienvenido a Greybox! ¡Sin más dilación, empezamos!
sábado, 20 de agosto de 2022
Mujeres y Videojuegos
domingo, 7 de agosto de 2022
La nostalgia duele (VII): Rayman
Aunque los más mayores no se hagan una idea, la gente de mi generación, también tuvo infancia y no fue precisamente con la Super Nintendo o Mega Drive, las gentes de mi quinta solíamos echar las tardes jugando a la Game Boy o a la primera Playstation. Sin embargo existían una caterva de privilegiados que tenían algo en exclusiva llamado PC, un aparato que no solo te permitía escuchar música, abrir el Terra o descargar en el eMule, también si tenias suerte tus padres te habían metido un montón de juegos en la maquina para que pudieras darle en tus ratos libres ¡E incluso podías conseguir muchos más sin pagar! Esto que ahora a día de hoy muchos consideran normal, en el momento en el que yo era niño, era toda una revolución, algo que sin duda yo no podía jactarme fácilmente, pues mi primer ordenador lo obtuve, con 14 años de edad...
Pero volviendo al tema que nos ocupa, es interesante como en la niñez nuestra forma de afrontar el medio, es tan diferente a cómo es actualmente, como en esa época más sencilla, todo parecía fascinarnos, todo parecía emocionarnos, tanto, que el simple hecho de ver juegos corriendo en algo que a la vez se usaba para acceder a internet, a mi me parecía sacado de otra galaxia. Todo por supuesto visitando la casa de un amigo, que entre aventura grafica y juego educativo, tenía alguna que otra pequeña curiosidad interesante, entre todas, había un juego de plataformas que jamás olvidaré... El primer Rayman. Un juego fetiche para mí a la par que buscado, esa obra, que siempre probaba en casa de mi colega, pero siempre cuando estaba a punto de obtenerla para mi PSX, se me escapa de la manos, ese título del que solo pude completar un par de mundos a trancas y barrancas, pero que nunca conseguí obtener o emular, hasta hace relativamente poco. Porque el destino es caprichoso y antes pude catar su tercera entrega (La cual recuerdo muchísimo cariño de los principios de la PS2) y su spin-off multijugador, juegos que aunque tengan ciertas reminiscencias poco se acercan a lo que era el primer juego de por aquella antaña mascota de Ubisoft.
Pero cómo ya sabéis de que va la vaina, iré rápido para los que lleguen nuevos, toca hablar de un juego que no ha resistido al valor del tiempo, que ha conseguido que la poca nostalgia que tuviera sobre él se volviera en su contra y que por supuesto es muy querido por público, pero que para un servidor no ha conseguido hacerse valer lo suficiente. Para los dolientes como Suso, no hay contexto, solo visión actual, todo bajo mi prisma personal, sin sentar catedra, sin intentar pisar la opinión, simple y llanamente un ejercicio de texto, donde le damos un enfoque diferente a ese videojuego que seguro que a más de uno, entre los que tú te incluyes te saca una sonrisa. Hoy toca ensañarse un poco, con el bueno de Rayman, que tuvo entregas posteriores excelentes (O al menos es lo que mi visión actual me permite decir) pero unos comienzos algo inferiores...
¿Preparados para sufrir el rescate de los Electoons?
domingo, 24 de julio de 2022
Recordando (VI): A Megaman a través de Starforce
Hay cosas que por pertenecer a determinados rangos de edad o determinadas generaciones, damos por asumidas. Así es para cientos de personas que ahora rondan la treintena larga e incluso los cuarenta, que vivieron de tú a tú la presencia del bombardero azul, en los videojuegos de 8 y 16 bits, que prácticamente cada año si estaban atentos podían ver una nueva entrega de Megaman y por supuesto lo vieron crecer desde la completa ignorancia hasta el más absoluto de los triunfos, tanto es así, que no fue hasta la época de la GBA, donde ya empezó a diversificarse, a la par que su popularidad decrecía, que muchos chavales de una manera u otra, conocían el trabajo original de Keiji Inafune y los suyos, ya fuera porque tenían alguna maquina donde aparecía, lo habían leído en alguna de las revistas del momento o incluso llegaban a tener amigos, con algunos de los juegos. Si bien es cierto que para ellos fue todo un héroe dentro del medio, tanto la gente de mi época, como chavales a día de hoy, ignoran quien o que es Megaman y si no hubiera sido por dos hitos, acompañados de mucha curiosidad, yo quizás tampoco lo miraría con los mismos ojos a día de hoy.
Terminando la primaría y durante los primeros compases de la secundaria, era habitual que muchos chavales aún pipiolos, pasasen la hora previa antes de ir al colegio, viendo canales orientados a ellos, con series infantiles, en esa emisora, ponían muchísima animación japonesa, siendo en parte culpable de que a día de hoy me guste tanto este tipo de series, como me gusta ahora, pero de entre todas ellas, echaban una de la que nunca me olvidaré, la versión animada de Battle Network, que era un intento de diversificar al bombardero azul, acercándolo tanto a las cartas coleccionables como al RPG. Si bien es cierto, que nadie en ese momento tanto con Game Boy Advance como Nintendo DS, llegamos a oler jamás uno solo de esos títulos, pero sí nos tragamos la historia de Lan Hikari, de pe a pa, tanto es así, que probablemente si le preguntas a cualquiera de mi quinta, que consumiese Canal 2 Andalucía por aquel entonces, al menos te podrá decir que le suena, ni que sea el nombre... Sin embargo el tiempo pasa, las mareas se calman y como siempre, la gente pasa a mejores menesteres, hasta yo, sin embargo los buenos momentos que me darían esos dibujos, junto con el nombre de Megaman permanecerían latentes en mi interior.
Años después con el asentamiento de la consola con pantalla táctil en la vida de muchísimos adolescentes, el nombre de la legendaria IP, volvería a resonar una vez más, esta vez, era un Spin-Off, ni rastro de EXE, ni rastro de Lan y aunque en una primera instancia fue un palo para mí, porque primero yo pensaba que esto era un anime y segundo porque no se parecía en nada, a lo que yo había visto tiempo atrás, pero intrigado continué jugando y cuando me di cuenta, Starforce se había vuelto parte de mí, parte de mi adolescencia, como la portátil de Nintendo y TWEWY, en su debido momento. A día de hoy, más de 10 años me separan de la experiencia original, yo ya no soy un retaco, ni un chaval en busca de crecer o contemplar el mundo, pero una vez más he sido cautivado por las peripecias del dúo de Geo Stellar y Omega-Xis, así que toca sentarnos a recordar porque esta entrega es tan especial, sobre todo para este servidor, pese a ser tan infravalorada e incluso vilipendiada por el resto de mortales. Para esta ocasión, no he dejado ni que pase el tiempo (Cuando veáis esto, llevaremos más horas, pero en el momento de escribirlo, ha pasado una escasa) porque me apetece volcar mis sentimientos desnudos directamente en texto, tanto para bien, como para mal, chocando en cierta medida con ese yo más joven a la par que pasional.
¡Geo Stelar cambio a Onda FM! ¡En el Aire!