El E3 y el hype desmedido

El E3 ha terminado y con él, un montón de juegos han salido a la palestra, colmando las ilusiones de miles de personas en el proceso. Cientos de jugadores apuntando en su listas imaginarias X o Y juego que esta por salir, haciendo teorías sobre el próximo bombazo de Miyazaki o directamente corriendo a la tienda más cercana, para hacer su correspondiente reserva, sin apenas información o datos fidedignos que respalden la inversión. Todo auspiciado por una inmensa maquinaria de marketing y respaldo de tanto prensa como diferentes aficionados de mayor o menor impacto mediático, más centrado en mostrar lo que esta por venir, que en lo actual, o incluso pararse a pensar los efectos de la aclamada feria sobre nosotros.

Si os sincero, aunque he estado al tanto de los diversos eventos y conferencias, que se han dado esta semana, y aunque también soy en menor medida victima de los efectos de algunos juegos venideros; he estado más en segundo plano viendo como se desarrollaba todo, más preocupado de ir reduciendo mi infinito backlog, más centrado en mi día a día, dejando que las diversas muestras fueran pasando, solo informándome a través de resúmenes, pero sobre todo preocupado más de mi disfrute personal, que si por ejemplo, determinadas compañías mostraban el ansiado nuevo bombazo que tantos esperaban. Por que es eso, la antigua feria de los Ángeles, esta muy centrada en vender ilusiones, sueños y alimentar fantasías, independientemente de si la cosa sale bien para el usuario o no (un aplauso para todos los que esperaban una Nintendo Switch Pro).

La verdad es que, aunque esta semana de eventos, no me ha parecido nada del otro jueves y tengo mi propia opinión al respecto de que conferencia ha sido mejor que otra, en base al contenido que se ha anunciado (No en cuanto a ritmo, presentación y demás, porque como ya sabéis, no las he visto) no es algo realmente que concierna a esta entrada, siendo algo que podéis ver en cientos de sitios ajenos a este, que por supuesto también hacen un examen más exhaustivo, digno de alabanza en algunos casos. En este pequeño espacio, me voy a centrar en los efectos de las diversas conferencias, en las ilusiones que nos produce, pero sobre todo en las consecuencias tanto para nuestra lista de pendientes, nuestra cartera y hasta un poco en nuestra salud mental.

Como todos sabemos el principal objetivo del E3 es mostrar videojuegos a potenciales compradores, simple y llanamente. Para ello las diversas compañías implicadas, ponen toda la carne en el asador, en cada espacio correspondiente, mostrando lo mejor que tienen, mediante diversos trailers, junto con algún que otro gameplay. La feria de los Ángeles, suele ser motivo de reunión de miles de personas, ya sean tanto desarrolladores como usuarios, a la vez se supone que es motivo de celebración de nuestro medio, siendo un evento no solo con muchos años de historia detrás, si no, además, lugar donde se han originado maquinas, conceptos y sueños de cientos de jugadores, a lo largo del mundo. Además, durante más de 20 años, ha sido el principal foco mediático del ocio electrónico, permitiendo a muchas empresas mostrar su trabajo al publico, haciendo futuras ventas en el proceso y con ellas muchos adeptos a determinadas obras. Sin estas conferencias, los videojuegos no serían lo que son hoy, ni moverían el dinero que mueven hoy, eso es innegable.

Sin embargo hay mucho más de lo que se puede apreciar a simple vista, especialmente si ponemos el foco, en el jugador corriente. Durante la semana que dura, estamos en una vertiginosa carrera, para intentar mostrar lo máximo posible, de la mejor manera posible, con tal de colocarnos futuras copias, o al menos, despertarnos interés por lo próximo que esta por venir, por supuesto dado que cada vez hay más diversidad de empresas que invierten marketing para tener variedad de cosas que mostrar, vaya que si lo consiguen... Los que me estáis leyendo, que seguro de una manera u otra, estuvierais mirando lo que se estaba lanzando estos días, tendréis ya, algún que otro juego en la mira, si es que no hay ya alguno que al menos os haya suscitado interés, hasta a mí me pasa... Y es normal, la maquinaria detrás de todas estas empresas para generar ilusión o hype, es abismal, consiguiendo generar necesidad donde antes no la había, centrándonos mucho más en lo que esta por venir, que en lo que tenemos ahora entre manos, que también no es precisamente poco...

Tales of Arise, Shin Megami Tensei V o Forza Horizon 5, solo son unas cuantas muestras de juegos, que a mi me han llamado la atención y que de una manera u otra, tengo ganas de al menos probar durante este año. Experiencias que ni siquiera tenía en la mira desde un comienzo, que lo más probable es que me ocupen tiempo y recursos, de otras obras, que ya tengo en mi poder, que tendrán que verse relegadas más tiempo en esa lista metafórica, para hacerle paso a cosas que el E3 me ha conseguido vender de una manera o de otra, que en un principio, ni quería, ni necesitaba. Algunos diréis, que es lo habitual en el medio, y sí, no os confundís, los videojuegos modernos viven del aquí y del ahora, siendo esta feria, la máxima extensión de todo eso, pero pienso que no debería ser así. Hay obras magnificas que han salido este mismo año de las que la gente ya se ha olvidado, ya no digamos de otras, que han salido en el lapso de uno o dos años, que ya no son tendencia y por lo tanto, ya ni merecen nuestra atención, pero incluso de que fuera el caso de que sí, ya esta lo venidero para eclipsarlo, entrando en una especie de espiral, donde solo lo actual y lo que esta por venir es lo importante, teniendo cualquier obra una fecha de caducidad de pocos meses.

Volviendo a Atlus; Nocturne HD, el remaster del tercer Shin Megami Tensei, ha salido hace tres escasas semanas y más allá de cuatro menciones esporádicas en los medios, junto con algún que otro usuario en redes, ha sido relegado al olvido, no hablemos de títulos como por ejemplo, Nier Replicant, que después de ser ansiado y comentado por muchos foráneos, tras un mes, es como ni siquiera existiera para muchos, especialmente para los que ya se lo han acabado, que sin apenas reflexión, han pasado a otro tema, como si la cosa no fuera con ellos. Es triste, que ferias así, que deberían ser no solo ventana al futuro, si no, además motivo de celebración del medio, estén tan obcecadas en vender, que nos hagan olvidar que hay mucho en este ocio, que rescatar, rememorar, revisitar o incluso de lo que reflexionar. Pero sobre todo que den tan poco valor a determinadas obras, que compramos, cuando podemos con toda la ilusión, pero que gracias a la vorágine social actual, propiciada por  este tipo de eventos, pierden para muchos el foco, combinado con la poca valía que se le podían dar, a muchos de estos productos ahora relegados a la estantería.

Mientras los jugadores, poniendo fechas en calendarios, haciendo malabares con los ingresos o variopintos organigramas para ver cuando y como podrán jugar lo próximo que esta por salir, porque esa es otra, no nos venden solo una experiencia, nos venden decenas de ellas al año, cada vez más extensas, con más valores de producción detrás, con cada vez más dinero en marketing invertido, todo con tal, de las que las juguemos, de que las consumamos como si fueras gominolas, perjudicándonos en el proceso, mientras se reduce la calidad de la experiencia, con tal de hacer una nueva venta. Aunque no lo creamos, jugar obligados a determinadas obras porque son tendencia, es tan nocivo, como el simple hecho de consumir rápidamente para pasar a lo siguiente, que irónicamente son dos practicas que se están solapando en los últimos tiempos, a la hora de consumir videojuegos. ¿Dónde quedo el jugar a lo que de verdad uno sentía necesidad? ¿A donde ha ido, el explotar lo que el videojuego tiene antes de pasar al siguiente? ¿O por lo menos el reflexionar y darle determinado valor, a lo que hemos estado dedicándole tantas horas de nuestro tiempo?

Paralelamente todos los procesos por los que pasa el usuario para darle un tiento a estas experiencias, le va pasando lentamente factura, lo va de una manera u otra, quemando por dentro. Muchas otros compañeros y yo incluido, hemos hecho reflexiones de esto, de como nos va afectando la maquina del hype inexorablemente, como nos vemos tentados a consumir obras, que no respetan nuestro tiempo como consumidores, que nos hacen pasar por procesos que para un niño o adolescente pueden ser admisibles, dada sus condiciones, pero para nosotros empiezan a hacerse molestos e incluso cansinos, mientras esa lista de pendientes sigue engordando y engordando, puesto aunque nuestras ganas, no desaparezcan, paulatinamente nuestro tiempo sí. Sin embargo, nosotros somos a ojos de la industria, una minoría, porque la maquinaria sigue girando, y si no entras en su ciclo, estas condenado al ostracismo, aunque sea por videojuegos, que ni tienen un año a sus espaldas, así que imaginad aquellos que escudriñan los más clásicos y se alejan de las típicas obras, mentadas en todas las listas y empañadas por la nostalgia...

Juegos que por otro lado, van perdiendo razón de ser. Como muchas obras, se nos venden como necesidad enmascarada de ilusión, son rápidamente adquiridas, para ocupar un puesto en el estante, otras en la biblioteca digital, permaneciendo ahí, durante días, meses, años, hasta que nos deshacemos de ellas sin haberlas probado o incluso las dejamos olvidadas en nuestra extensa bitácora de Software. ¿No deberían las compañías propietarias alentar más la existencia de esa obra? ¿No sería lo suyo intentar mantener el interés por la obras pasado un tiempo? ¿Por que no, hacer obras más compactas, más sencillas de disfrutar, que merezca la pena disfrutar? ¿O incluso, no sería mejor preocuparse menos de vender y enseñar a hacer un consumo responsable? Estoy seguro que si todas estas cosas se llevasen a cabo, no solo nuestra forma de acercarnos a los videojuegos sería totalmente diferentes, si no, mucho más sana, tanto para nuestra economía, como para nuestra salud mental, porque a veces completar listas de pendientes, sorprendentemente puede agobiar hasta más, que hacer exámenes o ir a trabajar, y eso que estamos hablando de un pasatiempo, valga la ironía...

Es triste, pero tanto reírnos de los jugadores supuestamente "Casuales" y son los que mejor se acercan a nuestro medio, sin tantas prisas, valorando mejor lo que juegan, espaciando bien las obras que consumen, y no preocupándose tanto de lo que van a consumir o dejan de consumir, más centrados en el ahora, del disfrute, como hacíamos muchos de nosotrxs antaño, cuando éramos más jóvenes, siendo nuestra única preocupación los detalles más nimios de la vida, entre los cuales, era pasar cierto juego en el que estábamos atascados o al que volvíamos una y otra vez, porque simplemente nos había maravillado, queriendo escudriñarlo todo en la próxima vuelta. Y sí, se que me repito, esos tiempos no van a volver, porque nuestra forma de consumir y ver la vida no es igual que antes. Pero oye todo es posible, y si no, nuevamente que se lo digan a la gente de PatientGames.

¿Entonces? ¿Está mal tener ilusión o hype? Es evidente que no, porque en primer lugar es imposible no tenerlo, más como se encuentran las cosas, especialmente con determinadas obras. Sin embargo si existe espacio para pensar en como nos afecta, en que nos están vendiendo, pero sobre todo en las obras, no tanto venideras, si no, las que ya están de antes, junto con las que ahora están con nosotros. Centrarnos más en lo que tenemos entre manos, dándoles el tiempo y espacio que verdaderamente se merecen, que centrándonos solo en lo que va a venir dentro de varios meses, o en completar obras rápidamente con el fin de llegar a tiempo para consumir compulsivamente los próximos bombazos. Juegos que por otra parte, se nos venden de tal forma, que aunque lo parezca, a lo mejor, no necesitamos, ni nos van a aportar nada especialmente relevante, la mitad de ellos.

Mejor centrarse de verdad en lo que nos suscite un interés genuino y sepamos que podemos dedicarle los recursos que se merece, centrándonos más en comprar menos obras, pero que esas obras nos digan algo, y que incluso si las vemos metidas en un cajón, su espera no sea ni especialmente larga, ni empañada por otros factores, jugándola cuando realmente lo deseemos, porque de verdad nos nazca hacerlo, solo así, o al menos bajo mi prisma, es como realmente me han funcionado las experiencias que han esperado mucho para ser jugadas, siendo compradas bajo la circunstancia que sea, pero siendo exprimidas, cuando de verdad, quería y sobre todo sentía que podía hacerlo, con una ilusión más sosegada, pero más genuina, sin estar edulcorada por ajenos, que en un principio querían simplemente sacarme el dinero, con el titulo en cuestión. ¿Por qué, de que sirve, tener cientos de juegos, si al final solo jugamos a veinte o treinta?

Por lo demás, es caer en lo típico, se que he me estado repitiendo demasiado en la entrada, pero como siempre aunque me lean los habituales, ellos saben, que recalcar determinadas cosas es importante, más en un momento, donde la gente esta más centrada en lo que vendrá, sin importarles nada más, ya sea tanto en nuestro particular ocio, como en muchos otros de diferentes indoles, que requieren igual o más introspección incluso que el nuestro, pero que se valoran igual o peor. Porque como digo siempre, aunque el numero de historias crezca, y nuestras listas, con ellas, el tiempo disponible solo disminuye, por lo que aprovecharlo bien, es todo un arte...

Para terminar, espero que hayáis disfrutado del E3 de una forma menos centrada en las conferencias y más en vosotros, junto con vuestros intereses, también espero que de los  juego que se hayan anunciado, de los cuales tengáis interés, los consumáis con salud, menos centrados en devorarlos o devorar sus antecesores para llenar listas imaginarias o tablas de Excel, que nunca están por acabar.