Injustamente olvidados (VI): Gladiator Begins

Los romanos son conocidos por ser precursores de muchos elementos, ramas de pensamiento e incluso hábitos que han persistido hasta nuestros días. Al igual que nosotros, por esa época también se buscaba una manera de echar el rato, pero sobre todo de entretener a las masas por igual, independientemente de su estatus o profesión, así es como en una primera instancia nacen los famosos juegos, que aún persisten actualmente. Pero no serían los únicos, pues a través de estos también nace todo el espectáculo relacionado con la arena, los coliseos y la archiconocida figura del gladiador, que no solo ha sido un símbolo del espectáculo puro y duro, sino también de elementos como la libertad, la violencia, el funcionamiento de la casta o la política del momento entre muchos otros elementos. Entender esto implica, tener en cuenta como la romantización de la figura del peleador, ha colmado todo lo que podríamos entender más allá de estos temas, no dejando espacio a simple vista a mucho más, ni irónicamente es lo que muchos buscan cuando piensan en esa época...

Los videojuegos son una parte más del engranaje que ha querido sacarle jugo a toda la idealización de este deporte, no siendo pocas obras las que de una manera u otra intentan bien explorar o bien intentar sacar redito de lo que significa ponerse en la piel de un gladiador del momento, haciendo principal énfasis en tanto el ambiente como en los combates. Esto fue así al menos durante principios de los dos miles donde la presencia de grandes referentes en el mundo del cine aún tenían cierta presencia en el imaginario colectivo, sin embargo la cosa fue desinflándose de forma paulatina en los años posteriores hasta llegar a la década pasada donde la existencia de referentes era nula, pero incluso con todo en su contra, pese a ser ridiculizados por poner una señora en paños menores, Goshow con ayuda de Acquire intento gastar el ultimo cartucho que le quedaba a la temática, volviendo a poner sobre la palestra, un tiempo, donde la gente peleaba jugándose la vida para obtener un estatus más allá del simple reconocimiento. Spoilers aparte, la cosa no salió muy bien y aunque cierto público llego a catar la obra, no fueron los suficientes para poder conseguir que el titulo que hoy nos ocupa obtuviera algún tipo de hueco en la historia actual, pese a las buenas intenciones detrás.

Tanto ha sido el empeño de la empresa tokiota que hasta intentaron realizar una secuela años después, juego que estaba previsto aparecer en algún momento de mediados del 21, pero que tal como surgió, desapareció sin dejar tan siquiera un mínimo rastro ¿Pero que hace a este juego tan especial para sus creadores? ¿Por qué hay gente que idolatra tanto este videojuego? ¿Es una de esas recomendaciones a tener en cuenta? ¿Consigue mantener el espíritu de otras grandes obras de la compañía? Como siempre digo, todas las respuestas, están tras el salto de lectura...

¿Preparados para sumergiros en el fin del reinado de Marco Aurelio? Porque yo sí.

Cómo ya he comentado, la trama nos sitúa en los últimos días del imperio de Marco Aurelio uno de los "cinco emperadores buenos" durante este proceso, surgirían tanto en el senado, como en la alta cuna, discusiones sobre quien sería el nuevo sucesor del emperador, quizás su hijo Cómodo, un joven sin duda prometedor pero lejos de la grandeza de su predecesor o un general de alto rango llamado Cassius, contrario al emperador pero de buena disposición, combinada con una prolongada lista de méritos detrás. Este es el telón de fondo, pero sorprendentemente, no es algo implícito en la obra hasta llegados a cierto punto y paralelamente es un contexto que es fácil de pasar por alto durante las primeras horas de juego, hasta el punto de que existe hasta la posibilidad de ignorarlo en su totalidad, porque para llegar allí antes hay mucha sangre que tenemos que derramar. Nosotros encarnaremos a un esclavo anónimo personalizado a nuestro gusto, que es adquirido por el lanista Magerius, un hombre de negocios de la época, que se ve forzado a renovar su plantilla de luchadores, tras un desafortunado accidente en la arena. Tras unos breves compases que funcionaran como tutorial, nos vemos rápidamente lanzados al espectáculo para probar nuestra valía que es lo que también nos permitirá de forma lenta pero segura ir conociendo a los diversos patrocinadores, así como los eventos que conformaran nuestra vida como gladiadores hasta el final, marcados por los créditos. No os mentiré, Gladiators Begins es un juego muy limitado, incluso para el sistema del que viene, pero a la vez, emplea su naturaleza de la forma más práctica y honesta que sus limitaciones le permiten. 

Aquí no hay grandes tramas, ni custcenes, de por medio, todo se basa en ir accediendo a cada uno de los diferentes coliseos e ir participando en eventos. Cada día habrá un patrocinador disponible en cada uno de los emplazamientos, por lo que probablemente si vamos, podremos verlos en persona, ahondando poco a poco, en sus intereses, descubriendo a la vez las situaciones o conflictos en lo que se halla metido, dando a su vez variedad y color a nuestras pesquisas como luchadores. Hay 6 posibles patrones, cada uno tiene su contexto político, reflejan temas diferentes que quiere transmitir la narrativa, así como su trama personal, por lo que, la gracia aquí como en Way of the Samurai, es que comprometerse con alguno significa obviar a los demás, así que hay otros puntos de vista que nos perderemos en un primer acercamiento a la obra, siendo necesario para entender en su totalidad todo el contexto darle al menos unas cuantas pasadas al título. Sin embargo no es la única vía para proceder aquí, también existe la capacidad de trabajar duro para obtener nuestra libertad, a la vez que nos convertimos en el gladiador más poderoso de Roma, así como una vez llegado cierto punto seguir con las intrigas palaciegas sobre sucesiones que sacuden el país, de las cuales, la mitad de nuestros mecenas están implicados de una u otra forma. Lo más gracioso de todo esto es que sin ser nada del otro jueves, gracias a como están dispuestas, las desdichas de nuestros colaboradores aportan cierto sabor, consiguiendo despertar fácilmente el interés, ya que nos hacen implicarnos de forma activa en cada parte del proceso para ganarnos su lealtad.

Por desgracia, nuevamente la intencionalidad pesa al conjunto, pero esta vez de forma negativa. La imperiosa necesidad de anteponer el gameplay y el formato portátil, hacen que los personajes que aparecen durante los momentos de tranquilidad, se sientan muy limitados, los aliados expresan una serie de temas concretos, los villanos que aparecen los secundan al estar estrechamente ligados a cada trama con un patrón concreto y por supuesto nuestro lanista, más que servir como contrapunto, funciona como una especie de guía en sus primeros compases, para luego ser poco más que un nexo común. Lo mismo podríamos decir del aliado más importante de la trama principal y su adversario tanto militar como político... Existen además ciertos alicientes, como algunos personajes entrelazados entre varias historias, así como nuestro rival directo, que también es un luchador con un carrera espectacular, pero nuevamente acaban palideciendo, cuando empieza a mirar un poco más allá. Y ya no hay más, porque tampoco es el que el juego se esmere más en ello, entrar aquí es saber a lo que uno va y la historia es más la salsa, que la principal razón para mover todo lo que hay por detrás, esto en cierta manera es triste, porque aunque esta epopeya recuerda muchísimo en disposición a los conflictos de samuráis que suele presentar la compañía, el trato no es el mismo, allí cualquier cosa que imagináramos posible a nivel de trama, aún de forma parca podía materializarse, mezclándose de forma aceptable con el esqueleto jugable y dando muchísimas posibilidades al explotar la obra, aquí por el contrario aún con buenas ideas, se araña solo la superficie...

Los temas también se sienten igual, exceptuando un par, la mayoría son los que ya hemos vistos en infinidad de obras que exploran este periodo, solo tienen un peso adecuado, todos los tejemanejes políticos, que aquí cobran un tono lo suficientemente interesante, para notarse curiosos y frescos, cercanos al menos en intención a otros medios que los emplean de forma más compleja pero igual de efectiva y por supuesto la sensación de sentirse la ultima mierda del lugar. No es hasta que nos hemos ganado la confianza de nuestro dueño a la vez que cierto prestigio, que se nos deja movernos libremente entre estadios, ganemos lo que ganemos un parte de los beneficios van destinados a nuestra ludi, siempre se nos trata como si fuéramos un esclavo condicionado en cierta medida a decisiones de terceros y no podemos olvidar la intrínseca necesidad de algunos personajes de recordarnos nuestro valor como propiedad, así como incidir que todo lo que tenemos es por y para el espectáculo, ya que todos los ingresos que obtenemos se destinan a adquirir, mejorar o equipos o curar nuestras heridas (Si pensabais que Magerius iba a costearnos el tratamiento estáis muy equivocados)

¿Entonces que hace especial a Gladiators Begins? Sin duda alguna, su intención de ser un juego portátil hasta los extremos. No se si sus desarrolladores llegaron a admitirlo de forma abierta, pero en cierta manera el trabajo de Goshow se inspira en las entregas de Monster Hunter aparecidas también en la primera portátil de Sony, no solo en cuanto a interfaz se refiere... Ya que si por algo primaba la obra de Capcom es que puede ser a la vez una fuente de horas continua o segregada pero manteniendo su formato lo suficientemente interesante para dar incentivos a todo tipo de jugadores y la obra que hoy nos ocupa no va desencaminada en esas pesquisas. Cuando entramos en el juego, habiendo dejado nuestro aprendizaje resuelto, cada día siempre aparecemos en nuestra ludi, allí podemos subir los atributos de nuestro avatar, configurar su equipación, seleccionar sus técnicas de combate avanzadas (así como mejorarlas también) modificar nuestro titulo y por ultimo acceder al mapa mundial. Una vez allí podemos dar un rápido vistazo a las arenas disponibles, los patrones que se encuentran en ellas y saltar a la más nos convenga (Si hemos obtenido el suficiente redito para hacerlo, si no, tocara ir donde nuestro dueño diga) Una vez en el estadio, podremos visitar al armero, al medico, ver los combates disponibles y visualizar tanto nuestras estadísticas como nuestro equipo. Cada día solo se puede visitar un emplazamiento, cada uno tiene tres tipos de combates y tenemos tres intentos por sesión para vencer todas las pruebas, ganando o perdiendo se vuelve al lobby del coliseo, con las heridas recibidas y si hacemos el último combate sin haberlos jugados todos o abandonamos la estancia, perdemos la oportunidad de terminar de hacer todas las cosas disponibles ese día. Si hay patrocinadores de por medio, veremos narrativa antes de entrar al coliseo y después de terminar la jornada, luego vuelta a casa, para ver un letrero anunciándonos el día siguiente y una vez más vuelta a empezar.

Esta dinámica no es extraña a quien ha jugado otros juegos portátiles del mismo palo e incluso en la misma maquina, porque nuevamente el titulo de cazar monstruos sin tanto despliegue de menús, abusa de los mismos recursos, quizás con cierto miedo a equivocarme obras como Disgaea, Metal Gear Peace Walker o Lord Arcana, también a su manera utilizan un esquema similar, pero mientras en esos juegos hay algo más que hacer o a lo que acudir que simplemente pasar texto y hacer configuración, aquí lo es todo. Exceptuando los momentos peleando todo se dispone así y serán los eventos generados por la trama en la que estemos sumergidos lo que dará la variación al conjunto, poniéndonos en localizaciones diferentes u ofreciendo momentos que nos podrán en algún que otro brete, el resto es lo descrito y hablando en plata, para sesiones cortas es la autentica vida. Gladiators begins es uno de esos juegos que te pones mientras tienes otra cosa de fondo, quieres tirarte 30 minutos vagueando con un juego pero no sabes cual o necesitas algo para entretenerte en un trayecto de tren o autobús, pero no quieres tirar de cosas más largas. Porque aunque su combate va ganando enteros a la par que complejidad conforme avanza, su disposición siempre es la misma y esa es su mayor ventaja a la par que su peor inconveniente. Por lo que probablemente aquellos que disfruten de lanzarse rápidamente a la acción sin muchas esperas o pretensiones y no les importe dispensar su tiempo en mecánicas de juego constantemente iguales, encontraran una joya que les mantendrán absortos horas, ya sea en sesiones cortas o incluso largas (He llegado a jugar horas y no querer soltarlo con eso lo digo todo) A la que como ya dijimos antes el componente de rejugabilidad le sienta de fabula. Eso sí, los que precisen de algo más elaborado, menos repetitivo o más profundo, aquí no lo van a encontrar.

Hablando de las partes de combate en sí, estamos ante un Hack and Slash bastante técnico donde nuevamente al igual que su referente más directo, la personalización es un punto muy a tener en cuenta. Nuestro avatar puede equiparse diversas piezas de armadura, que le dan defensa tanto a nivel global como en puntos específicos del cuerpo, a su vez, también puede portar diferentes armas, que modifican su estilo de combate de una manera u otra. Tenemos la espada a una mano combinada con escudo ligero, lo que nos hace ofrecer un combate equilibrado; Escudo pesado con un arma larga en ristre, lo que bien pertrechados nos convierte en autenticas moles; el uso de un arma en cada mano, lo que nos da muchísimo daño combinado con algo de velocidad a coste de nuestra defensa y por último el estilo de púgil, que nos da una enorme velocidad de ataque, pero ni es tan dañino como el anterior, ni tan defensivo como otros estilos. A todo esto se le suman las técnicas de cada forma de pelea y el propio gameplay. Que ahondando por fin en él, tras las presentaciones de cada peleador, empezaremos a un extremo de la arena y nuestro rival o rivales en el otro, siendo ahí cuando comienza el vals. Nuestro objetivo en la mayoría de casos es reducir la barra de salud de nuestro enemigo, para ello podremos golpearle en cualquier parte de cuerpo pasando por la cabeza hasta llegar a las piernas, si impactamos en una parte descubierta infringiremos mucho daño y lo mismo sucede en nuestro caso, además cada vez que golpeemos en una zona blindada la durabilidad de la armadura, equipo u arma sujeta se reducirá, hasta soltarse y producir una apertura que poder o no aprovechar, ya que al igual que podemos golpear en puntos específicos, para hacer soltar cosas, también podemos recoger elementos del suelo sobre la marcha para poder reequiparnos rápidamente, súmale a eso estar en un espacio vallado a la vez que cerrado y se obra la magia. Al principio tanto nosotros como nuestros adversarios apenas tienen equipo que les cubra, pero conforme se complica la cosa, cada vez se hace más crucial saber cuándo, como y donde golpear, además de que set llevar, porque si no es posible que besemos constantemente la lona.

Esto sumado a las técnicas especiales, que nos gastan stamina pero a su vez nos dan acceso a maniobras como acortar distancias, desarmar o golpear puntos específicos, tenemos un combate donde lanzarse a loco es bastante arriesgado, donde lo importante es posicionarnos, saber cuándo defender o desviar, como esquivar, ver cuando ejecutamos determinado movimiento, cuando es momento de abusar del contrincante o cuando es mejor retirarse, más si tenemos varios rivales a la vez, confabulados para darnos caza. Esto permite que cada enfrentamiento sea tenso, especialmente los relacionados con el ascenso en el escalafón, los que involucran a jefes de trama o los que nos fuerzan a sobrevivir oleadas de enemigos cada vez más inteligentes a la par que blindados y es aquí junto con la naturaleza del videojuego, donde más consigue brillar, separándose de lo establecido en la maquina, ya que en vez de hacer un calco con otra skin de los cien veces visto en la cacería de monstruos, aquí sus mejores ideas se ponen al servicio de una jugabilidad que ya en la época de PS2 era todo un portento (Sí este juego tiene una precuela en la maquina de sexta generación de Sony) Eso sí, no es todo oro lo que reluce y su sistema de RPG es muy parco, influyendo más en el peso, que en otros elementos, al igual que se echa en falta, una mejora sustancial en la IA enemiga o los entornos, ya que aunque eficientes, es fácil que siendo un poco inteligente no se pueda abusar de la disposición de las arenas, para destrozar a nuestros rivales sin contemplaciones. Añadidle el sistema de calificación durante las trifulcas mal medido además de poco útil y tenemos el conjunto de todo lo malo.

Con todo estoy seguro que probablemente, Gladiators Begins, no sea ni de lejos el mejor videojuego que haya probado, ni en general, ni para su máquina de forma especifica, aun así, ha sido una obra estupenda, con la que echar el rato, ir conociendo personajes, a la vez que maximizaba mi personaje, ya que en una vez acabemos la primera run tras 10 horas, aún quedara mucho por ver, mucho por mejorar, además de muchas opciones incluso que desbloquear o probar. Pero sin duda, es a lo largo de mi recorrido con él conforme me he ido dando cuenta, que en cierta manera no es un juego preparado para paladares algo más refinados, ni una oportunidad de ver más cosas que no sea su ambientación, sus intrigas o su fantástico sistema de combate. Como ya dije previamente es cuestión de cada uno, el elegir si le merece acudir a uno de tantos juegos que tuvo PSP, que no se separa en exceso de los establecido, más que por sus buenas intenciones, combinada con las curiosidades que hay detrás. Ya que aunque a nivel de gameplay sobresale, en conjunto global tuve mejores sensaciones con Way of the Samurai, solo lastradas como en este caso, por lo técnico.

Por lo demás, me cuesta recomendaros abiertamente este título, dada su disposición junto con la disparidad de gente que me suele leer, pero como su supuesta secuela ha desaparecido sin dejar rastro y su antecesor no solo ha caído aún más en el olvido, si no que solo se centra en el aspecto de combate, es difícil deciros que si tenéis curiosidad no acudáis a él, puesto que no existe nada similar de lo que echar mano fácilmente en estos tiempos, más cuando ahora este juego encima a recibido una traducción a nuestra lengua por los chicos de Blue Star, lo que lo hace salir de su letargo para unos poco más de forma temporal y es una estupenda manera de conocerlo sin arriesgar demasiado en el proceso (Aunque no es que este videojuego sea caro, más bien es difícil de encontrar actualmente) Y aunque algunos me tildarán de fomentar ciertas prácticas ilícitas, prefiero que la gente se acerque antes a la obra y la saque del olvido para después adquirirla si gustan, que alentar a un par a comprarla de buena fe, para luego meterla en un cajón a comer polvo, con las correspondientes culpas a mi persona...

Sin duda no es lo más bizarro que hemos visto de Acquire, ni lo más característico, pero si apunta a maneras por méritos propios, si consigue hacer la principal función de cualquier videojuego que es entretener y si puede plantear ni que sea, un par de interrogantes que se mantendrán lo suficiente en la cabeza del jugador, para poder mantener el interés, más que pueda añadir al final es innecesario, por lo que como pasa con otras joyas ocultas, es papel de cada uno discernir si estamos ante la gran próxima obra maestra a descubrir o por ese juego que es un absoluto disgusto. Por mi parte, pese a lo malo, solo puedo mencionarlo con elogios y algún día esperar que tanto esta franquicia como la famosa saga de guerreros orientales acaben regresando a Occidente, aunque sea mediante juegos que solo unos cuantos compraremos...

Con un beso para todos y una famosa cita de Marco Aurelio me despido hasta más ver: "El arte de vivir se asemeja más a la lucha que a la danza"