Injustamente olvidados (VII): Rhapsody a Musical Adventure

Nunca he sido un seguidor acérrimo de los musicales, es más, si me preguntas te diría que han sido muy pocos realmente los que he conseguido ver enteros, sin tener ganas de tirarme de los pelos. Tanto es así, que recuerdo con cierto desagrado e incomodidad todas esas ocasiones en las que en muchas de mis películas Disney favoritas y que tanto devore en la infancia, alguno de los diversos personajes aprovechaba para desarrollarse a sí mismo a través del canto. Sin embargo ha pasado el tiempo y aunque sigo teniendo cierta incomodidad, poco a poco, he ido consiguiendo adaptarme a las nuevas obras, que utilizan la música como motor para contar historias, emocionar a sus espectadores o directamente hacer crecer un arco de personaje. Lo que si me ha costado más, es hacerme a muchas de las tramas, que utilizaban este recurso para seguir adelante...

Si bien es cierto que el género ha tenido todo tipo de representantes, ha sido en el ámbito infantil donde se ha explotado constantemente, más aún, en las narrativas centradas en niñas o chicas jóvenes. Donde cuentos versionados por la empresa de Mickey Mouse, como la Cenicienta, Blancanieves o incluso más recientes como Enredados, utilizan este recurso, obras que lejos de desagradarme, no conseguían atraparme de la misma manera que a muchas otras personas, quizás por mi falta de sensibilidad, quizás porque el enfoque de género no era el adecuado, incluso puede ser que yo no fuera el público al que fueran destinadas. Pero con todo y pese a estar más de capa a caída en estos momentos, fueron toda una revolución en su momento y a día de hoy son la fuente de nostalgia de varias generaciones incluida la mía.

No se si por admiración o mediante estudios de mercado, Nippon Ichi, debió pensar lo mismo que yo, allá por el 98, porque después de pasarse varios años haciendo ports para SNES y PSX, así como videojuegos de Majhong, decidieron dar el salto a la palestra y hacer su propia obra, que no solo homenajearía a la vez que parodiaría todas esos cuentos de niñas, sino que además acercaría a muchísima gente al SRPG, les daría por fin el titulo de desarrolladora como dios manda, pero sobre todo les daría la oportunidad de desarrollar tanto una identidad personal, como por ultimo una saga, que sería todo un éxito en sus tierras, aunque eso, es harina de otro costal y carne para más de una entrada. Convirtiendo a Rhapsody en tanto su buque insignia hasta la llegada de Disgaea, como su titulo a la par, más olvidado hasta por sus fans más acérrimos. Así que como manda la tradición por estos lares, toca desenredar esta interesante obra, distribuida por Atlus en tierras americanas y japonesas, pero totalmente pasada por alto en Europa, hasta la llegada de su discreto "remaster" para Nintendo DS...

Encarnamos a Cornet, una joven que vive con su abuelo en Orange Town y con Kururu un marioneta en forma de hada, que además es capaz de relacionarse con las personas. Cada noche nuestra protagonista sueña con un hermoso príncipe que viene a rescatarla de un peligro inminente, mientras que por el día, aún con una apacible vida, también arde en deseos de conocer a ese atractivo pero enigmático chico. Una jornada de tantas, haciendo un recado para su abuelo en el bosque, nuestra heroína es atacada por un monstruo, siendo salvada por el apuesto Ferdinand, sucesor del rey, que en un ápice de justicia a la par que agobiado, por la necesidad de su familia de buscarle esposa, acaba cruzando caminos con la chica. Durante todo este prologo jugable, conoceremos a la mejor amiga de Cornet, la repelente Etoile, intentaremos buscar la forma de entrar en el proceso de selección e incluso conoceremos más al amado de nuestro avatar, hasta que por reveses del destino, es secuestrado, siendo nuestra misión hacer una búsqueda a través de todo el reino de Marl, para poder salvarlo y de paso procesarle nuestro amor. Como dije en su inicio, quien no haya leído ya, toda la sinopsis y no se le haya venido a la mente, una o dos historias del mismo palo, es que poco del género ha visto o leído. Lo que hace a Rhapsody interesante es la vuelta de tuerca que le da la a formula, porque mientras los temas aquí de las obras para niñas se mantienen, dando un mayor énfasis al amor en todas sus facetas, lo que hace que te quedes es sin duda el humor.

Nippon Ichi, siempre ha sido muy famosa por el estilo que tiene de contar sus historias, por lo absurdo de sus tramas y por la dinámica tan divertida de personajes que suele tener. Siendo su origen en este juego, aquí tenemos todos los tropos habituales habidos y por haber, pero la mayoría tienen su giro. Kururu por ejemplo que representa a ese hada madrina tan habitual en este tipo de historias, suele ser malhablada, infantil y en muchas ocasiones algo dejada, relegando a Cornet a hacer el trabajo sucio, en cuanto a vencer enemigos se refiere o resolver rompecabezas. Los villanos también, aunque con poco desarrollo, son todos ridículos a su manera, especialmente la principal, que es una hechicera nefasta, un intento de MILF venida a menos y sobre todo, la comidilla de sus secuaces, que aunque la temen, tampoco pierden la oportunidad de dejarla en ridículo en más de una ocasión delante de los héroes. Por supuesto también tenemos gags propios japoneses, como la niña rica, con secuaces trajeados, que ataca tirando cohetes con un bazuca, la chica gato, rodeada de secuaces que pierden una y otra vez, ante los protagonistas, él típico viejo verde salido del tiesto o incluso él arquetipo de espadachín cool con ala negra incluida, que la trama se encarga de echar por tierra, cada vez que aparece, entre muchos otros. Si bien es cierto, que ni siquiera la protagonista tiene una profundidad digna de elogio, la trama del juego, nunca quiere ir en esa dirección, aquí lo importante es hacer pasar un buen rato a aquellos que le han dado la oportunidad al juego, gracias a los diversos personajes que pueblan la historia, mientras de paso nos llevamos alguna que otra lección en el proceso.

Porque sí, si bien el amor es protagonista, en muchas de sus facetas, del tono de la obra, no es lo único que se intenta transmitir aquí. Tenemos problemas familiares diversos como la falta de atención de los padres a los hijos, cómo lo monetario no es sinónimo de estatus, desequilibrio de poder entre diversos estatus de la sociedad, el aprender a aceptarse a uno mismo o incluso que papel juega la redención en la mente de algunas personas, entre muchas más pinceladas que nos dejan caer. Sin embargo la desgracia aquí, es que aunque todos son puntos interesantes a tratar, al estar enfocado todo para el público que está, la obra nunca se para más de lo necesario a explotar sendos temas, o si no los emplea como complemento a alguna lección relacionada con el afecto, en cualquiera de sus virtudes. Esto llega a hasta tal punto, que por ejemplo el grupo de villanos, más allá de servir como oposición, además de elemento cómico, perciben el cariño y la valía de una forma muy diferente, siendo más superficial, a la vez que menos romántica. Y sí, al final, una vez empatizas sigue siendo bonito, porque el final cierra de una forma magistral, muy acorde a lo que el juego ha ido queriendo mostrar, pero al final del día, me falta un poco más de chispa tanto en algunos personajes, cómo en algunas tramas secundarias, incluido un mejor desarrollo del pasado de algunos protagonistas, que lejos de ser malo, se siente muy apresurado. Pero por lo visto esto es algo muy común que se daba en el género durante los 90, que algunos grandes se tendrían que encargar de encauzar o mejorar...

Otro punto a tener en cuenta, es la presencia de la música y como esta permea todo el tono del juego. Cornet tiene un trompeta, que puede tocar, utiliza para atacar e incluso le permite reclutar aliados. Los momentos más importantes de la obra se representan a través de diversos números musicales e incluso hay melodías que directamente no solo son la base de una localización, sino que además llegan a tener un peso a tener en cuenta durante el desarrollo de la historia, como la fanfarria que podemos tocar en las plazas, a cambio de información y dinero. Es más debo incluso decir, que pese a tener cierta sensación de incomodidad con otras representaciones, aquí he disfrutado muchísimo todas y cada una de las intervenciones, llegado hasta tal punto, que me sería imposible concebir este juego, sin cada una de las piezas musicales que aparecen en momentos clave y que NIS en un ejercicio muy inteligente o quizás muy estúpido, decidió suprimir la mayoría en su versión para la portátil de Nintendo. Por otro lado también hay muchísimas reminiscencias tanto a la cultura europea, como a la representación que suelen tener muchas criaturas en los cuentos infantiles más típicos, ya que la mayoría de rivales a batir, pese a ser en un principio diversas variedad de monstruos, tienen todos un aspecto, que fácilmente encajaría en un shoujo o película animada para chicas jóvenes.

Ahora a nivel mecánico estamos ante lo más sencillo del mundo. Nos moveremos por diversas áreas, que pasan desde ciudades, hasta mazmorras, encanando a Cornet podremos movernos en todas direcciones, hablar, resaltar objetos o desplegar nuestro menú contextual para hacer diversas gestiones, cómo ver la formación, usar objetos o equipar accesorios. Para movernos entre localizaciones lo haremos a través de un mapamundi que se siente más como un menú glorificado que otra cosa. En el transcurso del juego, iremos conociendo nuevos destinos tanto importantes como secundarios al hablar con la gente o ir avanzando en la trama general. Si vais a preguntar, no hay barcos, ni naves voladoras, tampoco hay intricados puzles, por haber no hay tan siquiera situaciones tensas, que nos obliguen a hacer cosas contrarreloj, huir de poderosos enemigos o encargarnos de algo en apariencia que fácilmente podría salirse de nuestras manos ¿Entonces? ¿Qué tiene de especial la navegación por Rhapsody a musical adventure? La cosa es sencilla, en su momento Nippon Ichi, no tenía demasiados activos económicos para desarrollar cosas demasiado intricadas, además dado que la obra estaba enfocada al público general, especialmente a los más pequeños, agarrados a la excusa, se preocuparon poco de añadir cualquier cosa que pudiera ser más agobiante o exigente de la cuenta, centrándose mucho más en el funcionamiento del mundo y en el diseño de niveles. En el caso del primero, sin ser nada del otro jueves, consiguieron hacerlo funcionar, pero por desgracia en todo lo relacionado con el diseño, tropezaron de forma estrepitosa...

Lo horroroso es que realmente este videojuego solo tiene tres tipos de localizaciones hostiles, los bosques, las cuevas y los templos, repitiéndose hasta la saciedad. Cuando uno va a la arboleda por primera vez, viendo bifurcaciones que no llevan a ningún lado o caminos que se extienden hasta áreas cerradas, no se preocupa, lo complicado viene cuando te das cuenta, de que el juego cada vez que puede te pone una cueva con diferentes tonalidades de color llena de caminos idénticos que no llevan a ninguna parte o te coloca varias mazmorras seguidas que solo se diferencian en el color, con el número de veces que tienes que dar vueltas hasta encontrar la escalera al siguiente piso... La ultima dungeon, es esencialmente idéntica en concepto al bosque de los antiguos (El primer templo que visitas) diferenciándose solo en que más enrevesada, hay cristales con forma de vela y los enemigos son más poderosos. Al ser este tipo de localizaciones las únicas áreas que visitas para enfrentarte a peligros a la vez que haces avanzar la trama, se hacen muy farragosas pronto y muy pesadas a la larga, haciendo que el juego pierda muchos enteros en cuanto a exploración se refiere, especialmente cuando hay ciertos momentos durante la trama principal o alguna secundaria, que te obligan a visitar alguna mazmorra ya superada, solo para coger otra bifurcación diferente o hablar con determinado NPC, que o bien está escondido o bien vuelve a estar al final del emplazamiento... Por suerte, la tasa de encuentros aleatorios es relativamente baja, por lo que el único suplicio real aquí es estar navegando como un idiota, hasta encontrar la salida, porque sí, las guías ayudan, pero no son infalibles.

Que por otra parte, toca hablar del sistema de combate, que fue el motivo porque el que quise meterme a jugar Rhapsody desde un primer momento. Si os soy sincero los SRPG, son uno de tantos géneros, que me flipan pero soy incapaz de jugar de forma exitosa, me cuestan bastante, muchas veces no veo patrones lógicos o no soy capaz de anticiparme a lo que podrían hacer mis adversarios, así como de las posibilidades, por lo que aunque Three Houses me flipa y me ha servido como puerta de entrada en estos últimos años, no puedo quedarme solo en el, hasta los eones, así que escogí este primer trabajo de Nippon Ichi por su accesibilidad. Porque sí, en contra de todo pronóstico, especialmente al que nos tiene acostumbrado la compañía, la aventura de Cornet es bastante sencillita, en más de un sentido. Ya desde el comienzo recibimos a Sharte una marioneta healer que aunque servirá desde el inicio, si se entrena, es muy útil de principio a fin, por otro lado aunque solo podemos llevar a tres aliados a la batalla además de nuestra protagonista, no solo podemos reclutar más, si no que con las mejoras adecuadas y un poco de entrenamiento, es muy fácil que se pongan a la par al resto del grupo, y si, es evidente que hay muñecos más eficientes que otros, pero mientras que no se pisen, en cuanto elemento se refiere, con llevar un sanador, un hechicero y un personaje más físico, podremos cubrir la papeleta perfectamente. Añadir también que Cornet puede motivar a las tropas adyacentes a ella, gastando su turno en tocar la trompeta, lo que nos permite tener tres criaturas con mejoras en las estadísticas protegiendo o repartiendo estopa, mientras ella se prepara cargando su barra musical para desatar ataques especiales devastadores, súmale además, lo planos que son los escenarios requiriendo poco movimiento o planificación, más, la baja inteligencia de la IA, exceptuando para los jefes que es un poco más elevada y tenemos el conjunto perfecto, para alguien que no tiene demasiada idea del género pero quiere pasar un buen rato.

Antes de pasar a la conclusiones, quiero dedicar un pequeño espacio a mencionar la versión de Nintendo DS, que aunque no he jugado de primera mano si he podido vislumbrar un poco de cara a este análisis. Lo primero como ya menté caparon si no todas, casi todas las escenas musicales, el combate se ha simplificado aún más, pasando a ser el típico que podemos ver en cualquier JRPG de la maquina, no se pueden reclutar monstruos libremente y convertirlos en marionetas, solo podemos obtener nuevos aliados a través de la trama o misiones secundarias, por supuesto no todo es malo y también la interfaz es más limpia, cambiaron el sistema de retratos de los personajes durante la aventura y por supuesto añade controles táctiles. Eso sí, la versión japonesa del juego añade un montón de misiones secundarias y unas historias adicionales que conectan la trama con los juegos posteriores, además de aclarar algunos flecos en esta, que por temas de prisas, recortaron, también tengo entendido que la traducción es peor que en la versión de PSX, por lo que si ya les cuesta a alguno seguir la trama en el idioma de Shakespeare, imagina ahora que está todo puesto manga por hombro... De todas maneras si llegó a jugar más adelante esta nueva versión de 2008 y las ganas lo permiten, actualizaré aquí los detalles.

Sin duda alguna, incluso dentro de su propio genero, Rhapsody a Musical adventure es una rara avis, con un humor muy particular y enfocado a todos los públicos, siendo de esos SRPG, que fácilmente se sienten más otro juego, que a lo que nos tiene acostumbrado la gama de juegos que componen la temática. Incluso a aquellos acostumbrados a lo que NIS suele trabajar, se verán fácilmente sorprendidos por el estilo, la suavidad y la brevedad (A mi solo me costo 8 horas completar el juego con todas sus secundarias) que caracterizan a esta obra independientemente de su versión, ya que si por algo es conocida la compañía es por ofrecer una historia muy liviana acompasada por un gameplay implacable que poco a poco se va degustando hasta dominarse, derivando en el hastió o en el caso de muchos seguidores acérrimos en la obsesión, que por otro lado los mantendrá pegados a la maquinas durante varias decenas de horas, si no, centenas en algunos casos. Temo también que algunos varones que me lean se sientan incómodos dado el tono del juego y los valores que este quiere poner en alza, pues sus inspiraciones en los cuentos para niñas más populares son más que palpables, por mucha parodia o parte jugable que haya detrás.

Pero si somos capaces de superar el rechazo inicial nos encontraremos una obra muy liviana, muy disfrutable y sobre todo una puerta de entrada excelente tanto a otros trabajos de la compañía, como al propio género del que hace gala. Me aventuraría a decir también que es una manera excelente de ejercitar el inglés, puesto que en su versión para la consola de Sony, utiliza el idioma de forma muy sencilla, por lo que con un poco de atención y echando mano de la aplicación adecuada cuando nos atasquemos no debería haber problema, es más en mi caso particular, exceptuando para ciertos personajes que hablaban de forma más coloquial, no he tenido muchos problemas para entenderlo todo bien, aunque claro, en mi caso, cada vez hago más hincapié en disfrutar cosas en otras lenguas, aunque me cueste. Por ultimo también añadiría que si sois de aquellos que le gusta hacer descansos entre obras más grande jugando cositas más pequeñas, también es una excelente idea poner a Rhapsody en el punto de mira, ni que sea para ir echando el rato, guía a mano, para navegar por algunos laberintos.

Por lo demás, decir que probablemente si esta obra, no hubiera sido todo un éxito en Japón, Nippon Ichi, ahora no existiría, ya que no solo la catapultaría a la fama en el país del sol naciente, también la salvaría de una de sus primeras bancarrotas, haciendo que no solo la compañía poco a poco ganara visibilidad, sino que además la serie contará con dos secuelas, varios spin-offs como La Pucelle: Tactics, y el renombre suficiente para que sus personajes aparecieran de cameos en obras como Disgaea o la propia NIS se plantease sacarlo en pack recopilatorio este mismo Agosto, junto con las aventuras de los apóstoles de la iglesia de la doncella sagrada. Así que si os interesa un poco la historia del medio, del género o de la compañía darle un tiento ni que sea en PSX, DS o Switch puede ser una excelente opción, para matar el rato y ni que sea emocionarte por alguna que otra actuación musical. Para mí sin duda ha sido una experiencia muy divertida y liviana, que me ha hecho disfrutar del viaje o hasta que se me caiga alguna que otra lagrimilla, así que cuando el tiempo pase y se me asiente en la memoria, será el momento de rejugar, pues es algo que como ya dije una vez, es algo que cada vez tengo más ganas de recuperar y creo que es algo que en un futuro esta gran obra, me ayudará a lograr...

Thank you, my love. With all of my heart. You gave to me a reason to believe. You helped me find the courage to be me. You gave to me a reason to believe!