viernes, 27 de enero de 2023

Xenoblade Chronicles 3: El Xenoblade que siempre quisimos...


Nunca llueve a gusto de todos, eso está claro y de todo lo que menos busca uno es ir a contracorriente, más cuando con ello implica tener opiniones negativas de ciertas cosas. Sin embargo, la desgracia aquí es que mientras que Xenoblade ha sido plato de buen gusto para muchos, la realidad es que hay una marea oculta, que lo desdeña, que lo odia y lo peor de todo es que por tan buenos motivos, cómo los de aquellos que suelen colmarlo a alabanzas; y yo soy de los que tampoco tienen buenas palabras para la IP más querida de Monolith Soft, hasta tal punto que pese a tener también buenos trabajos, cada vez que pienso en ellos es para cagarme en las porquerías que hicieron tanto para Wii, como en los principios de la Nintendo Switch. Así que era natural que con el avance en video del nuevo juego de la supuesta y legendaria saga, tuviese miedo...

Aun así, las ganas de ver que se cocía también iban aumentando, tanto, que al final con todo, decidí ponerme con el primero, para calentar motores para esta nueva entrega. Si bien fue una decisión con resultados mixtos, hizo que al final ni corto ni perezoso, acabase dándole candela a esta tercera entrega e hiciese de todo menos decepcionarme. Sí, sorprendentemente si, Xenoblade Chronicles 3 es un buen juego y te lo reconozco incluso antes de ponerme en materia, consigue limar muchas asperezas, pero lo mejor es que aprende de los errores de sus antecesores, sin parecer más de lo mismo. Por lo que como ya dije hace un tiempo, es una claro aviso de que lo que me tienen que contar aquí, me va a gustar.

Pero no quiero adelantarme mucho más, antes de empezar solo quiero decir una cosa y es que en esta ocasión, aún sin spoilers, entenderé que estas entrando conociendo al menos la premisa de la obra y sus primeros compases, que fácilmente se saben acudiendo a cualquier análisis medio o bien jugando las 5 primeras horas de la entrega. También voy a aprovechar para conectar un poco con entregas anteriores, así que mal no te vendría repasar algunos conceptos previos, antes de sumergirte aquí, avisadx quedas.

Sin más dilación... ¡Comenzamos!

Dos mundos que chocan en guerra, con miles de jóvenes soldado que no llegaran a ver la luz del sol transcurridos unos años, lo oriental versus lo occidental, el mundo y modismos del primer Xenoblade, contra los del segundo y entre todo un grupo de muchachos, que por azares del destino, acaba viéndose obligado a desdeñar todo lo que vivió, para conocer la verdad. Seis chavales que reirán, pelearan, soñaran y lloraran juntos, pero sobre todo con nosotros, siendo este, el mayor aliciente que tiene esta tercera entrega. Los juegos anteriores presentaban mundos variados y ricos, pero sus tramas, junto con los personajes que las conducían, nunca estaban a la altura, nunca atinaban, ya fuera porque estaban poco desarrollados, ya fuera porque su forma de ser, estaba arraigada a unas motivaciones que no funcionaban o bien que el juego se paraba en todo, menos en ocuparse de darles el tiempo que necesitaban para al menos empatizar con ellos, aquí eso nunca sucede. Desde Noah, hasta pasar por Sena, todos cada uno de los personajes que conforman el grupo principal tienen su tiempo en pantalla, sus motivaciones, hasta llegan a tener conflictos, tanto con otros, como consigo mismos, permitiendo con ello, no solo sentirse más interesantes, sino, también más vivos. Por ejemplo Lanz empieza siendo un personaje terco, poco colaborador y fanfarrón, para acabar siendo un joven noble, que entiende cual es su valor cómo guardián, al entender el significado de aceptarse uno mismo a la vez que poco a poco va mejorando con la ayuda de su compañera.

Porque esa es otra, la sinergia entre los diferentes personajes, va más allá de la simple fusión en combate. Tienen momentos donde se entrelazan, mejoran sus vínculos e incluso tienen espacio para ser ellos mismos, junto a su confidente. Esto permite que ninguno se quede cojo y que de una forma u otra, todos tengan su pequeño momento, que si bien, sigue estando más trabajado para los dos protagonistas principales, no desmerece en el resto de chicos que componen el grupo principal, teniendo hasta sus propias misiones temáticas, tanto dentro como fuera de la trama principal. La lastima aquí es que el resto de personajes dan el aprobado y ya... Empezando por los héroes que si bien tienen un diseño único, una trama detrás y un papel algo más activo, al ser tantos, exceptuando unos cuantos, el resto aparece, se correlaciona con determinado activo de nuestro equipo para construir una pequeña historia juntos donde ambos crecen, para posteriormente ser un añadido a la party, rematando con una misión personal muy breve que lo matiza un poco más y ya una vez acabada, lo único que hace es atacar en momento dado, a la vez de ser un pegote durante muchas de las cinemáticas in-game. Y no me malinterpretéis muchas de sus misiones dan conceptos interesantes o expanden ciertos temas del argumento, a la par que son más curradas y accesibles que las mostradas en Xenoblade 2, pero en lo personal, me hubiera gustado que estos acompañantes hubieran tenido más chicha, no sintiéndose tanto como episodios aislados dentro de la trama global, para luego acabar como acompañantes silenciosos. Lo mismo sucede con los villanos, que al conformar una organización con tantos números, exceptuando un par más interesantes que chocan frontalmente con nosotros o los directamente centrados en Noah y Mio, el resto son paja, que más allá de ser más fuertes o controlar el tinglado hacen poco más...

Esto es una lástima en realidad, porque por fin la trama se encauza lo suficientemente bien para aparte de mostrar temas interesantes, saber llevarlos, para que se sientan orgánicos. Los estragos de la guerra, el aprender a vivir, el cómo relacionarnos genuinamente con los demás, los efectos del status quo tanto en la sociedad cómo en sus individuos, el valor de las vidas, e incluso temas de crecimiento personal, amistad, amor, la igualdad, la muerte o religión, convergen en una experiencia que sin ser nada que no hayamos visto antes, consigue funcionar de tal manera, que te deja siempre con ganas de más. Además este juego sabe que es la tercera parte a la vez que el cierre de su trilogía, por lo que, aunque puede jugarse sin conocer lo previo, se toma mucho tiempo para organizar bien la mitología que sus predecesores han estado construyendo a lo largo del tiempo, no solo a nivel visual, sino en cosas tan icónicas como hacer que según la nacionalidad los habitantes sean razas de los primeros titanes en guerra o bien sean alguna de las amalgamas de Blades que vimos durante el viaje con la Egida, que haya vestigios de civilizaciones de esos mundos ahora olvidadas por la tierra de Aionios, que ironías de la vida, es un gran titán como en el pasado lo fueran Bionis y Mekonis, además de la fuerte presencia que tienen dos de los personajes más icónicos de juegos pasados, ahora regentes de estas naciones, tan aparentemente diferentes, pero tan iguales entre sí.

Lo único malo que le encuentro a la trama es la disposición que tiene, llegando al punto de que demuestra que está demasiada ligada al apartado mecánico para mal, me explico. Hay momentos donde determinados personajes quieren hacer determinadas acciones, generando sentimientos en el espectador y con ello dando nuevos matices a al conjunto, pero cuando llega a pasar salta un evento que tira esa situación por tierra, para mantener el status quo a nivel jugable y que no se desbalancee, lo mismo se aplica a uno de los personajes más importantes de la trama, que aunque no está mal ejecutado su desenlace para que se mantenga en el grupo, se siente más como una pobre justificación, cuando hubiera sido interesante llegar hasta las consecuencias finales de la perdida que implica ese personaje, tanto como para los jugadores, cómo para los miembros del grupo, más con todo lo que ha ido construyendo la entrega, las horas previas. Antes de pasar al apartado mecánico, también quiero mentar por encima el polémico final que ha tenido el juego. En mi humilde opinión, lo veo muy acertado, porque da un cierre muy bueno a la mayoría de personajes y tramas, así como casa muy bien con lo que ha querido transmitir la historia durante todo su desarrollo. Que da pena, pues sí, que podría ser más bonito o más feliz, pues si, pero eso no quita, que primero deja la puerta abierta a futuros DLC o entregas y que por supuesto, las sensaciones que deja, son maravillosas, aunque no sea precisamente por algo feliz. A fin de cuentas, las despedidas, también son parte de la vida...


Ahora sí pasando al esqueleto jugable. Aquí también tengo que adelantar que todos mis problemas con entregas previas, se han vistos solucionados de una manera u otra. En primer lugar por fin llevamos un mínimo de 6 personajes en combate, con un rol concreto, determinado por una clase, estas profesiones no están fijas, si no que podemos rotarlas, según nuestras necesidades, a su vez reclutando a héroes estos nos dejan como legado su ocupación para un personaje concreto, que otros con el tiempo también pueden utilizar, según su disposición para con el trabajo en cuestión. Puede parecer un poco lioso, sobre el papel, pero conforme juegas y aprendes los sistemas, es bastante intuitivo y resuelve uno de los principales factores negativos de los anteriores, la falta de espacios en el grupo y la poca disposición de roles. En el primer Xenoblade tenias demasiados personajes que hacían todos lo mismo, pero que no tenían cabida suficiente, debido al espacio; en el segundo, por otra parte, si bien tenías Blades para intercambiar roles, menos personajes y un sistema más creativo, acababa lastrado por lo farragoso que era asignar diferentes asistentes, lo que tardaba en dominarse en horas de juego y por supuesto por activos cómo Nia, que aunque podían empuñar cualquier Blade estaban tan especializados en lo suyo, que salirse de la tangente, era  un desperdicio en sí, por lo que acabas tirando de lo visto y ya... Aquí matas los dos principales problemas de un plumazo, haciendo que el sistema brille más, dando todo de sí, una vez se domina, además el tener un personaje temporal en el grupo que podemos ir rotando a voluntad, nos permite adoptar acercamientos más ofensivos, más tácticos empleando a los tanques o más defensivos con los sanadores, ya que el sistema ahora se adapta a todo y nos permite jugar con él si sabemos hacerlo. Incluso permitiéndonos tener subclases dentro de los roles principales, como Bardos, Magos Azules o Tanques de contrataque (En términos coloquiales para que me entendáis) esta vez, muy bien ejecutados. 

Por otra parte, han arreglado cosas cómo el sistema de cadenas, que ahora funciona por un sistema de barajas pausado, bastante intuitivo y bien traído, que consigue hacer que estas no solo se disfruten, sino, que sean el activo valioso que siempre nos vendieron. También regresa la fusión del segundo juego, que ahora se aplica a todos los personajes, se puede emplear mucho mejor y en varias situaciones, lo que nos permite jugar con cual es el mejor momento para emplearla (Incluso dentro de las cadenas) dando estrategias interesantes. A su vez, estas transformaciones tienen sus propios arboles de habilidades, ataques definitivos y roles concretos, lo que da un saborcillo bastante interesante al conjunto, que simplemente tirar una fusión y sentarte a ver lo que pasa. Por supuesto estas son las únicas mecánicas características de la entrega, nada de enemigos sensibles a un elemento o ataque especifico, nada de apretar botones extraños sin venir a cuento, nada de zumbadas de intercambiar cosas extrañas, ni abrir cristalitos apestosos, para tener un loop jugable interesante. Solo eres tú, gestionar un conjunto de menús bastante sencillones y luego jugar a una versión bastante simplificada del sistema de combate de la segunda parte, está vez más dinámica y directa, que se ve influenciada por el uso de los roles, la nación a la que están sujetos (Porque si eres de Keeves, recargas las artes con el tiempo, cómo en Xeno 1, pero si eres de Agnus, las recargas a golpes, cómo pasaba en Xeno 2) tu posición y la del resto en el combate, pero sobre todo en la capacidad de cancelar ataques, a la vez que empleas los elementos revisados que he mencionado previamente, la verdad es que no tiene mucho más y eso es la a vez bueno y a la vez malo... Porque este juego es literalmente muy fácil, en su dificultad estándar, tanto, que en vez de estar desbalanceado hacía arriba, lo está hacia abajo, haciendo que la única manera de que suponga un verdadero reto es poniéndolo en difícil, cuando ya tienes todos los sistemas a la mano (Según tengo entendido hacerlo antes es un suplicio) Lo que evidentemente hace que algunas peleas de la historia, dada la epicidad con la que se muestran, pierdan todo su fuelle, al llegar tú, sacarte la tula y terminar en 10 minutos, y todo por supuesto en parte se puede achacar al diseño de niveles y de misiones.

Aquí una vez más, tenemos cosas más pulidas, pero otras que dejan mucho que desear. Por una parte determinadas secundarias cómo las relacionadas con ciertos secundarios con más peso, las que involucran determinadas localizaciones o directamente las misiones que implican a esos acompañantes antes mentados son las más interesantes, pero también están sepultadas por muchas misiones de recolección y exterminio que más aportar al conjunto, permiten aumentar niveles. Lo bueno es que muchas de estas misiones son bastantes sencillitas de hacer, por lo que el juego aprovecha la tracción para meter contenido secundario a espuertas, contenido que gracias a las marcas en el mapa, junto con un sistema de entrega alojado en el menú, se hace menos tedioso de realizar, al combinarse muy bien con otros elementos mecánicos, como el combate o el desplazamiento, si bien esto es bueno y hace que aquel que disfrute de hacerlo tenga aliciente para decenas de horas, como ya he mencionado previamente rompe el juego... Es tan fácil ganar experiencia y recursos, que si ni que sea haces un poco de molienda y ya probablemente vayas al mismo nivel o más, que el de los retos de la trama, yo por ejemplo llegue al nivel del jefe final solo atravesando la ultima mazmorra sin saltarme ninguna pelea y decidí no meterle más caña, para no ir sobreleveado, para con ello no barrer el piso con el tipo, pero al final incluso estando equiparados lo hice con bastante soltura... Este es sin duda el peor punto del juego, encontrar un equilibrio jugable adecuado y que cómo ya he mentado lleva arrastrando la trilogía desde la primera entrega, solo que aquí es mucho más asumible, ya que por una vez Takahashi quiere que termines el juego sin tirarte horas haciendo grindeo innecesario, pero aun así es un punto que podría haberse organizado mejor y que ni siquiera creo que la dificultad más alta llegué a parchear del todo la experiencia, pero para los que busquen un mínimo de dureza, una vez obtenidos todos los recursos básicos es menester tirar por una experiencia más dura...

Cabe también mencionar que me he encontrado un par de picos de dificultad desequilibrados en la dificultad estándar, cuando te enfrentas a determinados grupos de enemigos grandes, con un montón de minions. Cómo pasaba en los juegos previos, los combates no están preparados para masas de enemigos o aliados repartiendo estopa. En el caso de los enemigos estándar se equilibra con tamaño y nivel, o metiéndolos en ciertas categorías especiales para que resistan más, pero los miembros del grupo no tienen tanta suerte y hay determinados momentos, muy breves pero visibles, donde el enemigo te lanza dos o más enemigos pesados junto con grupos de cinco o más siervos, donde aunque incluso tengas buen nivel, te aplastan por pura numérica, ya que aunque esta vez sí, la IA es mucho mejor para lidiar tanto con los diferentes roles cómo con los enemigos, no es perfecta y menos para lidiar con tantísimo daño venido de repente... También pasa algo similar con los ataques de área, que solo un par de jefes los tienen y hacen auténticos estragos, dada la naturaleza del juego, donde incluso aunque no estés directamente frente a un enemigo puedes comerte ciertos ataques, así que mucho cuidado... Para cerrar aunque lo he mencionado antes de forma muy breve, ahora podemos movernos a través de tirolinas, en barco, atravesar territorios difíciles como la arena o la nieve, además de poder escalar riscos a través de enredaderas. Estas capacidades se desbloquean gracias a la ayuda de los personajes extra que vamos reclutando y una vez obtenidas hacen mucho más orgánico estar de un lado para otro, desbloquean nuevas zonas, así como abren partes de localizaciones ya visitadas, con  nuevos secretos o contenido secundario a encontrar.


Por supuesto antes de pasar a las conclusiones, no puedo dejarme la banda sonora que es una autentica pasada y que se fundamenta en la utilización de determinados instrumentos cómo la flauta o el piano, cómo ya menté en una ocasión mis temas preferidos, no me voy a parar tampoco mucho en volverlos a listar, pero cómo dije en su momento, aunque no juguéis la obra, escuchar la banda sonora es un obligado sí o sí, más con todo el peso que tiene. Eso sí hay que pegarle una colleja a Monolith por hacer que la música de las cadenas se superponga a la que está sonando en el momento de activarse, porque literalmente estropea algunos de los momentos que el tema original quiere transmitir y que hubiera sido tan fácil de evitar como hacer que en esos combates, la canción que suena se mantenga, incluso habiendo activado la capacidad. Por otro lado Xenoblade por fin saca musculo en Switch, haciendo que los entornos se sientan grandes, hermosos y orgánicos, en la consola, sin rascadas raras o recortes en modo portátil, además esto también se puede aplicar a los diseños de personajes, que mantienen el artista con parte de su tono, pero esta vez, sin mamarrachadas varias dignas de un adolescente pajillero y con una mejora respecto a lo que vimos con la edición definitiva del primer juego o los modelados entre humanos y cartoon que nos ofreció el Spin-Off de Wii U. La lástima es que como sucede siempre en este tipo de obras, los monstruos se llevan la peor parte, con diseños y modelados reciclados de títulos anteriores, que hacen que se conviertan dentro de lo visual y tonal, la peor parte del conjunto...

No podría tildar a Xenoblade Chronicles 3 cómo una obra maestra, porque hay ciertos elementos muy a mi pesar, mejorables, pero con todo, si lo considero un videojuego notable y el paso adelante que siempre estuvimos pidiendo los detractores de la saga. Esta tercera parte por fin hace bien, todo lo que supuestamente se alababa de las entregas previas y que estás realmente nunca pudieron llegar a alcanzar. Sin embargo sigue necesitando dejar de estar tan encorsetado en su núcleo jugable, para que la trama pueda experimentar con cosas nuevas, sigue teniendo que reducir parte de su contenido secundario, para dejar aquel que realmente aporte algo al jugador, pero sobre todo de una vez por todas, el equipo detrás del apartado mecánico, tiene que aprender de una maldita vez, como balancear una experiencia, para que ni lleguemos al punto donde sea frustrante jugar para poder llegar al final, ni que sea un autentico paseo, en el que barras por el suelo, hasta el más duro de los adversarios. Y sí, si bien puedes poner un modo relajado o bien subir la dificultad, para moldear la experiencia a tu gusto, realmente tú y yo sabemos, que si acabas teniendo que hacer eso, cuando realmente quieres disfrutar de un juego más balanceado, el problema no está en ti, está en un diseño jugable, que tiene que revisarse hasta dar con la tecla adecuada. Como puntillas finales, a la par que muy personales, diría que una vez más el doblaje al inglés del juego no está a la altura del conjunto, con actores con registro de voz muy similares y con tonos que los hacen parecer que están hablando dentro de una lata, por lo que si me preguntáis a mí, escoged el doblaje japonés, que ese si está bien chido. También mentar la traducción que si bien es bastante acertada, se sigue tomando sus libertades para cortar o censurar determinadas palabras o expresiones venidas directamente del idioma nipón, por lo demás todo correcto.

Con todo y sin terminar todo el contenido secundario, la aventura me ha durado alrededor de 70 horas (Hora arriba, hora abajo) y la verdad es que pese a todo lo negativo mentado anteriormente, las he disfrutado enteramente, me he reído, he llorado y he disfrutado con el grupo de los Uroboros, tanto que cómo otros jugadores, me he sentido uno más, temiendo las horas en las que está historia llegará a su fin. Pero con todo aun así tengo más ganas de Xeno 3, así que cómo tantos juegos, no descartó volver a él en algún otro momento de mi vida, así cómo rejugarlo en dificultades superiores a ver cómo se las gasta en dificultades más agresivas. Lo única lástima que puedo sacar aquí, es que su creador ya ha dicho, que el círculo se cierra aquí, que ya no va a haber más Xenoblade y que pese a que los futuros DLC cerraran trama a la vez que conectan eventos, todo termina en esta tercera entrega, y es una pena, porque Monolith ha necesitado la friolera de 12 años desde la salida del primer juego para Wii, para hacer un juego cómo dios manda, que realmente consiga ajustarse a todas esas falsas expectativas que siempre nos han vendido los fans y lameculos más acérrimos de la saga, con las entregas anteriores. Duele saber que ya no veremos mas videojuegos que lleven la palabra Xeno y que de verdad sean dignos de jugarse, pero aun así, también hay que entender que a veces es mejor cerrar etapas y seguir adelante, por mucho que nos duela, ya que lo nuevo que está por venir también tiene mucho que decir, además de que lo viejo para bien o para mal, siempre estará ahí...

"Así que mira hacia arriba, enfréntate al horizonte que elijas y simplemente camina"

2 comentarios:

  1. ¡Genial y interesantísima entrada como siempre hamijo Spi! Por si no me lo habías vendido ya antes, con este texto me lo has terminado ya de vender. Es agradable ver que por fin Monolith ha alcanzado la redención con un producto notable dentro de una saga que, con todo lo objetivamente que se pueda hablar de videojuegos, daba bastante pena (Aunque muchos se empeñen en decir que los Xenoblade son los mejores JRPG de la historia).

    Al parecer con este Xeno 3 han dado en el clavo creando una historia interesante, con personajes a la altura y con un desarrollo coherente que no se ve lastrado hasta el hastío por un entorno jugable muy mal medido. Aunque menciones que el juego sigue pecando de esto último, de verse demasiado encorsetado por la fórmula jugable, es un alivio leer que en este caso este problema esta mucho más suavizado, no impidiendo el disfrute en condiciones del argumento.

    Sobre los aspectos propiamente jugables, perdonando el ingente contenido secundario innecesario ya marca de la casa, parece que de nuevo dan en el clavo, dando lugar a un sistema de combate con unas mínimas asperezas al lado de sus potenciales virtudes. Lo mismo parece que ocurra con ese contenido secundario dedicado a los personajes, sacando a relucir cómo deberían ser las misiones secundarias: historias interesantes que aportan y no simple recadeo.

    Una lástima lo que comentas sobre la dificultad, aunque sinceramente prefiero que el juego sea un paseo que no tener que morir echando horas vacías a un grindeo absurdo. Supongo que cuando lo juegue, como ya te comenté, iré al grano, haciendo únicamente aquel contenido secundario orientado a personajes extra y a conseguir clases, tal vez así la experiencia me resulta más balanceada.

    Y poco más que añadir hasta que pruebe en mis carnes el juego. Siéntete orgulloso, pues has hecho que tenga deseo de pecar con una saga a la que había dado por muerta y a la que había jurado que no volvería a tocar ni con un palo ¡Un saludo y un choque de tulas Spi! ¡A ver si a lo largo del año cae esa mierda de Monolith! XD

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    1. ¡Muy buenas Arald!

      La verdad es que si, han tardado demasiado tiempo en hacer un juego que estuviera a la altura de lo que la gente suele vender la trilogía, más cuando después cómo bien apuntas la realidad de la franquicia a nivel de calidad era otra...

      Ya te digo, si bien la historia no revoluciona nada, si está entretenida, más cuando está vez esta acompasada por unos personajes interesantes. Y sí, por suerte está vez no vas a tener mucho percance de principio a fin para ver lo que sucede, cosa que en el original, por ejemplo, jodía bastante... Eso sí a nivel de encorsetar me refiero, que al final para el juego pesa más el bienestar jugable y lo conocido que experimentar con cotas nuevas a nivel narrativo...

      Respecto a lo jugable, por suerte más o menos yendo al nivel puede obviar mucha parte del mismo, porque hay gran parte que aunque gracioso, aporta poco, así que si vas al grano preocupándote de ir a buen nivel no creo que tengas inconvenientes que es cómo mencionas que vas a jugar.

      Eso sí, las peleas son muy divertidas, tienen algunos desbalances, en algunas ocasiones, pero en tónica general se juegan bastante bien y se disfrutan bastante, más cuando ya tienes todas las herramientas a la mano, así que cuando lo juegues te recomiendo tenerle paciencia hasta que ya tengas todos los elementos desbloqueados, que es lo que realmente le da jugo al sistema, lo juegues en la dificultad que lo juegues. Y sí, mucha gente recomienda ir al grano con el juego, haciendo lo mínimo necesario para tener una experiencia más justa y menos sencilla, así que a ver si cuando lo juegues compartimos perspectiva, a ver que tal...

      Por lo demás, muchas gracias por pasarte, me alegra que esta entrada sirva cómo excusa para que le des una oportunidad a esta tercera entrega, porque esta creo que si lo merece y bueno como con todo ya vamos hablando cuando la vivas y me comentas que tal. De nuevo un saludo y un choque de tulas :D

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