sábado, 18 de marzo de 2023

¿Es tan malo? (VIII): Little Dragons Café


Dicen que cuando un creador da con su obra maestra y la produce ya solo tiene que sentarse a dormir, mientras vive de las rentas, y así es cómo debieron pensar los chicos de Natsume y Marvelous, ya que entre entregas anuales, Spin-offs combinado con merchandising, su serie Harvest Moon, vivió un gran periodo de bonanza, hasta que se vio dividida en dos, por líos comerciales entre ambas entidades. En medio de toda la marabunta estaba Yasuhiro Wada, padre de la saga, que tras empezar a olerse las tensiones y cansado de dedicarse en exclusiva al género, acabaría abandonando tanto a la empresa cómo al videojuego que el mismo creó. Durante ese lapso, acabaría sumergido en otros proyectos, pero nunca sería lo mismo, puesto que de una manera o de otra, acabaría desarrollando propuestas similares, a las que ya había realizado o supervisado.

Entre estas, junto con los chicos de Aksys Games y la empresa que fundó Toybox Inc, desarrolló en 2018, Little Dragons Café. Un intento de puerta de entrada a los simuladores de granja, donde la idea era introducir el género a los más pequeños y a los neófitos, a través de una narrativa sencilla, mezclada con una jugabilidad simple. Sin embargo aunque la idea estaba interesante y poder tener ciertos visos para triunfar, la IP se pegó tal castañazo, que a día de hoy 5 años después de su salida, nadie más se acuerda de ella, tanto es así, que adquirir el juego hoy en formato físico es prácticamente un regalo y en cierta manera ese fue el detonante para que os trajese la entrada que hoy nos ocupa. Así que aprovechando lo tapado que estuvo el título, así como su recepción tan tibia a nivel de criticas, hoy veremos en esta sección, si se merece estos resultados o bien la cosa puede estar mejor o peor...

¿Preparados para trabajar en un café de manera temporal? ¡Porque yo sí!

Encarnamos a los gemelos Rin y Ren, que ayudan a su madre en el negocio familiar, la cafetería Little Dragons, un pequeño establecimiento en una isla bastante tranquila. La vida para la familia es apacible, hasta que un día sin explicación, la dueña del local cae en un profundo sueño sin ningún tipo de explicación, ahí es cuando a nuestros protagonistas, se les aparece Pappy, una especie de hechicero fantasmal, que les indica que si son capaces de cuidar a un pequeño dragón que les ofrece, hasta que sea adulto, a la misma vez que consiguen hacer prosperar el negocio, podrán despertar a su madre. A la ecuación se suman Billy, Ipamena y Luccola, que trabajaran también en nuestro establecimiento por diferentes motivos y conformaran el elenco de personajes principales de la obra, cada uno, con sus propias historias. A su vez la trama aunque lineal, querrá dar la sensación de episódica al estar divididas en capítulos, estando cada uno de ellos centrado en determinado invitado que visita el local y el que con el devenir de los días deberemos ayudar a solucionar determinado conflicto que lo atenaza y que por supuesto relaciona a alguno de los integrantes de nuestro grupo. Seamos sinceros, sobre el papel, la idea es estupenda, porque al presentar diferentes tipo de personas, con diferentes conflictos, donde una manera u otra, nos vemos implicados, da mucho de que hablar y pensar, el problema es que Little Dragons Café lo ejecuta de una manera bastante pobre...

El principal problema aquí, es que el gameplay enmaraña la experiencia. El juego segmenta la trama a través de días de juego, en los cuales hay una mínima exposición de argumento, para posteriormente, pasar a la parte mecánica, que más allá de alguna aparición del protagonista del capitulo, poco más tiene que aportar. Esto hace que el tiempo para conocer y entender los conflictos que azotan a estos invitados sean escasos, aparte de sentirse muy espaciados. Pero lo peor es que pareciera que sus guionistas lo supiesen, porque en muchas ocasiones desaprovechan el poco tiempo del que disponen, para poner segmentos donde la narrativa con ese personaje, no avanza o bien si lo hace, se ejecuta de forma muy abrupta, a la vez que dotada de poco sentido, para lo que es el diseño del personaje en sí... Para poner un ejemplo muy sencillo, tenemos a un robot cascarrabias, que se lleva todo su arco huyendo, al final tras hacer un plato para recuperar su energía y ponerlo de nuevo en forma, acabamos viendo como se soluciona su historia de forma rápida, sin que este haya aprendido nada o evolucionado y marchándose del lugar, por que es lo que toca, una vez has visto todo lo relacionado con cada invitado... Si bien hay casos positivos y bien llevados, normalmente no suelen ser la norma aquí y eso es lo triste, porque realmente se ve que si hubiera estado más trabajado y le hubiesen dado el tiempo que corresponde a cada uno de los afectados, al menos al acabar el juego, sentirías interés por alguno de ellos.

Los que si se ven más beneficiados, son los diferentes integrantes del grupo principal, que no solo están presentes prácticamente desde el principio, sino, que además, son aquellos que llegan a tener un poco más de desarrollo y exposición a lo largo de toda la trama. La pega una vez más, es que cuando aparecen los créditos, estos más allá de algún cambio residual, no han aprendido, ni evolucionado nada. Y aunque se que más de uno, podría decirme que en los juegos de granja el desarrollo de los personajes no es tan importante, eso no es así, porque aunque no lo notemos el ir conociendo a diversos personajes del pueblo entablando conversación del juego, para posteriormente ver elementos de su trama en la que podemos tomar parte, para posteriormente tener una relación ya sea de amistad o sentimental, es un arco de personaje, por muy leve que sea. Así que en este sentido, tengo exposición de diferentes personas, donde veo que pocas evolucionan, para posteriormente pasar a otras, sin ningún tipo de recompensa, aliciente o lección aprendida. Es más, comparándolo con su referente más directo, que es el propio Harvest Moon, donde tu mundo se expandía a través de la granja y las relaciones, te das cuenta que este título, se siente estático de principio a fin, porque más allá de obtener tu objetivo al final, con el crecimiento del dragón añadido, no hay mucho más, tu cafetería aún más grande, se siente igual, mantienes el mismo número de empleados y aunque tu cartera de clientes es más amplia, más que aportar algo al conjunto, se sienten más cómo algo a lo que prestarle atención cuando realmente te interesa... En definitiva, todo esto hace que este juego tenga lo peor en cuanto a trama se refiere de los dos mundos, tanto en cuanto a juegos comfy, como a simuladores de granja.

Y para cerrar este apartado y sin duda lo peor de está entrega, es su extensa duración, que más que hacer que disfrutes de cada uno de los apartados, los extiende demasiado, haciendo que se sientan monótonos y estirados, por ejemplo en la trama al hacer que avance cómo ya menté antes, una vez al día, el juego te fuerza a utilizar toda una jornada, para ver nueva narrativa que no te va a aportar nada, mientras has invertido minutos de juegos, en un loop que por desgracia se estanca demasiado rápido y una vez más, aporta cero al que lo está jugando... Sin duda aunque el juego es fácilmente superable a base de paciencia, el tiempo invertido en él nunca volverá y eso es algo que hace que para mi sea un gran escollo difícil de superar...


Ahondando más ahora sí, en todo lo relacionado con el apartado jugable. Little Dragons tiene un bucle muy palpable y que se mantiene durante toda la estructura de juego. Nos despertamos cada mañana y si acabamos de empezar no sucede, pero si llevamos ya tiempo encontraremos clientes ya en la cafetería dispuestos a ser atendidos. Dentro del local deberemos atender comandas, recoger platos y llevar pedidos, no tiene mucho más, el establecimiento siempre tiene dos horas puntas que van desde las 12:00 a las 14:00 PM para luego pasar de las 18:00 PM a las 21:00 PM y si bien al principio es sencillito, luego estas horas se extenderán hasta tal punto, que tendrás gente que atender a todas horas. Para mantener el establecimiento necesitaremos platos que ofertar y para crearlos necesitamos ingredientes, aquí es donde entra la segunda parte del gameplay, la exploración. Durante esta fase nos movemos por la isla, que se va abriendo conforme avanza la historia y con ella va creciendo el dragón, aquí podremos ir rapiñando las diferentes cosas que nos van haciendo falta, normalmente mediante la pesca o bien acercándonos a diferentes objetos interactivos, además disponemos de una piscifactoría y un pequeño huerto que nos irán surtiendo de materiales, conforme los vayamos abonando con excrementos de dragón. Si bien sobre el papel la cosa pudiera ir pareciendo simple, porque podemos aprovechar mucho tiempo para la exploración y el mínimo en la cafetería para ir ir avanzando (Ya que nuestro personaje no se cansa, cómo en otros juegos del palo) la cosa se acaba estacando hasta en los mismísimos inicios. Al principio si bien la cosa es sencilla, tenemos el handicap de que nuestro personaje es muy lento a la hora de desplazarse, cada segundo en la vida real son 10 minutos in-game y que por supuesto el área es muy extensa a la par que vertical. Si bien tenemos un botón que nos permite volver a la cafetería en cualquier momento y lugar, la verdad es que, en un lapso de varios minutos de tiempo, tenemos que recorrer y farmear una gran cantidad de recursos para poder volver rápidamente a la cafetería, para luego salir y repetir lo mismo, en unos entornos por los que cuesta moverse, que siempre se repiten al estar nuestras opciones de desplazamiento muy limitadas, al ser todavía el dragón pequeño.

Todo sea dicho, nuestros cultivos ayudan mucho en los primeros compases del juego, puesto que generar estiércol es muy fácil, así que en ese sentido, estamos temporalmente cubiertos, sin embargo esta ventaja se rompe rápidamente cuando empezamos a llegar al ecuador de la obra. Cuando nuestro acompañante pasa a ser adolescente, generar el tan necesario recurso para alimentar los cultivos se hace muy cuesta arriba y si bien ahora podemos volar, para con ello explorar nuevas áreas, el volumen de materiales obtenidos es insuficiente para satisfacer la enorme demanda que tiene el local de ingredientes, ya que cómo mente previamente, llega un punto en el que estés a la hora que estés en la cafetería siempre hay gente. Súmale que los entornos inaccesibles, dejan de ser fascinantes gracias a que los estás visitando constantemente para rapiñar cualquier cosa de utilidad y tienes todo el loop de juego hecho, desde que empiezas, hasta que te saltan los créditos, teniendo entre medias, pequeñas variaciones que más que suponer un reto, entorpecen la experiencia, sumiéndola en el más absoluto de los tedios. Si bien no soy experto en este género, si considero que al haber tenido una fuente de recursos más interesante de la que preocuparse (Cómo pueda ser una granja al uso) hubiera sido no solo más satisfactorio, incluso hubiera conseguido que el hecho de conseguir ingredientes, no hubiera pasado tan rápidamente a volverse una tarea tediosa, ya que al intercalarlo con otras actividades, se hubiera sentido un elemento más al que acudir y que oxigenase la experiencia, que no un foco, en el que gira todo, ya que aquí utilizar los bancos de recursos se centra más en echarles abono y luego esperar...

El problema de este juego, es que al querer ser accesible para un público neófito, se carga todo los elementos que hacen a los juegos de este estilo interesantes. No puedo negar que estos títulos tienen una premisa en la que te fuerzan a invertir decenas de horas, en cuidar un emplazamiento con cambios muy lentamente visibles, sin embargo el loop de juego se siente variado, al tener que en primer lugar adecentar y preparar el lugar, posteriormente ir probando con diferentes tipos de cultivos, para rematar con elementos de ganadería y microgestión, súmale a todo eso el poder charlar con las gentes de pueblo, ahondar en sus tramas, junto con participar en diferentes actividades, cómo la pesca, la minería y algún que otro minijuego y sin ser perfectos, al menos estos juegos no se sienten tan pesados en al menos varias horas. Aquí sin embargo al haberte cargado todo eso para centrarte en el looteo y la gestión de la cafetería, has destruido lo poco que oxigenaba, a la par que daba color al conjunto, cuando más que simplificarlo todo, hubiera sido más interesante, haber hecho una versión muy simple, con todos los elementos antes mencionados o bien cómo ya dije antes, condensarlo todo en una experiencia de 10-15 horas, en vez de una de 30-35, donde una vez pasas las 5 horas iniciales, tienes ganas de cortarte las venas, por todo lo aburrida que se ha vuelto la aventura, por mucho que luego a la hora 20, haya un poco más de variedad de biomas... Y por desgracia me gustaría despotricar mucho más, de lo que ya he hecho, sin embargo, este juego no tiene más que aportar, y al menos al contrario que a obra de Toybox inc, yo se valorar más el tiempo de aquellos que lo invierten en leerme...

Eso sí antes de pasar a las conclusiones, me gustaría mencionar algo, me parece irrisorio que uno de los videojuegos con menos potencia técnica y con un diseño artístico en apariencia simple y bonito, sea tan inestable en un sistema como PS4. Desde modelados que no se ajustan bien a ciertas distancias, hitboxes bastante inestables, una IA de la mayoría de NPC chapucera, sea cual sea su rol dentro del juego, popping constante al explorar al lomos del dragón y otra serie de minucias, que hacen que más que ser un doble A, este juego parezca programado por un chavalito que esta haciendo un proyecto de fin de grado para una carrera o formación informática. Quizás sea por que es barato, pero creo que escoger un entorno cómo Unity, le ha hecho más mal que bien al juego, o quizás el hecho de tener detrás a quién tiene, quién sabe... 


¿Entonces es Little Dragons Café un mal videojuego? La verdad es que no, pese a todo lo malo que tiene en sus compases iniciales es disfrutable e incluso llega a tener algún que otro momento bonito dentro de su trama, sin embargo si se siente bastante mediocre tirando a malo además de un juego que más que lograr ser una puerta de entrada a los simuladores de granja, acaba sintiéndose más cómo una versión pobre y descafeinada de lo que debería ser un juego de esta índole. Digo más, ya que normalmente no suelo estar tan de acuerdo con las notas que la prensa le atribuye a los videojuegos, ni cómo estas influyen a la hora de percibiros, sin embargo para esta ocasión, voy a hacer una honrosa excepción, diciéndoos que no con todos, pero si estoy muy de acuerdo con la inmensa mayoría de portales, que le han puesto notas rondando el 5 o el 6, siendo todas muy bien merecidas... ¿Implica entonces que os recomiendo este juego? La verdad es que no, si bien es muy económico a día de hoy, sus contras me pesan más que sus virtudes... Si me lees y valoras mi juicio, pero quieres lanzarte a él, lo único que puedo decir, es que te armes de paciencia, porque la vas a necesitar...

La verdad es que es una pena, porque desde la escisión de Natsume y marvelous y con ellas, la de Harvest moon, los juegos nunca han sido lo mismo, si bien ahora existen dos subseries, que apelan a las mismas sensibilidades, lo cierto es que, parte de esa esencia se ha perdido para ya no volver, así que el tener al padre de la franquicia preparando nuevos juegos, era cuanto menos inspirador, la lástima es que no ha salido precisamente cómo muchos queríamos que fuera. Así que una vez más tocará esperar a que sean otros los que hagan mejor el trabajo y nos enseñen que este género puede dar más de sí, a la par que explora unos cuantos conceptos nuevos, porque mientras el trabajo de Yasuhiro Wada se hunde, producciones cómo Harvestella o Fantasy Life, nos enseñan que es en lo que hay que trabajar para hacer juegos así posibles. Pero lo peor es que no hay que irse tan lejos porque Eric Barone ya revolucionó el panorama un poco antes de que saliera tan siquiera esta mediocridad, con su fascinante Stardew Valley y que a día de hoy no solo es un sucesor espiritual, sino, que todos quieren ser cómo él, sin saber muy bien porque.

Sin duda pese a ser un regalo, no volvería a darle otra oportunidad a Litte Dragons Café, pero aún así, si puedo decir que pese a lo malo, si ha sido una experiencia interesante de jugar, para saber cual es la situación actual del género y cómo la ven aquellos que han estado más tiempo metidos, dándole forma en sus orígenes. O mejor dicho, cuan de estancada se encuentra su forma de trabajar respectando a aquellos más jóvenes que ya han visto que es lo que hay que hacer y cómo mejorarlo. Por supuesto que decir, que en esta ocasión no importa cuanto me esfuerce, hay poco positivo que rascar aquí, así que por mi parte, sin ningún tipo de parafernalia, me despido ya, no sin antes recordaros, que pese a todo lo bueno que conlleva la experimentación de nuevas obras más desapercibidas, no siempre sale tan bien, cómo a uno le gustaría...

3 comentarios:

  1. ¡Genial entrada Spi sobre tremebundo cagarro de juego! La verdad es que aquí en la entrada lo has pintado peor de lo que imaginaba cuando me ibas contando tus pormenores sobre el juego sobre la marcha. No sé, es que leyendo lo que leo parece que el juego lo haga todo mal: argumento simplón y no demasiado interesante, ritmo narrativo enmarañado por el gameplay (Hola, Xenoblade Chronicles), bucle de juego aburrido, duración excesiva, estresante en determinados puntos, problemas técnicos... Vamos, bastante mala pinta y más para un juego que pretende, en su concepto, atraer nuevos jugadores hacia el género. Me sorprende que al final hayas concluido que, aunque no lo recomiendes, no te haya parecido tan mal juego, pues has llegado a disfrutarlo en determinados puntos y lo cierto es que me alegro de que hayas sabido encontrar oro donde otros no lo han sabido encontrar y que al menos, la importante inversión de horas de juego, no haya sido en su totalidad para mal.

    Este juego puedo asegurar que no lo voy a jugar, ni por curiosidad, pese a que me gustan los juegos de gestión, pienso que hay muchos otros títulos que merecen el tiempo de uno más que este. Aunque siempre quedará la coña de que se prepara el café con la mierda de dragón, algo que me retrotrae a un dialogo brillante de una película que espero que conozcas y que reza así: "- Jodo Johny, ¡este café huele a mierda! - Es que es mierda Austin. *Toma sorbo de café.* - Mmmm... Tiene como tropezones". Pues eso XD

    Genial entrada Spi, es un placer como siempre leerte tanto para descubrir juegos interesantes como para evitar jugar a videojuegos truñosos. Un saludo y que la luz de la tula ilumine tu camino.

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    1. *Toma sorbo de "café" *, entrecomillado mejor XD

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    2. ¡Buenas Arald! :D

      La verdad es que al final he volcado todos mis sentimientos más negativos, dentro del texto, pero la verdad es que no me parece un juego tan malo, solo mediocre tirando a malo. Sin embargo mientras otros análisis lo ponen más suave, el mío ha acabado siendo super agresivo, pero creo que realista a partes iguales xDDD

      Por lo demás es lo que ya hemos estado hablando tú y yo en privado, el juego es poco recomendable, más cómo puerta de entrada a su género, pero veremos a ver que acaba pasando en el futuro, si se mantiene en la más absoluta oscuridad o pasa a tener interés para unos cuantos, que le ven los puntos buenos, que yo no le he sabido ver... Eso sí el Xeno 1, incluso siendo mediocre, lo acabé sintiendo mejor que este y eso que dura unas cuantas horas más...

      Haces bien en no catarlo la verdad, si te recomendase juegos de gestión acabarían siendo otros, así que ni te preocupes. Y cómo ya te comenté en privado la frase es de la peli de Austin Powers xDDD Aunque mola la referencia, muy acertada diría yo xDDD

      Cómo siempre, gracias por pasar, por tus apreciaciones, de nuevo un saludo y que la luz de la tula también ilumine tu camino ^^

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