Cómo Halo Combat Evolved revolucionó el shooter moderno

El FPS, se ha consolidado a través del tiempo, como uno de los géneros más prolíficos de la industria, con infinidad de alumnos, con obras de otros géneros, que cogen su perspectiva para hacer su magia, tanto que incluso ha permeado a la ficción en otros ámbitos como pueden ser la narrativa por imágenes, o al propio cine. Todo con sus propios sistemas, bondades y vicios que se han ido perfilando a lo largo del tiempo, a través de generaciones de juegos que irían poco a poco sentando lo que hoy es la clase de videojuegos, conquistando tanto a generaciones pasadas como actuales, que disfrutan de lo mejor y lo peor de productos como los de Activision o Riot entre otros.

Y aunque tenemos exponentes modernos muy acertados de la fórmula, es interesante ver como el principio de las andanzas del Jefe maestro, son cruciales, para todo el conglomerado que conforma esta categoría de obras, porque aunque su saga, también ha ido acotándose poco a poco a los estándares que otros han ido desarrollando, fue la pionera en muchísimos elementos que hoy vemos reflejado tanto en los productos de principios del 2000, como incluso en muchos que persisten en este preciso momento. Componentes por los cuales sin duda no estaríamos ante los mismos tipos de juegos, tanto para sacar lo mejor de estos, como lo peor, pues Combat Evolved también sembraría la semilla para algunos de las taras más criticadas en estos tipos de historias.

Aun así, es interesante, volver a sacar a la palestra, el primer juego de Halo, él que lo inició todo, porque incluso con su edición Anniversary, podemos disfrutar de una obra, que pese a algún retoque grafico y mecánico, se sigue manteniendo tan vigente como el primer día, que sigue emocionando y enseñando más de una lección, al jugador espabilado, que le da una oportunidad, pese a los años a sus espaldas. Por eso hoy, le dedicaré su pequeño espacio y en forma de análisis, exploraremos todo lo que hizo bien la primera cruzada de John 117, junto con aquello que repercutió tanto para los jugadores, como para su industria.

¿Estáis preparados? Porque nos vamos de cabeza al Pillar of Autumn.

La trama arranca en medio de una persecución, el Covenant (O el pacto) está dando caza a una nave humana de grandes proporciones, que se encuentra huyendo para evitar exponer a sus compatriotas del planeta tierra, al conflicto, durante la huida, el crucero de nombre Pillar of Autumn, se da de bruces con una extraña masa planetaria con forma de anillo, pero antes de poder reaccionar su embarcación es abordada por la facción alienígena. En medio de todo se encuentra en hibernación, el Jefe Maestro, el último de una clase de supersoldados, conocidos como Spartans, que no solo será nuestro avatar durante la trama, si no, además será una pieza decisiva para todo el conflicto, presentado en un principio como una escaramuza espacial, para acabar siendo una épica batalla militar, donde se pondrá en juego el destino de todo el universo. Lo primero que sorprende de Halo, comparándolo con sus coetáneos, es que centra mucha de su atención, tanto en el plano narrativo como en el trasfondo; por ejemplo, el propio pacto (en ese momento) está conformado por cinco especies complejas de razas, cada una con su idiosincrasia, casta y diseño tanto a nivel mecánico como visual. Por otro lado, aunque nuestros aliados humanos en apariencia pueden parecer simples, también tienen su propia jerarquía, tecnología y hasta forma de encarar el peligro, aunque por supuesto nunca al nivel de nuestro protagonista.

Pero volviendo a la narrativa, es interesante todo lo que propone CE, mientras tanto obras clásicas como modernas, exploran el fragor de la guerra y el conflicto, con tremendos mensajes moralistas, mientras enseñan al jugador a divertirse, matando soldados con un fusil, las andanzas de la obra de Bungie, van en otra dirección, porque ensalzan un conflicto, donde la humanidad, debe sobrevivir contra una raza superior y tremendamente moralista, a través de la guerra, no solo el placer de llevarnos a nuestros instintos más básicos se realza aquí, a través de matar extraterrestres pixelados, también tenemos una lucha entre la ciencia y la religión, entre la razón y las creencias, entre el hecho de vivir para ver un mañana o sucumbir por nuestros ideales. Y aunque sé que al final del día, lo que más le preocupaba a los guionistas de Halo, por aquel entonces era salirse de la norma, ensalzando los valores militares, a través de una obra con toques de ciencia-ficción, más cercana a una buena película de acción, que a otra cosa, no podemos negar, que la idea principal y lore que permearían a toda la saga esta aquí, así como otros temas típicos de las historias de su corte, como la esperanza, la lealtad a los nuestros, el honor del guerrero, el deber como soldado o la justicia. Sin embargo dentro de su propio espacio de posibilidades, el proyecto de Jason Bones, no solo bebe de los principales referentes audiovisuales de masculinidad de mediados de los 80, hasta principios de los 2000, también se atreve dentro de su marco, a juguetear con planos, hasta incluso en alguna que otra ocasión acercarse a otros referentes, aunque solo sea para causar malestar o indefensión.

Acercándonos de nuevo a la premisa, en el momento que encarnamos a John, por primera vez, tras hacernos el chequeo pertinente, el pacto, ataca nuestro buque y no es hasta pasados los primeros 20-30 minutos iniciales, cuando empuñamos un arma por primera vez, durante todo ese lapso, vemos situaciones donde las fuerzas enemigas aplastan a nuestros efectivos sin piedad, somos testigos de situaciones, en las que indefensos, transitamos por sitios oscuros, mientras nuestros enemigos con formas aberrantes, nos dan caza, situándonos en un plano, en el cual, hasta que no empezamos a desempeñar nuestro papel, nuestro deber, el humano es el escalafón más bajo de la cadena, estando nosotros con él. Otro caso, es la presentación de la segunda raza alienígena adversaria, los Flood. Cuando llegamos a las instalaciones donde estaban contenidos, nos encontramos estancias grises, con tubos de contención destrozados, con alertas visuales, indicándonos que retrocedamos, hasta llegar a la sala principal, donde nuestro héroe, reproduce una grabación de unos pobres soldados humanos ignorantes de su destino, siendo en su mayoría devorados por estos nuevos seres, hambrientos de carne, de toda forma de vida, para tener el colofón, con ahora nosotros como jugadores, teniendo que enfrentarnos a esta nueva amenaza, dispuesta a hacer todo los posible, por consumirnos a nosotros también. Existen muchos más, pero en solo dos momentos, el origen de la franquicia insignia de Microsoft, ya nos ha demostrado, que es capaz de amoldarse y trabajar nuevos derroteros, explorar conceptos que obras del género cinematográfico que intenta emular y ser mucho más cercano al horror más contemplativo o un terror más sutil, que lo que suelen acostumbrar otros FPS bélicos tanto de su momento, como más actuales.

La desgracia es que su mayor virtud es también su mayor defecto, pues aunque Halo CE, intenta hacer cosas para desligarse de lo establecido, acabarían por convertirse en toda la seña de identidad de la saga, tanto, que exceptuando en determinados spin-offs o entregas, ya realizadas por equipos ajenos a lo que fue Bungie, se intentaría más que explorar nuevos frentes, contar una parte de ese gran conglomerado, que sería la saga, mientras manteniendo la fórmula original, se pulen determinados errores tanto a nivel mecánico como narrativo, por lo que la parte que equivaldría al arco del Covenant, pese a contar con momentos muy memorables, dejan un sabor de boca muy similar entre ellos y acaban pasando por los mismos tropos, que el primero, aunque luego intenten desligarse metiendo alguna leve variación. Por otro lado, el primer hito de la saga, como ya he explicado previamente, aunque tiene temas bastante interesantes, los deja más de fondo, para explorar los tropos habituales cercanos a su género como videojuego, por lo que aunque tenemos una historia, más interesante y trabajada, acaba pecando más de intentar impresionar, que de hacer reflexionar, acercándose a nivel narrativo más a una película blockbuster típica, que algo destinado a dejar una gran impronta o una lección importante, en la mente del jugador; cosa que puede echar para atrás a más de uno/una...

Pero no solo es a nivel narrativo, donde también Combat Evolved pone toda la carne en el asador, el Gunplay, también tiene mucho que decir. Para empezar y para quitarnos lo feo de encima, este juego, a través de su sistema de escudos con su posterior auto-recarga, es el origen de los fundamentos de la vida regenerativa, que tantos alumnos (entre ellos muchas de las obras de Activision) harían suyos, también crearía el esquema de utilización de solo dos tipos de armas, con dos tipos de granadas, en pos de hacerlo tanto veloz como accesible a los esquemas de un mando de consola y que también tanto molestaría a determinados sectores de la comunidad del videojuego. Por lo demás, aunque escasas, tenemos una buena selección de armas por cada facción, cada una con su diseño, cadencia, tipo de munición, permitiendo en función de las escogidas, un tipo de acercamiento a nuestros rivales; por lo que aparte de tener buena puntería o saber bien apretar el gatillo, es crucial reconocer el terreno, al enemigo y utilizar el equipo adecuado para despacharlo en función de cada situación. Además también contaremos con diversos vehículos, que modificaran a su manera cada encuentro, e incluso en algunas ocasiones servirán para llegar a determinados lugares o resolver pequeños puzles, tónica que solo se potenciaría en la segunda entrega, además de esta.

Por otro lado, otra de las mayores aportaciones del primer Halo, es acercar una formula, solo explotada hasta el momento, a las consolas de sobremesa (En ese momento la primera Xbox) y como tal, la obra tiene un esquema de control, adaptado completamente al mando, donde priman dos factores: La eficiencia y la comodidad. Aunque por esa época, la épica del Jefe maestro, no era la primera en aterrizar en las maquinas de a pie, sería la responsable, de priorizar unos tiroteos intensos, donde el jugador debía adaptarse rápidamente para poner la situación a su favor y para ello, tener un esquema adecuado, con una capacidad de respuesta elevada, era crucial, pues la IA de cada uno de los enemigos, especialmente de aquellos más avanzados, podía fácilmente ponernos en un brete, ya que conforme crecía nuestra habilidad y más cómodos nos sentíamos en la piel de nuestro Spartan favorito, mejor entrenados y preparados, estaban nuestros rivales, poniendo cada vez en situaciones más tensas, en las cuales cada vez es más arduo salir airoso. Y continuando con aún más detalles de nuestros adversarios, es interesante como están tan bien diferenciados, suponiendo un eslabón de esa supuesta cadena de mando que conforma el Convenant, encontrándose liderada por los Elites, en las refriegas, que constituyen poderosas unidades de combate, con capacidad de respuesta, escudos e inteligencia similar a nosotros, y como estos a su vez, también se diferencian por sus propios estamentos, estilos de combate, colores característicos e incluso escudos.

Estos alienígenas, suponen la verdadera salsa de los enfrentamientos, ya que constituyen el pilar principal del escuadrón que se nos ponga por delante, sin ellos las unidades menores se desconciertan, siendo más fáciles incluso de eliminar, además algunas de más poderío llegan a descordinarse, por lo que indirectamente el juego, nos premia a arriesgar, a ir con todo, para abrir una brecha entre nuestros enemigos, sin embargo, como ya hemos estado comentando, cada líder de tropa, supone una amenaza a tener cuenta, por sí mismo, especialmente cuando las avanzadillas enemigas, son grupos entrenados de Elites, comandados por otro de mayor rango o experiencia, por lo que aunque nos estén diciendo que hay que arriesgar para ganar, también volvemos a esa planificación antes mentada, al saber cúando disparar, cómo, pero sobre todo a quién, siendo aquí donde todo se cristaliza, pues todos los enemigos tienen una ristra de movimiento o comportamientos a aprender, sin embargo, los Shangeili (Elites) se adaptan a nosotros, utilizan diversas herramientas, dan ordenes a las tropas e incluso llegan a hacer en cierto momento, tácticas, que podrían recordar al jugador, claramente esto se ve de forma más clara en dificultades superiores, pero aún así, mientras otros juegos de la misma índole, suelen presentar más a nuestros adversarios, más que obstáculos o dianas en una galería de tiro, ya en 2001, CE, nos enseñaba como funcionaba verdaderamente las tropas de infantería de un ejercito, pero sobre todo a no confiarnos, pues al igual que nosotros éramos poderosos, muchos de los lideres o capitanes del otro bando, también eran serias amenazas...

También quiero mencionar por encima a otras amenazas, como son los Flood, que aunque en apariencia pueden parecer simples, cumplen muy bien su rol de devoradores, atacando y poseyendo a unidades aliadas o cadáveres siempre que pueden, utilizando los números para atosigar a la vez que castigar a sus adversarios, pero principalmente, ponernos en situaciones, donde es fácil vernos superados, donde debemos adaptarnos incluso más rápido al peligro e incluso donde no siempre disparar a matar es la mejor opción para salir airosos. Además estas criaturas son responsables de algunos de los momentos más interesantes de la trama, no solo coronándose como una amenaza más peligrosa que el pacto, si no, por si fuera poco, dándonos encuentros en localizaciones curiosas como vestigios del Autumn, zonas de pasillos opresivos o zonas pantanosas con poca visibilidad. Por otro lado es una lástima que la facción neutral del juego, tenga bastante poco peso a nivel de combate, quedándose reducida a un tipo de maquinas, que más que suponer un problema, estorban o molestan, a menos nuevamente que escojamos las dificultades más altas, en las cuales hasta el más simple de los Grunts, nos pondrá en serios aprietos...

Antes de pasar a las habituales conclusiones, me gustaría mencionar algún que otro apartado adicional de la obra, como es el diseño de niveles. La verdad aunque el primer Halo, nos brinda algunas de las localizaciones bastante llamativas, peca muchísimo de repetitividad de escenarios, hay unas cuantas misiones donde nos metemos en cámaras Forerunner, que se encuentran salpicadas de pasillos que apenas se diferencian unos de otros, visitamos la nave que da origen a la aventura al menos dos veces, transitando por sus habitáculos idénticos y aunque me encanten las zonas donde los Flood hacen acto de presencia, las visitamos una vez para ir, con otra para volver, teniendo exactamente que realizar el mismo recorrido. Otro punto a sumar es que muchas estancias, son muy similares, por lo que es fácil desorientarse, dando la sensación de que por aquel entonces el equipo de Bungie, decidió hacer un uso intensivo del reciclaje de modelados, diseño y estructuras, cosa que por suerte, se intento no repetir en las posteriores entregas, con mejor acierto. Eso sí, tanto a nivel gráfico como sonoro, el juego se mantiene bastante bien, especialmente si utilizamos el filtro, venido en la Anniversary Edition, que le da un acabado que pese a tener 10 años a sus espaldas, que no desmerece ni un ápice al conjunto, teniendo eso sí, altibajos en el doblaje, que aunque esta completamente en nuestra lengua, es mejorable...

Por lo demás, es innegable la influencia que ha representado Halo Combat Evolved para la industria, no solo acercaría la narrativa al género, también la accesibilidad (Especialmente en el territorio de las consolas de sobremesa) la variedad en enemigos, los avances en la IA o la salud regenerativa entre muchos otros. Además supone el inicio de una de las sagas más queridas y con mayor floración del producto transmedia, en el mundo de los videojuegos, a la par que un gran buque insignia de la compañía fundada por Bill Gates, es sin duda el padre de muchas de las praxis actuales, precursor de diferentes obras FPS con toques de ciencia-ficción y estandarte de toda una amalgama de juegos, hasta la modernización de la saga Call of Duty con el primer Modern Warfare. Para algunos volver a él, para otros disfrutarlo por primera vez, sea como fuera, la primera épica jugable del Jefe Maestro, ha resistido el paso del tiempo de manera muy digna, y tanto su campaña de entre 5-7 horas como su modo multijugador, siguen siendo muy disfrutables a día de hoy, todo gracias a esta versión salida en 2011, ahora parte del recopilatorio de Master Chief Collection, que cualquiera con un poco de dinero o con el Game Pass bajo el brazo puede seguir disfrutando.

Es innegable decir, que si de verdad os gustan los videojuegos, su historia, ver su propia evolución, los juegos de disparo, la ciencia-ficción, una narrativa interesante, os debéis jugar a la saga Halo, especialmente a esta primera entrega, que pese a sus escasos menos, ha conseguido ser todo un descubrimiento, uno de esos productos que merece la pena probar, una de esas obras, por las que no parece haber pasado el tiempo y esta en muchísimas mejores condiciones, que otros grandes "reclamos" del retro. Sin duda uno de esos juegos, que en principio parece tener poco que ofrecer, pero que es responsable de todo lo que en su momento hiciera para mí especial a esta saga y consolidaría a mi juicio, su tercera entrega. Quizás otros hagan las cosas mejor, pero si por algo se despunta, CE, es que todo lo que intenta, todo lo que pretende y sobre todo lo que consigue, lo hace lo suficientemente bien, para no solo divertir en el proceso, si no, además para dejar huella, y eso al final del día, es suficiente para mí, porque como ya dije una vez, no necesitamos que todas las obras, nos enseñen algo o sean reflexivas, si no que nos hagan sentir que hemos invertido el tiempo y eso, Halo Combat Evolved y especialmente su edición Anniversary, lo consiguen de sobra...