Es gracioso como el contexto lo puede significar todo, a la hora de acercarse a determinadas obras. Como ya sabéis yo no crecí con una Super Nintendo o una Mega Drive bajo el brazo, de niño, jamás supe de su existencia. No fue hasta llegar a la adolescencia cuando por primera vez, gracias a la suerte de la emulación, junto con una curiosidad intrínseca de manual, descubrí que existió un antes, que las maquinas de la gran N alojaban todo el RPG por aquel entonces, mientras las de SEGA se dedicaban a la acción o el deporte entre otras.
Pero aun así, pese a haber empezado hasta en cinco ocasiones a lo largo del tiempo, tanto en nuestra lengua como en la de Shakespeare, la segunda aventura relacionada con el mundo de Mana, jamás pase del primer o segundo jefe, mientras su secuela, estuve a punto de completarla en innumerables ocasiones... Pero claro, por aquel entonces, yo no estaba acostumbrado a lo que significaba jugar obras de este corte, mi máximo acercamiento eran otros títulos con la formula más simple o bien, mejor depurados.
Años después y casi regalada, obtuve la copia de un remake de uno de los títulos más queridos por muchos aficionados por los juegos de rol de la cuarta generación de consolas, pero que a día de hoy, castigado por el paso del tiempo, tiene una redición que sin ser perfecta, también ha sido olvidada por un público, que no sabe lo quiere, a la hora de consumir videojuegos.
Como bien nos acostumbraban muchas aventuras de los 90, encarnamos a Randy un joven, oriundo del pequeño poblado de Potos, que tras ir por donde no debe, acaba topándose de bruces con la antigua, pero oxidada, Espada de Mana. Tras un encontronazo con un monstruo en la villa, se le revela que no pertenece realmente al pueblo y que debe ser expulsado del mismo, ya que la hoja que empuña, atrae a las bestias. Guiado por Yenas un caballero de Tasmanica, nuestro héroe viajara por el mundo para devolverle el esplendor a la reliquia y pararle los pies al imperio, conociendo por el camino al incombustible, Poppoi y a la encantadora Prim.
En primer lugar, el remake no altera la trama original, pero si se esfuerza en darle más empaque. Mediante cinemáticas o bien, conversaciones que usan un plano estático de los personajes, mientras escuchamos el doblaje pertinente, como si de una novela visual de bajo presupuesto se tratara... Jugando con el doblaje en ingles, me encontrado en todos los personajes que pueblan el argumento del titulo, unos registros muy correctos, a la par de acordes; el inconveniente es... Que no mueven los labios al hablar... Cuando llevas unas cuantas horas con la obra, te acostumbras, pero debo admitir que en los primeros compases, choca bastante, especialmente cuando el juego dedica usar los escasos recursos que tiene, para lanzar escenas de video. Por suerte tampoco son muy abundantes...
Por otra parte, todos los NPCS secundarios del juego están doblados y... Dan autentica pena. Mientras que para la trama se utilizan bien los recursos de voz. A pie de calle, con el mando en la mano, hablando con tenderos o pueblerinos, se nota un trabajo detrás que deja muchísimo que desear. Con guardias que repiten la misma frase, con timbres de voz muy poco trabajados, o mujeres con agudos, bien muy estridentes o incluso todo lo contrario. Al igual que sucede en las secciones de más recursos, aquí apenas gesticulan, pero es más pasable, pues el ángulo de la cámara trabaja lo suficiente para que apenas veamos rostros.
Además, mientras en el clásico teníamos los momentos en la aventuras, dedicados a cada personaje, aquí además tenemos conversaciones en la posada, que ayuda a dar un poco más de contexto al trio protagonista. Siendo Prim la que más beneficiada se ve en estas charlas, dando un carácter algo más fuerte y menos del tropo de "chica acompañante" que solían tener los personajes de su índole, en las obras de este estilo. Eso sí, si no se acude regularmente a descansar, las conversaciones pierden su contexto, teniendo charlas de un momento del juego, que ya se ha pasado hace mucho tiempo. Por lo demás para lo bueno y para lo malo, como ya dije antes, seguimos estando ante un estilo de historia, muy destilado hará varias décadas, pero que ya es más difícil que resuene con el jugador moderno.
Antes de meterme de lleno con la jugabilidad, me gustaría hacer un inciso para hablar de todo lo que representa el apartado técnico, más allá de la trama. Actualmente se puede parchear el juego a versión 1.3 si hablamos de sistemas Sony o a 1.2 si hablamos de PC. Probado en una PS4, el juego jamás se me ha colgado, ni ha tenido un error severo, que si atestiguaban otros analistas, por el 2018. Lo que si me he encontrado han sido fallos menores, como el bug de seguir recibiendo daño al cambiar de estancia o que los compañeros, se atasquen en paredes al seguirte, pero por lo demás, todo reacciona bien, todo funciona como debería, aunque evidentemente al no estar estos errores en la versión original, da que pensar, sobre el poco interés que lo puso Squarenix a la redición de uno de los RPGS más queridos de los últimos tiempos.
Tanto es así, que aunque visualmente no esta mal, el sistema de tácticas, en el remake no ha sido corregido, ni mínimamente acercado al original (Aunque tengo conocimiento de que en el clásico, pese a las posibilidades, la IA, también era muy floja) En combate, todos los participantes tienden a fallar más sus ataques que una escopeta de feria. Y el sistema de equipamiento, aunque bastante simple de utilizar con 0 problemática, para algunos también necesitaba un reajuste, que ni con parches se ha dado. Además tampoco añade ninguno contenido postgame a la obra, como si hizo Trials unos años después, ni tampoco intenta arriesgar ni se sale más de lo establecido por el juego de SNES.
La intención de Studio Q y quiero creer que la de Square, al lanzar esta nueva versión del clásico del 93, es una muy sencilla, sacar algo de dinero haciendo una versión modernizada, de una obra de segunda fila, alterando lo menos posible el computo, para que el fan de toda la vida no entre en cólera, por tocarle demasiado su "juego" a la par que intenta suavizarlo un poco, para que el curioso que jamás tuvo la oportunidad, al menos le de un vistazo. Como ya sabéis, las prisas por llenarse los bolsillos, hizo que las empresas responsables sacaran el juego demasiado pronto y "roto" renegando a lo nuevo de Secret of Mana, al cajón de los olvidados y a bajarlo aun más peldaños de la tercera fila, a la que aspiraba este remake...
Pero aun con todo eso, tengo que decir que, me he divertido jugando. Moverse por los escenarios es cómodo, más cuando todos están tan bien conectados; el sistema de combate, a medio camino entre un juego de rol por turnos tradicional y un ARPG; sigue siendo satisfactorio, navegar por las ruedas que conforman los menús de nuestros héroes, añadiéndole los accesos rápidos a la ecuación. Ahora además tenemos en todo momento a nuestra disposición en el mapa, nuestro siguiente objetivo por si nos perdemos, combinado con uno más pequeño, que nos ayuda a orientarnos por el terreno, en plena acción. Incluso sin disponer de selector de dificultad, se ha suavizado el juego, pero sobre todo el grindeo, por lo que ahora no requeriremos de muchas sesiones de entrenamiento, para alcanzar esa pieza de equipo o ese nivel deseado.
Moverse a lomos de Flammie, también es una gozada, que según he podido comprobar se mantiene invariable respecto al original. Al igual que el sistema de armas, que permite a cualquiera, usar e ir mejorando el equipo que guste o las diferentes hechizos, que ganan un nuevo matiz, por los accesos antes mencionados. También regresan los jefes del original, que como antaño, nos obligaran en muchas ocasiones a utilizar nuestras mejores cartas para explotar sus debilidades e infligir el máximo daño posible. Porque aunque el juego sea más accesible que su referente, tampoco implica que a partir del ecuador, no se pongan las cosas crudas tampoco...
Por otro lado, tenemos la banda sonora, reorquestada, que exceptuando algún que otro tema venido a menos, funciona bastante bien, especialmente canciones como Fear of the heavens que me pone la piel de gallina, cada vez que suena en la obra. Por supuesto tampoco se quedan atrás, temas como: Meridian Dance, Still of the Night o The Dark Star, entre otros.
Evidentemente, hay reediciones hechas con mucho más cariño y muchas más ganas, por supuesto también hay un montón de sucesores, entre ellos la propia secuela remasterizada, que dejan a la altura del betún a Secret of mana, más a su remake. Sin embargo a día de hoy con un precio irrisorio, completamente parcheado y con hambre de títulos del mismo corte, no veo porque, no intentarlo con este.
Y sí, disponemos del original siempre que queramos volver al pasado, pero a día de hoy, lejos de la Nintendo Switch, que es la maquina que hospeda la Collection of mana y encima sin traducir, o bien si queremos mantenernos en lo legal, comprar la maquina original con el juego. Por lo que nuestra única vía rentable para hacerlo en condiciones es con una reedición que sin lejos de ser sobresaliente o brillante, plantea una aventura lo suficientemente valiente, para por lo menos hacernos pasar bien las cerca de 15 horas que dura. Mucho más barata, mucho mas convencional, pero sobre en el camino suficiente para aportar algo, tanto a puristas como a nuevos usuarios de la franquicia. Porque queramos o no, a más no podemos aspirar, ya que el clásico del 93, no ha envejecido muy bien en más de un sentido...
Podemos seguir, lastrados en que todo sea como queramos, podemos criticarlo de forma adecuada incluso, pero es nuestra decisión, si seguir como estamos, o aunque no cumpla nuestras expectativas, intentar con este juego, aunque sea solamente un poco, ir más allá, quizás solo así, podamos salir sorprendidos para mal o hasta incluso para bien, siendo irónicamente mi caso, sin vivir del contexto, ni la nostalgia, a fin de cuentas, lo mejor, pero sobre todo la experiencia que me ha permitido después de casi más de veinte años, poder disfrutar de la experiencia que significa Seiken Densetsu 2...
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