sábado, 18 de julio de 2020

Sunset Overdrive



La narrativa esta en auge, cada vez más los videojuegos se centran en ser más ambiciosos, tener mensajes más potentes, aludir al mayor numero de personas posibles, hacer historias que merezca la pena recordar, donde merezca la pena quedarse. Para ello son ambiciosos, crean mundos expansivos, mecánicas únicas y acorde con la temática, protagonistas únicos, secundarios memorables, todo con una seriedad encomiable...

Sin embargo... ¿Dónde quedó la diversión? ¿Dónde quedó esa naturaleza pura del videojuego? ¿Dónde quedó el jugar por jugar? En una industria cada vez más centrada en grandes superproducciones es irónico que una de ellas, sea un soplo de aire fresco, tan necesario a día de hoy.

La trama arranca con nuestro personaje en medio del caos de "la noche del horror" donde las gentes de Sunset City han mutado en criaturas llamadas "colgados" después de tomar Overcharge, la nueva bebida energética de la prestigiosa multinacional Fizzco. Tras a duras a penas abrirnos paso, somos salvados por Walter (un viejo cascarrabias) y nos uniremos a su banda para encontrar la manera de salir de la ciudad, mientras vamos colaborando con diversas facciones de supervivientes con los mismos objetivos.

El primer punto a aclarar es que la trama de Sunset Overdrive es lo más cliché y estúpido que uno puede echarse a la cara, visto de manera objetiva, no es particularmente interesante y se ve venir a lo lejos, además en cierta medida su ritmo y estructura recuerda a la de los GTA más clásicos pero algo más contenida. ¿Qué funciona entonces? Como esta presentado todo: Desde nuestro protagonista, pasando por los miembros de otras facciones, villanos como Fizzy o secundarios como Floyd. Rezuman carisma, aunque muchos están estereotipados, funcionan precisamente como parodia, gags o como elementos para la construcción del chiste. Porque al igual que hacia el spin-off de The Bard´s Tale, esta obra no quiere ser profunda ni trascendental, si no quiere hacerte pasar un buen rato y sobre todo sacarte una sonrisa. Mención al giro final, que aunque para algunos previsible, a mi me sorprendió gratamente.

Además el tono del juego, propicia un diseño de misiones que aunque algo repetitivo, riza el rizo con un montón de situaciones absurdas y chistes que convierten hasta la eliminación más típica, en cosas como una cacería de palomas, búsqueda de iconos de tareas secundarias o una partida de rol, entre tantos otros, dándole un toque divertido, que hace que pese a lo monótono en la estructura del diseño, estés más preocupado, porque nueva estupidez vendrá ahora.


Como competidor directo de Infamous: Second Son, Sunset Overdrive también se centra en la velocidad, la gestión del entorno y equipo, solo que esta vez cambiamos poderes, por todo tipo de cachivaches, con todo tipo de funcionalidades. Aquí la temática punk se palpa hasta en el gameplay, que se centra en la acumulación de estilo a base de eliminaciones con todo tipo de trucos como grindar, los rebotes o el escalado por la pared, pareciendo que estamos jugando más a un Tony Hawk´s que a un juego de tiros per se. Amenizado por una banda sonora compuesta por mucho indie, garage y punk rock, que además también da coherencia a la tónica de la obra.

Sunset overdrive respira el "gamey" por todos sus poros, es muy fácil volver a la pelea tras morir, tiene ciertos desafíos, que recuerdan a las primeras obras de Neversoft y Rockstar, las armas y tipos de enemigos están muy bien diferenciados, recordando a ese toque más juguetón. En definitiva a mi me recuerda a aquellas obras de finales de los 90, principios de los 2000, que tan bien destilaron tanto esta compañía, como Naughty Dog entre otras y que tanto nos hicieron disfrutar cuando éramos niños, pero en este caso con un toque adolescente más marcado.

Lo que ya no funciona tan bien, son por ejemplo los amplis, que nos dan todo tipo de extras tanto a nuestras habilidades como a nuestras armas y están asociados al estilo, aunque interesantes, son escasos y requieren o comprarse con abundantes numero de coleccionables, recurrir a jugar ciertas misiones en el multijugador o bien jugar de manera compulsiva a una especie de modo "horda" del juego. Otro punto es que este juego sigue siendo un sandbox, aunque esta mas contenido y no esta tan lleno de paja como muchos otros, en sí más allá de las secundarias, los desafíos y la historia, no tiene mucho más allá que matar enemigos para farmear la moneda del juego para comprar equipo o nuevamente los coleccionables.

Tampoco ayuda el diseño de la ciudad, que aunque tiene ese toque sucio, acorde con el tono de la obra, no es particularmente vistosa o interesante, sintiéndose más un parque de skate que una ciudad o algunas secundarias que son bastante bajas tanto en ejecución como en humor, en comparación al total, siendo las encargadas por Stanley las peores...


Genérico en algunos momentos su ejecución, sobresaliente en tono y temática, puramente "gamey" no se si podría tildarlo como obra maestra o juego que cambie el paradigma, lo que si esta claro, que incluso como Sandbox, llega a ser divertido y al final del día te saca una sonrisa, que a fin de cuentas es lo que importa. Porque siempre acabaremos teniendo juegos como Ghost of tsushima o Horizon zero dawn, pero empiezan a hacer falta más juegos como Sunset Overdrive...


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