Hellblade: Senua´s Sacrifice y el Horror Subyacente

Advertencia: Aunque he intentado no ahondar en Spoilers durante el texto, Hellblade es una obra muy pensada para ser experimentada por unx mismx, eso hace que querer llegar a ella sin tener una percepción o sesgo previos después de leer esta entrada sea "complicado". Avisados estáis...

A día de hoy es difícil escribir un análisis tal cual sobre Hellblade: Senua's Sacrifice, por el hecho de que se han escrito ríos de tinta, hecho tertulias a través de diversos medios como el podcast o incluso exponiendo todo al detalle sobre el juego en videos de Youtube...

Sin embargo si es posible recalcar algunos de los matices o elementos que la obra pretende transmitir, desgranarlos en mayor profundidad y en el que nos ocupa hoy, es ver como esta hace un uso y tratamiento del horror, un sentimiento cada vez más persistente en muchos videojuegos que mas que asustarnos, pretenden sorprendernos u hacernos reflexionar a través de este.

Es errado considerar que la obra que hoy nos atañe es del genero del terror, sin embargo apunta maneras, intenta trastocar ciertos elementos para tocarlo, arañando la superficie, intentando acercarse a una experiencia en ciertos momentos más incomoda que ante todo espeluznante, más afín a lo que podemos considerar "horror". Ya desde que encendemos el juego por primera vez y accedemos a su intro, se nos avisa de que ha sido grabado con audio binaural para su voces. Voces que protegerán, aconsejaran, desestabilizarán y atormentaran a Senua y con ella a nosotros, durante todo el trayecto.

Aunque estas tienen la idea base de acércanos a la experiencia de sufrir psicosis, también nos dan un tono directo sobre la obra, una en la que nada es lo que parece y que los peores miedos de nuestra protagonista se materializaran para que tanto ella como nosotros, los suframos en nuestras carnes... Desde los enemigos nacidos de la oscuridad destinados a ser un poderoso impedimento, que reduzca o destruya nuestro avance, e incluso todas aquellas áreas oclusiva destinadas a confundirnos o a hacer que nos perdamos en el proceso.

Porque esa es otra, estamos ante un juego que maneja muy bien sus localizaciones, siendo especialmente memorables algunas como la prueba en los territorios de Valravn, la del fragmento de la ceguera, del laberinto o incluso toda la zona relacionada con el clímax del juego. Cada una memorable a su manera nos produce un cierto sentimiento de indefensión a su manera y desasosiego que no hace más que remarcar como Ninja Theory hablando de miedo e inseguridades consigue acércanos lentamente a esa incomodidad que aunque no lo parezca, es buscada.

Nuevamente debo recalcar que es en estas secciones concretas, donde nos damos cuenta, que Hellblade brilla con luz propia y a la larga son el núcleo de la experiencia. En la prueba del dios de la ilusiones o en el laberinto, es muy fácil perderse, aprendemos que los sentidos de nuestro personaje no son lo que parece y que incluso las voces que nos acompañan tienen algo más que decir. Cuando afrontamos la prueba de la ceguera, la oscuridad y los terrores físicos, capaces de matarnos, nos acompañaran, siendo solo a través del valor y nuestro propio oído; la únicas llaves para superar este fragmento. Siendo algo similar cuando llegamos al principio de Hellheim por primera vez...

Parece mentira, pues haciendo balance Senua es un personaje poderoso, así nos invita su trasfondo a pensar, además de que así nos lo demuestra su desempeño en las mecánicas  y sensación de juego, relacionadas con el combate. Sin embargo al final las peleas es de lo que menos encontramos en la obra y cuando nos vemos obligados a sacar la espada para seguir adelante, por muy satisfactorio que resulte, muchas veces nos encontramos en desventaja o bien contra enemigos con los que no es fácil lidiar.

Incluso aunque el juego, prefiere ser más sutil y presentar el desosiego de una manera más meditada y psicológica, también hay espacio para lo grotesco a la par que visceral. Siendo toda la entrada de nuestra heroína en la prueba de Surt o bien el recorrido por el mar de cadáveres buena prueba de ello. Con situaciones que fácilmente hacen ver la muerte más de cerca y sobre todo de una manera más sobrecogedora de lo esperado. Y en las que se reitera que aunque existe el conflicto armado, no es el centro de la experiencia.

Al final, no necesariamente tienes que hacer una obra que beba tan directamente del survival horror más clásico o de la nueva vertiente del terror para hacer un juego que sea capaz de paladear con temas similares de una forma satisfactoria. En este caso tenemos un titulo que se separa del susto fácil, que pretende hacernos viajar por un tormento y sobre todo el de compartir un problema con nuestro avatar y con él... Una carga.

La travesía de Senua, sigue tratando temas, como las fases del duelo, el papel de una persona con ciertos problemas en una sociedad, todo el papel del guerrero o incluso el pasado del mundo celta y vikingo. Pero aun así también nos acerca de primera mano a un tipo de genero muy común en nuestros días pero que simplemente pasa desapercibido o es ignorado en aras del terror más mundano o ahora más cotidiano en nuestra forma de consumir entretenimiento.

Podría estar en algunos sentidos mejor ejecutado, que duda cabe, sin embargo no podemos negar la valentía de Hellblade Senua's Sacrifice, sobre todo en los aspectos en los que realmente destaca, demostrando que si solo nos enfocamos en su idea de encarnar a una persona con una enfermedad mental (que también es un aspecto importante a tener en cuenta) nos estaremos perdiendo todo un conglomerado de temas y sobre todo sensaciones que esta intentando transmitir, relacionadas o no, con la psicosis.

A la larga todo esto depende de como y con que sentidos queramos apreciar esta gran obra...