Hace muy poco, el influyente Youtuber, Rubén Doblas Gundersen, también conocido como "El Rubius" Tomo la decisión meditada (o eso afirma) de marcharse al antiguo paraíso fiscal de Andorra. Esto no es nada nuevo, es algo que ya muchos saben, aun así tras sufrir una avalancha de criticas por su decisión, el creador de contenido salió a la palestra con un comunicado que no mejoró el ambiente, ya crispado de por sí.
Paralelamente, muchos otros, de toda diversidad de medios, han salido para dar sus respectivas versiones, ya sean alabando o defendiendo la decisión, como aquellos que directamente le han demonizado o criticado hasta la saciedad. Independientemente de la postura, hay algo que me ha parecido interesante, que ha quedado patente a través de toda esta situación, cada vez más común en estos "influencers" bien posicionados. Y es nada más y menos que la influencia, como aquellos que independientemente de su calidad o legado, mueven masas, fluctúan opiniones o despiertan pasiones, ya se de forma intencionada o por puro azar.
El medir o analizar porque funcionan, tanto las palabras, como los actos de aquellos que se encuentran arriba, no solo me parece un ejercicio de reflexión más interesante que lo acontecido con estos "señores" y el nuevo punto de mira de hacienda. Si no también nos ayuda a los que somos más pequeños a darle nueva perspectiva a como comunicamos o a lo que transmitimos...
Al margen de la que decisión de nuestro "querido" Rubén sea delito o no, lo cierto es que aunque el ni se lo plantee, lo que ha hecho tiene tanto un mensaje como una repercusión detrás... Pero... ¿Por qué? La cuestión es simple, desde que iniciara su trabajo por aquel lejano 2012, este señor ha movilizado a millones de personas, quizá no en su totalidad de manera fija, pero si a una gran mayoría que consumen su contenido religiosamente, que le han ganado determinada estima y sobre todo como modelo a seguir e incluso una referencia directa, siendo, en estos últimos casos, muchos de estos, menores. Esto hace que como, aún muchas personas se encuentran asimilando muchos conceptos del funcionamiento de la vida, siendo su ejemplo más palpable, las figuras que consumen, puesto que lejos del debate de la educación, como ya dije una vez, queramos o no, somos los que consumimos.
Por eso si X o Y influencer, malversa fondos, ejecuta malas praxis o se postula ante determinados comportamientos de una manera positiva o negativa, esta dando un mensaje que puede calar no solo en cientos, si no en miles o millares de personas, dependiendo de la popularidad que posea. Creedme que esto llega más allá de que al "famosito" de turno le pongan una skin en el Fornite. Si no de autenticas locuras, sobre como influir a tus espectadores, sobre política, impuestos o hábitos de vida entre muchas otras cosas. Si creemos que esta gente no son figuras públicas equiparables a estrellas de cine o futbolistas estamos muy equivocados. Y lo triste es que ni ellos hacen un control sobre lo que transmiten a otros, ni muchos de nosotros, tan siquiera nos paramos a pensar, para luego procesar lo que nos están transmitiendo...
Aunque algunos no nos caigan especialmente bien, no podemos negar que si están ahí es por algo. Pasando de ser uno más, a alguien destacado sobre lo demás, lo que tanto ellos piensan como a nosotros nos han impuesto, es que no tienen responsabilidades, que su palabra es ley y que aquellos con más números detrás, son aquellos que perseveran, siendo los que marcan o no el ritmo que los demás debemos seguir, mientras los otros, los que también tienen algo que decir, se vean absorbidos por la marabunta, viendo impotentes su voz ahogada por el camino. A fin de cuentas la misma diatriba, la misma pelea de grandes contra pequeños, pero al final la misma responsabilidad.
Al igual que existen millones de personas en el mundo, existen cientos de miles de creadores de contenido que al igual que otros en el pasado intentan hacerse un hueco en sus respectivos campos. Sin embargo al contrario que otros una vez prosperaron, quizás por el trabajo, por la suerte, por elegir determinados formatos o contenidos, prosperan un ritmo muy lento, sin nunca llegar a despuntar como otros que jugaron mejor sus cartas, sí. Estos generadores a pequeña escala, son los más abundantes en internet y sin duda más castigados a la par que vilipendiados, por la influencia, especialmente aquellos (entre los que yo me incluyo) que no se han pasado aún al formato audiovisual.
Gente por tratar de emular a los grandes, buscarse un hueco con su proyecto soñado o directamente alguien que desee plasmar sus ideas a través de diferentes medios, aunque se encuentra gente afín a sus ideas, se da de bruces directa con la realidad. Y es que aunque haya formado una pequeña comunidad amable, tanto él como los suyos, son una más, dentro del vasto océano, que cuando intentan transmitir desde sus pensamientos hasta sus nuevos trabajos, se encuentran en la misma casilla de salida, que al principio. Entiendo que otros grandes hayan logrado estar donde están, no solo por estar en lugar o en el momento oportuno, si no, además del esfuerzo que también han tenido que poner.
Pero de verdad frustra mucho, que todo este supeditado a quién tiene más o que esta de moda y que no importe que lleves semanas trabajando en algo, poniéndole todas tus ganas, que esta destinado a no llegar a más, por que simplemente no es lo que "otros" quieren saber, no esta en el formato adecuado o no es todo lo "correcto" o "conformista" que debería. Tristemente, por poner un ejemplo, esto ultimo es algo que le sucede a muchos de mis compañeros de la Blogósfera, que han llegado lejos, no por mostrar ideas interesantes o radicales, si no por acercarse de forma tímida y políticamente correcta a aquello que bien evoca nostalgia o bien se sale un poco de la norma.
Esto incluso, influye a otros medios menos de nicho, donde otros creadores, deben en cierta medida amoldarse de una manera u otra, a diferentes métodos de subsistencia o incluso intentar dentro de los moldes preexistentes, ajustarse para adaptarse a aquellos que los consumen, pues si no, por muchas ganas e interés que lo pongan, están sentenciados, ya que la maquinaria de las responsabilidades, se impone al sueño de llegar a algo más con nuestros proyectos deseados.
¿Hay esperanza para todos aquellos que le ponemos ilusión a esto, pero no somos Rubius y compañía? Mmm... La cosa es complicada, muchos de nosotros, quizás persistamos en el imaginarios de alguno de nuestros seguidores, cuando pase el tiempo, pero ni de lejos llegaremos a convertirnos en hitos o conseguir un legado tan duradero como lo más grandes, eso lo tenemos claro, sin embargo hay cosas que incluso nosotros, queremos conseguir más allá de los números, las estadísticas o los seguidores.
Queremos que aquellos que se detienen a consumir nuestro trabajo lo disfruten, lo valoren y sobre todo lo difundan, pero sobre todo muchos queremos que aunque nuestras cifras no sean proporcionales, que no valgan unos más que otros en función de quien tenga a más gente, en definitiva, que podamos ser tratados como iguales, que no tengamos que escribir un Tweet ingenioso para mendigar atención, que podamos hablar con otros tanto nuevos, como antiguos precursores, de tu a tu, sin jerarquías, ni barreras, pero sobre todo que podamos ser nosotros mismos y llegar a buen puerto sin tener que acotarnos a los gustos o directamente ser complacientes con los demás. Y por supuesto todo de forma sana a la par que responsable.
Porque esa es otra, aunque nosotros no somos nadie para ojos de muchos, hemos sido escogidos por unos cuantos que nos dan una oportunidad, que invierten su tiempo en lo que transmite nuestro contenido, que se sientan a valorar aquello que nosotros queremos decir. Así que tenemos el deber, de ser educados, de saber aprovechar bien el tiempo de aquel que esta detrás de nosotros, pero sobre todo debemos de entretener. Aun con todo, debemos ser conscientes de nuestras palabras o nuestros actos, deducir que aquellos que consumen nuestro contenido, sean grandes o pequeños, queramos o no, nos tienen en cuenta para determinadas decisiones, por lo que debemos actuar en consecuencia, siempre respetando nuestro contenido, sin edulcorarlo, ni modificarlo, para agradar o captar la atención, pero sí sabiendo tomar determinadas decisiones, que no dañen o retuerzan determinados valores.
Aún con todo lo parafraseado aquí, mis divagaciones, no son más que una quimera de un mindundi, en un mar de tiburones, más centrado en captar el interés, haciéndose un nombre, sea cual sea el precio, que llevando una comunidad sana, libre de estamentos basados en cifras de popularidad. Y sí, se que existen algunas, pero como ya dije antes, son la minoría, ante el inmenso océano que es la red de redes.
En esta ocasión, la única solución, que podemos aplicar, es tratar a todos como iguales, independientemente de los números que tengan por detrás, sean simples mortales sin ninguna difusión, creadores de contenido minoritario, entre los cuales nos encontramos, al nicho de los blogueros, streamers de poca monta, youtubers que nunca despuntan o intentos de podcasters influyentes, así como gente más grande que se acercan por su tren de vida más a ideales o sueños para muchos, que para seres reales de la vida cotidiana.
También es bueno ampliar nuestros horizontes, arriesgar tanto como creadores como consumidores y buscar nuevas formas de entretenimiento, nuevas ideas o nuevas visiones acerca de aquello que disfrutamos, por que al final del día eso es algo que nos hará crecer como personas e incluso en el ámbito de la creación, nos permitirá darle frescura a nuestro contenido y quizás descubrir nuevos métodos, que nos ayude a aprender o incluso especializarnos en nuevas áreas, además de traernos una ilusión renovada, al elevar nuestro proyecto a nuevas cotas de calidad.
Aunque todo esto sea muy utópico, es algo que si todos, poco a poco, nos vamos concienciando llegaremos a conseguir algún día, o si no, al menos, estoy seguro de que habremos intentado. En el peor de los casos, esta declaración de intenciones al menos quedara aquí sellada y servirá como descarga emocional, para aquellos que como yo, sufren el embate de lo que significa ser alguien minúsculo, en una marea de gente poderosa, que solo capitalizara su interés en ti, no porque tu o tu contenido seáis relevantes, si no en función de cuantas marabuntas arrastras a tus espaldas.
Para que sirva de consuelo, ser minúsculo, también tiene sus ventajas, ventajas que por otro lado, ahora aquellos que están en la cima, anhelan con todo su ser, situaciones que para nosotros no pueden significar nada, pero que deberíamos empezar a valorar, con una libertad creativa sin parangón, que aquellos que estén dispuestos a aprovechar, quizás no lleguen tan lejos como los grandes titanes, pero seguro harán a sus seguidores su travesía más llevadera, que es al final, lo que hace que todos vengamos una y otra vez a diversos medios para echar tantas horas...
Interesante entrada, como bien señalas cuando uno se vuelve una ''figura pública'', en este caso los creadores de contenido con cifras importantes, comienzan a ser claramente influyentes en su público, por lo que implica que claramente se tenga cuidado con lo que se expresa o aclarar bien las razones detrás del accionar. Si no eres consciente de la influencia que tienes, y actuas sin miramientos, claramente no eres muy responsable. Como bien señalas, la explosión durante los últimos años de distitnas plataformas nos ha llevado a una voragine de contenidos, donde ya es bastante dificil destacar, especialmente cuando apuestas por contenido trabajado (y más espaciado) o por cosas más densas en explicaciones. Aunque obviamente existe publico para ello, pero al ser miles de peces en el estanque, es realmente dificil resaltar, sobre todo cuando hablamos de la lengua de Cervantes.
ResponderEliminarUn saludo!
El problema es que muchos "influencers" o "creadores" de gran tamaño, es que muchas veces actúan, antes de pensar mínimamente que dicen o que repercusión tienen, por lo que después nos encontramos perlitas buenas... Por eso hay que aprender a saber que consumir o filtrar la información, pero en el caso de los más jóvenes, esta más dificil.
EliminarRespecto a los pequeños, pasa exactamente lo que comentas, somos muchos, cada vez más y tenemos que pelearnos por la atención de la máxima cantidad de gente posible, gente que al final parece apoyar más a los mismos de siempre o los que les "agradan" sin pararse siquiera en aquellos que son diferentes o les pueden aportar algo nuevo.
Gracias por pasarte Zhols, un saludo ^^
Como en tantos ámbitos de la vida, hay quienes por diversas razones logran destacar por encima del resto, acaparando buena parte de la atención de quienes les siguen. La mayoría hemos de conformarnos con nuestro pequeño nicho (si es que lo tenemos) y permanecer en él hasta que alguien no solo se fije en nosotros sino que decida, además, hacer que otros nos conozcan. Algo que a día de hoy y de cara al futuro se antoja cada vez más difícil por la enorme oferta disponible.
ResponderEliminarEn mi caso tengo bastante claro que estoy donde me toca estar y que nunca voy a ir más allá porque no es esa mi intención. Lo fue hace un tiempo, al principio cuando, como la mayoría, buscaba hacerme un pequeño hueco pero pronto fui consciente de que todo aquello no era para mí, que no me sentía a gusto incluso con lo poco que había logrado y ello, sumado a otras circunstancias, propiciaron mi alejamiento del mundillo de la comunicación, en este caso a través de un blog al que ahora, como sabes, he regresado pero sin la menor pretensión y ya veremos por cuanto tiempo...
Por supuesto cada quien es libre de buscar la gloria, ya sea por ego o por dinero, pero estoy de acuerdo conque, una vez se llega, hay que ser consciente de todo lo que ello implica pues no hay que olvidar que "un gran poder conlleva una gran responsabilidad". Muy buena entrada, Spiegel. Saludos.
Realmente creo que depende de cada persona y lo que pretenda lograr o transmitir, yo sigo teniendo la ilusión de acercar aquello que escribo a más gente o incluso algún día llegar simplemente a algo más que escribir en el blog. Que por otra parte no esta mal, pero no tengo todo el alcance o impacto que me gustaría...
EliminarSinceramente en nuestro caso particular que somos blogueros y ya de por sí, hemos pasado de tendencia a nicho, creo que debemos combinar tanto ambición como realismo e ir escribiendo poco a poco, sin obsesionarnos, pensando que poco a poco todo llegara y que alguien valorara nuestro talento, mientras seguimos a lo nuestro o bien vamos probando nuevas vías aparte del blogging, porque nos guste o no, lo audiovisual esta imperando, haciéndose cada vez más fuerte.
Y sí, independientemente de nuestro estatus, siempre que estemos al frente de un medio de expresión debemos ser respetuosos y comportarnos a la par, siendo especialmente importante, cuanta más gente tengas detrás.
Gracias por pasarte de nuevo, Emilio, un saludo ^^
Respecto a los pequeños si que no tengo mucho que comentar, creo que la mayoría tenemos asumido que realizamos esto por gusto y para el público que laboriosamente hemos conseguido reunir, hay unos cuántos que han logrado un patreon pero aún así no pueden ni de cerca vivir de él mismo, otros pegan el salto a medios más especializados, pero esto ya ha dejado de ser un estanque, es un océano y la lectura dejo de ser lo más interesante desde hace una década.
ResponderEliminarY esto me lleva a lo segundo, los grandes de la comunidad hispana (aunque también se aplica a la mundial) está en medio de una nueva fase o transición, personalmente nunca he consumido con avidez este tipo de contenidos (rubius, Auronplay etc) pero mis amigos cercanos si, crecieron con ellos y los idolatran como en antaño eran estrellas de cine o cantantes, la diferencia es que aquellos sujetos públicos tenían sabido justamente eso, que serían públicos, contaban con agentes y asesores de imagen.
Los youtubers no.
Crecieron siendo "ellos" con todo lo malo y bueno que fueran, ahora que han de asumir un nuevo cambio de actitudes ha pasado lo contrario, en los últimos años asumir responsabilidades se convirtió sinónimo de polémica y salseo, creo que ahora vendrá el gran golpe que devolverá a la realidad el peso que tienen sus acciones con el juicio contra Wismichu (reitero que sé poco, todo me lo he enterado de cercanos) más marcará la pauta de la que deberían ser normas de comportamiento.
Ahora convertirse o aspirar a ser un "influencer" deberá contar con una imagen pública y personal muy cuidada, muchos se arrojan por la promesa de fama rápida, pero seguramente veremos más de un descalabro en los próximos años.
Hasta tranquiliza un poco ser de los peces pequeños jajaja
Buen artículo y saludos.
:)
Lo gracioso de esto, es que a día de hoy, aun existe la posibilidad de pasarse a un medio especializado, eso sí, con más ventajas, pero nuevos inconvenientes en el proceso, pero como tu dices, solo son unos pocos privilegiados, el resto, seguimos como estamos...
EliminarRespecto a los youtubers e influencers, no se como afectaran los sucesos venideros a toda el asunto de imagen actual, pero cada vez más gente esta influenciada o directamente motivada por las acciones que muchos de estos "creadores" han tenido hasta ahora, así que muchos vendrán a comportarse si no igual, parecido. Espero que con lo que comentas del juicio la cosa cambia a nivel más general, porque como todo también hay muchos que directamente tienen un comportamiento impecable.
Hombre, lo bueno de ser pequeño es que puedes escribir u opinar lo que quieras, sin repercusiones tan devastadoras y sabiendo que aquellos que lo van a consumir, normalmente o se mantendrán con su opinión al margen, la lanzaran pero será asumible o bien estarán de acuerdo.
Gracias por pasarte Napo, un saludo ^^