Como nuestro hábito de consumir análisis y prensa del videojuego debería cambiar

Tras mucha expectación, por fin ha aterrizado Cyberpunk 2077 en las tiendas de todo el mundo dispuesto a ser jugado por muchos y muchas. Sin embargo previos días nos encontrábamos como viene siendo habitual, los diferentes análisis de diferentes medios especializados en "periodismo" de videojuegos. Los que habían tenido la oportunidad de reseñar la obra (puesto que no todos han recibido copias, solo los más mediáticos) hablaban maravillas del juego en su versión sin parche de día uno y quizás siquiera sin completar la obra.

¿Todo esto para que? Simplemente para ser el escaparate perfecto para vender el juego, para poder probar la obra sobresaliente y por supuesto para ganar algo de dinero para el pan de esta semana. Pero aun así, a día de hoy, con un parche día uno en marcha, Cyberpunk no rinde del todo bien en consolas potentes, además de ser prácticamente injugable en las versiones originales de las maquinas a la que iba destinado. ¿No debería reflejar esto nuestra prensa en sus valoraciones? E incluso si lo hacen... ¿Por qué los análisis son tan condescendientes, a la par de sentirse más como una sinopsis del "producto" que un "análisis" en si?

Extendiendo aquel articulo que hice en 2017 sobre notas, hoy toca sentarse a reflexionar sobre como funciona a día de hoy el sistema de análisis moderno en la presa especializada, que excepto por unos pocos medios, sigue invariable años después de inventarse el modelo de calificación.

Empecemos por lo básico ¿De donde nace el sistema de análisis/valoración de los videojuegos, que muchas paginas mantienen a día de hoy? Simple, sus orígenes están en las revistas de videojuegos de mediados de los 80 (Si lo contamos en España, en EEUU y otras zonas tardaría un poco más) que no solo se encargaban de mostrar los bombazos que estaban por llegar, si no que cuando algo de eso llegaba a sus manos, intentaban hacer una mezcla entre "formal" y "buen rollero" para sacar una valoración adelante. Con el tiempo, el periodismo de este sector,  que acabaría volviéndose "especializado", sería patrocinado, a la vez que mantendría una estrecha relación con aquellos que le suministran el material para reseñar. Todo esto sin ser necesariamente malo, traería tres de los vicios más persistentes en el sector a día de hoy que son las notas, la rápida obsolescencia de lo que se analiza y la falta de critica.

A día de hoy, en pleno 2020, muchos analistas por triste que lo parezca, siguen usando esa reseña "banal", tan característica, que trata más al videojuego como juguete o en el peor de los casos como "producto" antes que obra audiovisual. Esto en primer lugar hace que el organismo más cercano a la prensa y al que rinden pleitesía no sea otro que el departamento de marketing de turno, que manda la copias de prensa, pone los banners y exige análisis "correctos" en fecha. A día de hoy es muy fácil de ver que un gran cantidad de reseñas hechas por medios generalistas hace tiempo están obsoletas, tanto en juegos clásicos que necesitan ser revisitados para comprobar si han envejecido, como en caso de otros más modernos y no necesitamos irnos precisamente al nuevo lanzamiento de CD Projekt Red para comprobarlo.

Por poner algunos ejemplos tenemos a Final Fantasy XV, que mejor o peor, ahora es un juego muy diferente a cuando fue lanzado en 2016. Contra Rogue Corps fue vapuleado por la critica sin probarlo parcheado o en las versiones adecuadas y evidentemente juegos como Nier, Tales of Shymphonia o Final Fantasy VII no se perciben de la misma manera ahora que cuando salieron en su momento y acudir ahora a un análisis de aquel tiempo, no es precisamente esclarecedor...

Pero esto por desgracia es otra parte más de los hábitos de consumo que muchos tenemos. A fin de cuentas las revistas en papel ahora son una rareza, haciendo que la mayoría de los medios "serios" de reviews de videojuegos estén ubicado en la red; una que se alimenta y se preocupa más por el click fácil, junto con el posicionamiento. Por lo que el contenido de usar y tirar esta a la orden del día también, lo que hace que las personas detrás de estos portales estén más centrados en ofrecer contenido diario para alimentar a esos usuarios más hambrientos de novedad que de calidad, a la vez que intentan rascar algo para comer ellos en el proceso.

También hay que tener en cuenta, que la prensa se nutre de las copias que le facilitan las desarrolladoras, así que a menos que sea un desastre irreversible, siempre serán indulgentes, transparentes e intentaran valorar de la forma más adecuada para sus patrocinadores, porque si no... Ya se pueden despedir de la copia de prensa... Por supuesto todo esto esta aderezado con un sistema de notas, donde se valoran los aspectos más simples de la obra, sin llegar a profundizar en otros valores en alza como son diseño mecánico, argumental o intencionalidad, entre otros. Esto consigue que los periodistas de videojuegos que trabajan para medios más convencionales centren sus esfuerzos en ser más correctos que críticos, a la misma vez que hacen malabares para sacar escritos adelante, puesto que tienen más que reseñar acumulado y no pueden perder ni tiempo ni dinero en el proceso.

Creedme que de verdad que entiendo este punto, pero sin embargo, tanto la forma de concebir videojuegos como nuestra percepción hacia ellos ha cambiado. Ya los "juegos" son algo más que juguetes, se han convertido en obras audiovisuales que rivalizan en millones de facturación o mensaje con el cine. Por lo tanto merecen una profunda disección para llegar a valorar correctamente el producto en conjunto, alejada de números e intentos de valoraciones "objetivas" pues estos no se corresponderán con la visión de cada jugador, empañando una reseña que debería evocar más las sensaciones que ha dejado en el critico que ser una guía de compra...

Al final entramos en la pescadilla que se muerde la cola. Pues muchos se quejan del contenido que ofrecen estos medios más "generalistas" pero siguen acudiendo a ellos aun así y sigue utilizando sus reseñas como baremo de compra, antes que su opinión propia. Mientras que otros consumimos otros medios más pequeños, pero que por falta de recursos, no pueden llegar a tocar todo lo que nos gustaría, así que acabamos viéndonos obligados a consumir este tipo de reseñas. Pero en ambos casos tenemos otro defecto, más aplicable... Y es que exigimos de mala manera, además de que muy poco a los que se encargan de reseñar los videojuegos por nosotros.

Sí, así es, si la gente dejase de consumir determinadas noticias clickbait se dejarían de publicar. Si como usuarios, empezáramos a consumir y ha exigir de manera adecuada análisis, menos hechos con prisas, a la vez que más concienzudos, tendríamos más publicaciones con más calidad, más centradas y sobre todo con la posibilidad de perdurar en el tiempo. Si como consumidores de la prensa que somos, nos preocupásemos de ayudar a mantenerla, conseguiríamos que se liberé de las ataduras que la constriñen, haciéndola más libre, más critica, pero igual de grande.

Como todo, esta en nuestra mano hacerlo posible, no hay más, queramos o no, nuestro gusto y opinión se forma a través de lo que experimentamos, disfrutamos, consumimos, etc. Si queremos una prensa que sopese más el análisis, lejos de la influencia de las desarrolladoras, si no ayudamos a conseguirlo, jamás llegara... Hacer un consumo responsable de los diferentes medios, ser educado a la par que respetuoso a la hora de exigir el contenido que nos gustaría tener, es crucial.

Si no, o acudís a ciertos medios de menor calado u os toca tirar por otros derroteros (Como blogs, hilos de twitter o paginas aún más de nicho) para conseguir leer algo acorde con lo que busquéis. Por que al final, la prensa de videojuegos es una parte más de este conglomerado que forman los videojuegos y como tal, sigue el camino de una industria, con unos jugadores que cada vez mira más hacia adelante, sin apenas preocuparse por lo que vino detrás.

Al final es cuestión de cada uno de nosotros, desarrollar esa mente critica, para poder hacer un consumo justo a la vez que responsable de aquello que nos va llegando, porque como ya dije antes, para bien o para mal, somos lo que consumimos...