Como tantas veces, hace poco estalló Twitter en polémica. Aunque en un principio esto no debería sorprender a nadie, si lo hizo fue por algo que sí parece que encierra más de lo que uno podría imaginar en primera instancia. Hablo nada más y menos que de el reparto de personajes protagonistas en la nueva entrega de la ya longeva saga de Grand Theft Auto, donde en esta ocasión, se desmarcan del rol tradicional para ofrecer a mujeres como protagonistas, concretamente una de ellas, pertenece a una etnia desfavorecida dentro de lo que es los Estados unidos de América, pese a ser cada vez más notoria a la par que relevante. Ni cortos ni perezosos, miles de jugadores se lanzaron a hacer todo tipo de comentarios acerca del movimiento de Rockstar, especialmente el público masculino, que en una primera instancia, parecía bastante preocupado mientras mostraba su desacuerdo tácito con la decisión. Una elección que a mi juicio es bastante interesante y que puede desembocar situaciones muy interesantes, si la empresa, juega bien sus cartas.
Pero yo no soy la mayoría vocal y esta, se encontraba totalmente desconcertada, al ver como uno de los buques insignia de lo que podríamos llamar Mainstream dentro del mundo de los videojuegos, apocaba por hacer "política" o "posicionarse" rompiendo lo habitual en la saga, para hacer cosas que suelen ser según ellos "agenda" en otros medios o mediante otras compañías, ya sean de ocio electrónico o bien más relacionadas con la literatura, el cine o los comics. Y no he podido en cierta manera más que sorprenderme a la par que reírme al ver el choque tan directo de esta multitud con una forma de afrontar el medio, mientras por otro lado, cientos, si no, miles de usuarias tanto de videojuegos, como de la red social, afrontaban la noticia con alegría, mientras a la vez resaltaban esa masculinidad tan frágil y ese machismo tan beligerante, que algunos esgrimen por bandera... Pero con todo hay una cosa que toda esta situación deja en alza, los roles femeninos en la ficción, llevan estancados mucho tiempo, empezando a cambiar y moldearse a tiempos modernos, pero no todos estamos preparados para asimilarlo...
Así que como hoy podéis imaginar aprovechando esta polémica y haciendo a la vez uso de ese artículo que dedique al motor de audiencia, hoy toca explorar el papel femenino en nuestro medio, tanto a nivel de jugadoras, como de tropos en sí. Todo desde el punto de vista de un hombre blanco, cis, neurodivergente, heterosexual, quizás no el más acertado, pero sí, en un intento de ser el más respetuoso, ya que aunque no estoy a favor de todas las praxis o designios del movimiento, hay cosas que si comparto, respeto y quiero que ojala empiecen a funcionar en cuanto a feminismo se refiere. Y sí, está va a ser la declaración política más dura que he hecho en toda mi carrera de bloguero y que algún que otro disidente me costará. Pero oye, si ya tengo suficiente con lo mío, qué más da con un poco más, peor, cuando no es la primera vez que hablo de polémicas, así, aunque sea por encima... Por lo demás poneos cómodxs, que nos toca zambullirnos de lleno en una maraña de temas, dignos de toda nuestra atención.
En los albores del medio, cuando este era solo considerado un juguete, las mujeres dentro de los videojuegos tenían un papel pasivo, eran consideradas un premio, una victoria del hombre fuerte y varonil, que había conseguido superar todos y cada uno de los retos que el juego planteaba. Mientras que en el mundo real, toda la publicidad estaba orientada al niño o al chaval, que estaba empezando a dar sus primeros pasos, retratando a la mujer como la amiga, la hermana o la madre, que poca idea tenia de lo guay que era el panorama, dando más problemas a por aquel entonces el "chico cool" que aportando su granito de arena al compendio. El tiempo pasó, pero mientras el medio abrazaba nuevas formas de contar historias, paladeaba con nuevos géneros o abría la veda para otro tipo de experiencias, el papel del espectro femenino cambio poco... Ahora aparte de ser una recompensa, también se las mostraba como acompañantes o intereses amorosos, algunas quizás con más o menos suerte, acababan como villanas, retratadas siempre de forma despectiva, donde obtenían en muchos casos esa condición, por no ser adecuadas dentro de su rol de género, por su edad o directamente en algunos casos incluso acababan siendo ridiculizadas por terminar en esa situación, por supuesto con alguna que otra honrosa excepción... Sanadoras, hechiceras, princesas, arqueras, sacerdotisas, eran los roles típicos del momento que se les atribuían y aunque en el mundo real, ellas, no parecían satisfechas con las etiquetas que se les ponían, a muchos de nosotros nos daba y nos sigue dando igual...
Paralelamente, el mercado se fue escindiendo, dejando claras las remarcables diferencias entre no solo los tipos de jugadores que había, si no, además si pertenecían a un género u a otro, para los hombres la veda estaba abierta, la mayoría de experiencias se rendían a sus pies, pocas eran las experiencias que no querían estar en el punto de mira del grueso de la parilla y muchas de una forma u otra se centraban en generarles sentimientos positivos o que reafirmaran su posición dentro del espectro. Por otro lado las mujeres no corrieron tanta suerte y la mayoría de obras centradas en ellas, eran pobres versiones de lo que se suponía que tenía que ser una mujer, adaptaciones reguleras de obras audiovisuales para ellas o en la mejor de la suerte, toda una amalgama de juegos Comfy, que se centraban mucho en poner experiencias más sosegadas que lejos de ser malas, poco representaban a ese colectivo, a la par de ser estigmatizadas, incluso a día de hoy. También da para mencionar los pobres intentos de empresas como la Gran N o Bandai Namco, que produjeron Hardware centrado en el público femenino, empleando los tópicos tantas veces vistos, como estrategia de marketing, idea que por otro lado, aunque introdujo a alguna que otra joven jugadora, también ayudo más a segmentar un mercado, que cada vez iba teniendo menos salvación, en cuanto a igualdad o integridad se refiere.... Lo más acuciante de todo esto, es que esta situación se extendió hasta prácticamente principios de 2010, donde a su vez empezaron a surgir autores y autoras, que tuvieron que luchar con un sesgo ahora totalmente normalizado.
Fue por esa época, cuando empezamos a tener otro tipo de personajes femeninos en las historias, desde mujeres luchadoras con una fuerte presencia, pasando por otras racializadas, hasta incluso empezamos a tener coletazos de empresas colocando a mujeres en roles eminentemente masculinos para sustituir al típico hombre protagonista, que tantas veces hemos visto en los medios. Esto tuvo diferentes impactos en el ocio electrónico, generando todo tipo de reacciones, la gran parte por supuesto a través del género masculino, que vocifero de todas las formas posibles ante los cambios, desde quejarse en Dead or Alive, de no hacer el mismo juego fanservisero de siempre, a el rediseño de Lara Croft, incluso en la industria pasaron cosas como tener a un departamento de marketing enfrentado al equipo creativo, por intentar poner un avatar femenino con novio... Porque ¡¿Cómo iban a jugar los hombres con una protagonista, que tuviera novio!? Increíble... Paralelamente también se fue haciendo más presente de estos años, hasta nuestros días la fuerte sexualización de las mujeres en los medios, y como no, los videojuegos no iban a ser la excepción, por lo que surgieron un montón de personajes protagonistas, en diferentes roles, que pese a su características positivas, también estaban muy pensados para encandilar a una posible audiencia masculina, siendo esto más palpable en tierras niponas, con toda clase de chicas con potencial desarrollo narrativo como Mila Maxwell o Celica entre otras. Esto hace que aunque si empiecen a existir una fuerte presencia de personajes femeninos con mayor interés, estos se muevan en una zona gris, dispuesta a contentar a varios tipos de audiencia.
En otro espectro, el paradigma se fue diversificando y con la entrada directa del movimiento feminista a la vida cotidiana, fueron viéndose cada vez más mujeres, ocupando no solo puestos en la industria, si no en redacciones de revistas conocidas, en conversaciones sobre el medio e incluso en espacios como Youtube o Twitch. Esto si bien fue un paso adelante, que permitió dar mucha visibilidad a un gran espectro del medio, que se encontraba invisibilizado, no vino exento de polémica. Abucheos a influencers que realzaban el feminismo, estuviéramos o no, a favor, Streamers metidas en toda clase de polémicas, por su condición de género, ya que la minusvaloración o invisibilización, que empezaron a surgir de forma más flagrante por aquel entonces, aún siguen a la orden del día, con un espectro cada vez tanto más grande de jugadores varones, que consideran más la presencia de estas nuevas vertientes en narrativa cómo en masificación de público femenino, cómo hacer agenda o incluso forzar una inclusión innecesaria a sus ojos. Pero yo me preguntó: ¿Cuál es el origen de que hayamos muchos acabado así? ¿Por qué hay cada vez más que les incomodan esta situación? ¿E incluso porque tenemos a tantos creadores de contenido, incluidos los blogueros que invisibilizan estas dinámicas en pos de temas sobados hasta la saciedad?
A todas estas preguntas, existen un par de respuestas. La primera, a la vez que más obvia es la situación actual que vivimos hombres y mujeres, en cuanto a roles de género, así como estos se han visto influidos a la par que moldeados, tanto por la cultura, cómo por el tiempo. Es simple pero por toda la educación que hemos recibido muchos de los varones modernos, muchos no estamos preparados para asumir determinados elementos rompedores que se están dando en este momento. Acostumbrados a unas dinámicas de género ancladas en el pasado, acompañado por un rápido devenir de los tiempos, en los que muchas corrientes de pensamiento o formas de afrontar tanto la realidad como los diversos medios audiovisuales han cambiado, muchos no han sido todavía capaces de adaptarse, súmale además, la nula capacidad de jóvenes y adultos para afrontar nuevas perspectivas, rematada con la demonización de las nuevas corrientes y Voilà. En definitiva cada vez lo masculino se está volviendo más quebradizo, con un montón de personas incapaces de afrontar lo que se le viene encima dada su poca experiencia a la hora de relacionarse con el sexo opuesto, más todo lo expuesto previamente, convirtiendo a muchos jóvenes en adultos con una visión muy sesgada, sexualizada y quebradiza de lo que es el género femenino hoy en día. Por otra parte, también tenemos a muchos varones adultos estancados en los convencionalismos, sin ser capaces tan siquiera de salir de guerras absurdas, menos para ser capaces de concebir todo lo que tenemos ahora.
Hay que añadir además la sobreexposición que ha existido durante décadas, que como hemos mencionado unos párrafos anteriores, ponen a la mujer en roles inferiores o menos relevantes que los de los hombres, consiguiendo con ello, que no solo el impacto cultural, sea para unos cuantos más fuerte, sino, también sentar catedra para mentes más volubles de lo que significan tanto las integrantes del otro sexo, como las relaciones que tenemos con ellas. Porque pese a que si bien existen personajes como Samus Aran, Tama o Ellie, son superadas en número por la cantidad de personajes sumisos y complacientes que pueblan tanto este, como otros medios audiovisuales. Y sin pecar de ser repetitivo, muchos de las féminas que entran en este grupo, están ideadas con los hombres en mente, ya sea como interés amoroso, ya sea como fuente de deseo o incluso como personaje secundario para suscitar interés, si es que no acaban siendo el reemplazo de un avatar masculino, que no incomode demasiado al público que hay detrás. Es triste, pero más que intentar desarrollar o sorprender muchos intentan con estos personajes, atraer y aunque no estoy en contra de que esto sea así para algunas historias orientadas a ello, si soy de los que me gustaría que tuviéramos más mujeres protagonistas reales a la par que ejemplares, que se destacaran más que por tener fuerza o ser un simple reclamo más...
Todo esto ha conseguido, que los pasos que demos hacia la diversidad sean tímidos, que aún quede mucho por lo que trabajar y qué aún muchas inclusiones se sientan forzadas. Ya que aunque queramos o no, la gente detrás de la industria no es tonta y sabe que cada vez hay más minorías jugando a videojuegos, por lo que quieren incluirlos a todos, aunque no siempre lo hagan de la forma más correcta, provocando con ello, que las posteriores adiciones de otros tipos de personajes se sientan para ciertos sectores más de lo mismo. Pero al igual que a ti te gustan las mujeres y tienes derecho a que se cuenten historias sobre gente con modos de vida similares a los tuyos, existen otros chicos que salen con gente de su mismo sexo y tienen derecho a ser representado, lo mismo se aplica a las mujeres con pareja tanto masculina como femenina, a la gente de color, e incluso a aquellas personas con diversidad mental o algún tipo de problema físico, todos tenemos cabida, todos tenemos derechos a la vez somos igual de validos para que se cuenten relatos más cercanos a nuestra forma de ver la vida, sin romanticismos, ni demonizaciones de por medio, aunque unos cuantos esto sea algo criticable o en el peor de los casos irrelevante... Y sí, aunque esta perfecto, que se hablen de cosas como el inminente paso a lo digital o las medidas abusivas contra los usuarios, que menos que hacernos eco tanto a nivel de usuario como de prensa de las situaciones que viven personas que no se ajustan a lo establecido como canónico tanto por el medio como por la sociedad.
Porque es irónicamente a través de estas historias cuando más aprendemos acerca de otros puntos de vista ajenos al nuestro, a la vez nos permiten vernos de una forma diferente, más lejana, permitiéndonos dar fe, de aquellas cosas negativas que normalizábamos en una primera instancia, pero que en el fondo, nunca lo fueron. Es la hostia que muchos jugadores se pegaron al darse cuenta de que no existe la posibilidad de hacer las mismas tropelias en GTA con un hombre que con una mujer (Aunque ya que lo asimilaran y les diera para reflexionar es otro tema) Es el dolor descarnado que sientes durante una primera partida That Dragon, Cancer o en menor medida, cuando decides sentarte a jugar una partida de rol interpretando a una mujer con novio y te des cuenta que las dinámicas de género que tienes tanto tú como los compañeros en mesa son muy diferentes cuando hay un personaje de sexo femenino con relevancia y con mayor visión que la que podría tener un NPC o un personaje ficcional. Por supuesto dicen que existen casos mixtos como la VN, Euphoria, que después de darte el rol de poder asociado a tu género como hombre, lo destruye poniendo en situaciones sexuales, incluso peores que las que pueden experimentar las chicas de uno de estos juegos promedio... Pero que sabré yo, no la he jugado.
Como moraleja puedo decir, que si bien no está mal disfrutar tanto de obras clásicas como modernas típicas que exploran los tropos habituales, tampoco está de más, hacer de vez en cuando un análisis de que es lo que consumimos y sobre todo, que papel tienen tanto los hombres como las mujeres en la trama, mientras también hacemos el examen de que nos suscita a nosotros como usuarios, solo con esto, podremos empezar a visualizar este tipo de obras, quizás de otra manera, pero de seguro, más respetuosa. Por otro lado tampoco estaría de más, entender que existen más autores dispuestos a contar historias y no las habituales a las que siempre estamos acostumbrados o que todas deban ser protagonizadas por un protagonista masculino heterenormativo, con una amiga de la infancia guapa, dispuesta a hacerlo todo por él, con una princesa que salvar o donde todas quieran comerle la boca a la mínima. Porque cada vez abundan más las voces en la industria, que tienen muchas cosas interesantes que contar, que no tienen por objetivo satisfacer los cánones establecidos por nosotros, ni todos los personajes o héroes relevantes tienen que ser siempre varones y si no que se lo digan a personajes como Zoe de Road 96 por poner un ejemplo reciente.
Lo mismo podemos decir que se aplica a las mujeres jugadoras, ni valen menos que tú, ni que nadie, no están aquí para seducirte, ni tampoco son un objeto a conseguir y tienen los mismos derechos que tú, a ocupar todo tipo de espacios, todo tipo de medios y entrar a todo tipo de experiencias, sin que tu tengas que venir a protegerla, enseñarla o en el peor de los casos denigrarla. Y no solo es que cada vez sean más, si no que cada vez son más visibles, cada vez hay más historias que las ponen a ella en un foco más protagonista, pero sobre todo por fin están empezando muchas a tener el verdadero peso que se merecen en la comunidad tanto a nivel de usuarias, como de industria, donde sin algunas de ellas, no tendríamos ni los mejores guiones, ni las mejores bandas sonoras, ni incluso algunas de las mejores experiencias de juego. Por que por mucho que todavía haya que trabajar, estamos empezando a ver brotes verdes en la industria, que a su vez está empezando a convertirse en un espacio más abierto, más diverso, con todo tipo de experiencias en las que al final de día ganamos todos y eso queridos amigos y amigas es lo importante en todo esto.
Así que por favor deja de pensar con la tula, deja de ver amenazada tu quebradiza masculinidad y cuando sea así, háztelo mirar. Deja a jugadores, pero sobre todo jugadoras disfrutar del medio. Mira más allá, reflexiona porque hay elementos que te hacen sentir débil o herido, aprende a reaccionar, busca otro tipo de experiencias que te hagan aprender cosas de ti, para luego ponerlas a trabajar, pero sobre todo y como siempre digo, juega y deja jugar a lxs demás. Sé que no es mucho lo expresado aquí, se que mis palabras solo llegaran a unos pocos, pero sí de todos los hombres que me leen consigo incluso que alguno saque una reflexión o directamente empiece a plantearse un par de cosas, es entonces, cuando da igual cuantos lo lean, pues una vez más, hemos conseguido ganar todos, pues este paradigma no ha venido para destruir a las familias o al individuo, ha venido para quedarse y junto con este, todas las mujeres que ahora son protagonistas, diseñadoras, influencers, blogueras, pero sobre todo jugadoras...
¿Y vosotros habéis tenido alguna experiencia relacionada con lo aquí descrito?
¡Bienhallado seas amigo Spi con tu tan necesaria a la par que interesante entrada! No me gusta mezclar ideología política y social con videojuegos puesto que, desde mi punto de vista, a día de hoy prácticamente cualquier debate relativo a ello termina siendo estéril, pues más que servir para crear una experiencia que sea igual de disfrutable por y para todos, tal y como abogas en tu entrada, termina convirtiéndose en una ponzoña lamentable que ensucia un medio que debería buscar, en definitiva, el disfrute de todos los jugadores. Pero, por el respeto y amor que te profeso amigo Spi, contigo y con tu inmaculada entrada, haré una excepción.
ResponderEliminarEstoy muy de acuerdo con lo que expones en la entrada y creo que has hecho un “análisis histórico” muy acertado de como ha sido y como esta siendo a día de hoy el papel de la mujer en el videojuego. Pienso pues que en un futuro entradas como esta no deberían existir, entiéndeme, que encontrar un personaje femenino ejerciendo cualquier rol en un videojuego debería ser visto como algo “normal” y no llegar a suscitar debate alguno. Tristemente, nuestra realidad actual no es esta y pienso que entradas como la tuya son más que necesarias (Aunque a un servidor hoy en día no esté muy interesado en estos debates). Sinceramente pienso que se está avanzando en la dirección adecuada y que cada vez contamos con más representación femenina dentro del videojuego, tanto en lo referente a personajes principales como secundarios. Aún hay un trecho que recorrer, pero no veo muy lejano el día en el que la realidad sea ver con total normalidad a una mujer ejerciendo todo tipo de rol dentro de un videojuego.
Respecto a lo que comentas del rechazo a este cambio creo que, como la mayoría de cosas que hacen ruido en redes, quienes ponen el grito en el cielo en estos aspectos son una minoría la cual, debido a la polémica de sus mensajes y a la cultura del “Like y el RT”, termina viéndose hasta en la sopa. Sinceramente pienso que a la mayoría de la gente le da igual controlar un personaje femenino o masculino, incluso la orientación sexual del mismo así como las relaciones que este mantenga dentro del videojuego, siempre y cuando el producto o videojuego en cuestión tenga una calidad. De lo contrario, juegos como por ejemplo The Last of Us II no serían unos superventas ni tampoco tendrían la consideración que tienen hoy en día.
En definitiva todo pasa por crear entre todos una afición en la que todo el mundo se sienta seguro y representado y que sea disfrutable por todos independientemente de lo que tengan entre las piernas o lo que les guste meterse por los orificios del cuerpo. Eso sí, no hay que perder tampoco el norte de que la finalidad del medio no deja de ser el videojuego y este tampoco debería quedar subrogado a ninguna ideología política ni de género ya que eso sí que es peligroso ya no solo por el rechazo que puede generar en la comunidad sino por el deterioro de la calidad de los productos (Veáse “inclusivismo forzado Netflix”). Hagamos videojuegos en los que todo el mundo se vea representado pero que estén bien hechos, que sean videojuegos y no que sean propaganda políticosocial disfrazada de videojuego.
Y ya no me enrollo más que te hago una entrada dentro de la entrada. Muy buena entrada amigo Spi y como ya te dije en privado lo único que no me ha gustado de la misma ha sido tu desliz respecto a la veneración de la tula. Recuerda que eres un novicio de la tula y que la tula es y será quien iluminará tus sueños y tu camino. Un saludo y un reconfortante abrazo de tulas.
¡La entrada dentro de la entrada! xDDD
EliminarYa en serio, aunque tu pienses en una primera instancia que estos temas emponzoñan los veo muy necesarios de comentarse y tratarse de mejorar, más que otras cuestiones que solemos repetir cincuenta mil veces tanto en este como en otros medios...
Sí yo también considero que estamos avanzando en la dirección correcta, poco a poco y de forma lenta, vamos cada vez viendo más tipos de personas representadas en los videojuegos de la forma adecuada, sin convertirse en clichés, pero cómo ya hemos mencionado tanto tú como yo, aunque queda muchísimo por recorrer, esto solo es la punta del iceberg.
En cuanto a lo que comentas de la gente, estoy parcialmente de acuerdo, pues consideró de que sí hay gente a la cual se le pone un altavoz más alto de lo necesario, pero en cierta parte por desgracia, aunque silenciosa aún existe muchísima gente que apela por los mismos pensamientos y los emplea en la rutina diaria en lo que respecta tratar con el sexo opuesto, todo en cierta manera por el miedo al rechazo, las masculinidad frágil y todo esa demonización de gran parte del feminismo actual. Porque por mucho que haya grandes ventas como The Last Of Us II, la polémica en torno a sus protagonistas y antagonistas, así como de sus orientaciones sexuales siguen siendo debate a día de hoy, incluso en menor medida.
Estoy de acuerdo en tus conclusiones finales, sin duda tenemos que entre todos conseguir que todo el mundo este a gusto jugando videojuegos y que no haya ningún inconveniente en cuanto a género, orientación o adaptación de los mismos. Sin embargo si considero que el videojuego político puede existir y que cómo todo si lo emplea bien puede tocar ciertos temas como la inmigración, los efectos de la llegada de un partido o incluso los verdaderos efectos de la historia. etc. Pero como pasa con la diversidad es otro punto a trabajar y llevar a mejor puerto, para poder casarlo adecuadamente tanto con el medio como con sus usuarios, aunque claro esto da para otro articulo entero. Por lo que al final del día creo que es más importante formar y tener autores que quieran transmitir todo tipo de ideas, sean las típicas o no, a la misma vez que haya gente que las demande, apoye y consuma para que puedan seguir adelante.
Muchas gracias por tus apreciaciones, por pasar y por crear tu entrada dentro de la entrada Arald. Un beso y no te preocupes por la tula, que la sigo teniendo muy presente en mis pensamientos :D