Ya es oficial, hacer un par de días, se cesó el stock de Super Mario 3D All Stars, pero aun habiéndose demostrado de ser un error o un simple varapalo, para el consumidor medio, este ha permitido a Nintendo, que este sea uno de los lanzamientos más rentables de toda su historia, llegando incluso a acercarse un 300% de stock medio colocado en paises como Reino Unido. Paralelamente Super Mario 35 queda fuera de servicio, los servidores del primer Mario Maker, han corrido ese mismo destino y por supuesto no podemos olvidar a la tapada pero lamentable reedición de los primeros Fire Emblem de la NES.
Esto a todas luces, es un paso atrás para cualquier consumidor alejado de las grandes tendencias que quiera la preservación de un medio con el que lleva toda la vida y en el que quiere seguir participando, mientras a su vez pueda disfrutar en consolas modernas de todo el legado con el que lleva creciendo y que en el caso de algunos no es precisamente poco. Sin embargo la gran N, ha virado en otro rumbo, cada vez mas centrada en la rentabilidad de sus IP, que en ir de la mano con su aficionado, poniendo en practica una estrategia que poco a poco fue testando en el pasado, para ahora hacerla cada vez más su modus operandi, de cara a ciertos títulos...
¿Qué a que me refiero específicamente? Nada más y nada menos, que a la técnicas empleadas para producir FOMO, algo con lo que la empresa, lleva paladeando desde que empezase con los Hanafuda, pero que a día de hoy, gracias al ultimo nuevo palo al consumidor, han demostrado que esta más que pulida y que por supuesto funciona mejor que nunca, generando con ella no solo necesidad en el consumidor si no también una irracional fidelización con la marca, nunca antes vista, que parece rozar más lo perjudicial que lo inteligente, a la hora de tratar con los diversos movimientos que hacen los creadores de Kyoto.