Es difícil mirar atrás con ciertas
obras y no sentir ese pinchacito de nostalgia… Esa agridulce mezcla de
indulgencia y recuerdos que nos llevan a la primera vez que pudimos disfrutar
de esa obra tan maravillosa. Y esa es la sensación que he tenido con Metal
Gear Solid porque aunque es mi tercera vez ante la primera y única
gran odisea de Solid Snake en la PSX. La he
sentido como si fuera la primera con todos los sentimientos que eso conlleva…
Somos Solid Snake ¿Nuestro
objetivo? Infiltrarnos en Shadows Moses, asegurar al
Jefe DARPA y al presidente de ArmsTech, Kenneth Baker,
además de detener al equipo de fuerzas especiales FOXHOUND que
han sido los autores del secuestro y que planean lanzar un ataque nuclear
contra la casa blanca si no se cumplen sus exigencias. Hasta ahí la cosa va
bien parece simple pero los tiros no van por ahí (Y no… no lo digo
porque en este juego cueste apuntar que también).