Hay cosas que por pertenecer a determinados rangos de edad o determinadas generaciones, damos por asumidas. Así es para cientos de personas que ahora rondan la treintena larga e incluso los cuarenta, que vivieron de tú a tú la presencia del bombardero azul, en los videojuegos de 8 y 16 bits, que prácticamente cada año si estaban atentos podían ver una nueva entrega de Megaman y por supuesto lo vieron crecer desde la completa ignorancia hasta el más absoluto de los triunfos, tanto es así, que no fue hasta la época de la GBA, donde ya empezó a diversificarse, a la par que su popularidad decrecía, que muchos chavales de una manera u otra, conocían el trabajo original de Keiji Inafune y los suyos, ya fuera porque tenían alguna maquina donde aparecía, lo habían leído en alguna de las revistas del momento o incluso llegaban a tener amigos, con algunos de los juegos. Si bien es cierto que para ellos fue todo un héroe dentro del medio, tanto la gente de mi época, como chavales a día de hoy, ignoran quien o que es Megaman y si no hubiera sido por dos hitos, acompañados de mucha curiosidad, yo quizás tampoco lo miraría con los mismos ojos a día de hoy.
Terminando la primaría y durante los primeros compases de la secundaria, era habitual que muchos chavales aún pipiolos, pasasen la hora previa antes de ir al colegio, viendo canales orientados a ellos, con series infantiles, en esa emisora, ponían muchísima animación japonesa, siendo en parte culpable de que a día de hoy me guste tanto este tipo de series, como me gusta ahora, pero de entre todas ellas, echaban una de la que nunca me olvidaré, la versión animada de Battle Network, que era un intento de diversificar al bombardero azul, acercándolo tanto a las cartas coleccionables como al RPG. Si bien es cierto, que nadie en ese momento tanto con Game Boy Advance como Nintendo DS, llegamos a oler jamás uno solo de esos títulos, pero sí nos tragamos la historia de Lan Hikari, de pe a pa, tanto es así, que probablemente si le preguntas a cualquiera de mi quinta, que consumiese Canal 2 Andalucía por aquel entonces, al menos te podrá decir que le suena, ni que sea el nombre... Sin embargo el tiempo pasa, las mareas se calman y como siempre, la gente pasa a mejores menesteres, hasta yo, sin embargo los buenos momentos que me darían esos dibujos, junto con el nombre de Megaman permanecerían latentes en mi interior.
Años después con el asentamiento de la consola con pantalla táctil en la vida de muchísimos adolescentes, el nombre de la legendaria IP, volvería a resonar una vez más, esta vez, era un Spin-Off, ni rastro de EXE, ni rastro de Lan y aunque en una primera instancia fue un palo para mí, porque primero yo pensaba que esto era un anime y segundo porque no se parecía en nada, a lo que yo había visto tiempo atrás, pero intrigado continué jugando y cuando me di cuenta, Starforce se había vuelto parte de mí, parte de mi adolescencia, como la portátil de Nintendo y TWEWY, en su debido momento. A día de hoy, más de 10 años me separan de la experiencia original, yo ya no soy un retaco, ni un chaval en busca de crecer o contemplar el mundo, pero una vez más he sido cautivado por las peripecias del dúo de Geo Stellar y Omega-Xis, así que toca sentarnos a recordar porque esta entrega es tan especial, sobre todo para este servidor, pese a ser tan infravalorada e incluso vilipendiada por el resto de mortales. Para esta ocasión, no he dejado ni que pase el tiempo (Cuando veáis esto, llevaremos más horas, pero en el momento de escribirlo, ha pasado una escasa) porque me apetece volcar mis sentimientos desnudos directamente en texto, tanto para bien, como para mal, chocando en cierta medida con ese yo más joven a la par que pasional.
¡Geo Stelar cambio a Onda FM! ¡En el Aire!