NEO: The World Ends With You

The World Ends With You, es un juego mítico, anclado a un momento y lugar determinados, es la cristalización de la adolescencia de muchísimos de nosotros, que en ese momento vivimos, pero sobre todo crecimos con la portátil de Nintendo, además de las consolas, de tanto sexta como séptima generación de Sony y Microsoft. Es un juego muy particular, que me costaría vislumbrar fuera de esa situación, pero aun así, que ha envejecido sorprendentemente bien, al menos a nivel narrativo, tanto, que al venir de la empresa, que viene, ha sido reeditado a varias versiones e incluso ha acabado teniendo una serie de animación. Así que de empezar como un juego de nicho/culto ha acabado convirtiéndose en todo un fenómeno de masas, el suficiente para que sus fans, acabaran pidiendo una continuación y que queréis que os diga, yo, era uno de ellos...

Por como cierra el verdadero TWEWY (Porque Final Remix es otro tema) no había necesidad de una secuela directa, los implicados aprendían tras su paso por el juego de los segadores, el jugador se llevaba una lección sobre amistad y aceptación, por lo que, al final todos ganábamos. Pero como he dicho antes, la sombra de Nomura es demasiado alargada, (aunque en esta entrega su papel es más de producción) así que tenemos lo que tenemos y aunque los seguidores pedíamos a gritos volver a una Shibuya mucho más actualizada, más cercana a nosotros como jugadores, con nuevas problemáticas, nuevos sucesos y con unos personajes más adultos. La respuesta... Volvemos a tener temática adolescente, en una nueva entrega que se siente demasiado similar a lo que ya se vivió, casi 14 años atrás. Aunque eso no impide que exista espacio para brillar y que pese existiendo algún que otro tropiezo, estemos ante un juego aceptable, que también quiere hacernos pasar un buen rato, mientras pretende enseñarnos algo.

NEO, lo intenta con toda su fuerza, intenta ser el punto de partida de muchos interesados, a la vez que pretende ser la respuesta de otros muchos que crecimos con las desventuras de Neku, hace algunos años ya. Aunque no lo hace mal, acaba quedándose en tierra de nadie, porque los primeros necesitan haber pasado por el original, para poder exprimir por completo la experiencia y de los segundos, aunque algunos se alegren de tener más de lo mismo, pronto se darán cuenta, de que esta aventura, lejos de ser mala, no aporta mucho más de lo que ya hizo la primera entrega, más allá de la mejora mecánica y de QoL. Pero con todo me sigue generando sentimientos encontrados en más de un sentido, sensaciones que intentaré aclarar en posteriores líneas y que quizás no sean del agrado de todos los que esperaban este juego con ansias.

Pero aun así, todo es cuestión de intentarlo, así que... ¿Preparados para volver una vez más a las calles de Shibuya?

A ritmo de The Beginning of a Happy Life, empezamos a controlar, al que será nuestro avatar durante toda la trama, Rindo Kanade. Un joven que va al instituto, pero sobre todo que se pasa las tardes en las calles de Shibuya, con su compañero de clase Fret, yendo de tiendas, a la vez que captura criaturas en FantasyGO, mientras chatea con su amigo de internet, Golondrina. Un día como otro cualquiera, gracias a un extraño pin, adquirido en el Edificio 104, tanto nuestro protagonista, como su amigo del colegio, se verán envueltos en un extraño juego del que no podrán escapar, hasta que ganen. Ese juego, ya lo conocemos, porque una vez más vuelven a estar implicados los segadores. Sin embargo ya la contienda, ha dejado de ser por parejas, a pasar, a ser por equipos, donde se compite por la supervivencia del más apto, siendo los últimos aplastados, a la vez que destruidos en el acto. Forzados nuestros héroes, irán pasando penurias en esta nueva competición, mientras descubren el origen del juego, hacen alianzas, son traicionados e incluso intentan mejorar como personas en el proceso. NEO al igual que su predecesor se estructura en tres semanas, con algunos días extras, funcionando cada una respectivamente como inicio, nudo y cierre de la trama, con resultados por desgracia, bastante cuestionables, si lo comparamos con la entrega original...

En TWEWY, la primera semana no solo funcionaba como introducción a todas las mecánicas clave de la entrega, si no, además, establecía un tono narrativo, presentaba el juego de los segadores, a la vez que mostraba a los diversos personajes que poblaban la historia, pero sobre todo permitía establecer una relación entre Neku y su compañera Shiki, que servía como motor del posterior, arco de personaje de su protagonista y bases de los temas que tocaría toda la trama. Mientras en NEO, tenemos a Rindo con Fret vagabundeando por las calles, sin enterarse de la mitad de lo que está pasando, siendo engañados o vapuleados por los demás equipos, a su vez, haciendo los pocos aliados que pueden sin verse ninguno de los dos alterados, ni afectados por lo sucedido, tampoco vemos ningún atisbo de lo que quiere tocar la historia. No es hasta los compases finales de la segunda semana, cuando empezamos a apreciar que las cosas son de otra manera, Es ahí cuando nuestro personaje se da de bruces con la actitud de determinado rival, cuando se empieza a notar un atisbo de cambio, lo mismo sucede para su compañero, así como otro personaje que se unirá posteriormente al grupo. Y tristemente esto solo se da con estos tres, porque de los siete personajes que conforman el grupo, uno exclusivo de esta obra, apenas evoluciona y los restantes, vienen directamente del primero, por lo que ya su arco narrativo, ha sido explotado en el original, así que acaban teniendo un papel mucho más secundario dentro de la trama, pero sobre todo de guiño o fanservice.

Y aunque la segunda entrega tiene todo un elenco propio de personajes, nunca brillan lo suficiente, ya sea porque apenas tienen desarrollo, muchos por ser villanos (Exceptuando Shiba un poco más) o directamente acaban siendo opacados por nuestro equipo o la presencia de los personajes del juego original, que son muy numerosos aquí, con papeles muy centrados en asistir a los protagonistas, ya desarrollados la mayoría, pero igual de vacuos, dada su relevancia argumental. En el original funcionaba, porque no se necesitaba un elenco tan grande, para hacer la trama funcionar, además de contar sus temas, pero sobre todo no se necesitaba contentar al que ya venía de antes, ansioso de ver como le ha ido a los protagonistas del primer juego, para descubrir excepto por un par de añadidos, que no es que haya cambiado demasiado la cosa. Por otro lado en el clásico, llegábamos hasta tener un elenco de personajes más terciarios que le daban vida a la ciudad y conseguían que todos sus habitantes no se sintieran de cartón-piedra, aquí exceptuando unos cuantos como Ryoji, que sí tiene más presencia, los demás pese a tener cara y nombre, no funcionan demasiado bien, al sentirse más gente a la que ayudar para obtener un beneficio directo, que ciudadanos recurrentes con sus propios sentimientos o preocupaciones, aunque en eso ahondaré un poco más adelante.

Volviendo a los temas que pretende tocar la trama, esta vez, debo decir que se han resentido bastante, pudiendo salvarse los que sí están más trabajados y no tienen tanta relación directa con TWEWY, que son el tema de la amistad y la sinceridad. El primero lo vemos cristalizado durante toda la obra, viéndose principalmente a través del arco narrativo que tiene Rindo como personaje, que intenta separarse de lo mostrado con Neku, en el primero, centrándose más en el valor de este sentimiento, que en la capacidad de abrirse a los demás u ser capaz de mostrar confianza. Por otro lado el otro gran tema, lo vemos a través de varios personajes, pero se explota más con el arco de Fret, que no es capaz de ser sincero con nadie realmente, ni siquiera consigo mismo, por lo que será a través de una persona importante para él, como poco a poco irá abriéndose, mostrándose más capaz y seguro de decir la verdad. Por desgracia, aunque trabajados los temas, siguen ahondado en la relaciones sociales, alcances de las nuevas tecnologías o en ese toque de contienda épica para salvar el hogar, que ya vimos hace 14 años, que a día de hoy, si eres veterano, por mucho que cambien los implicados, se sigue sintiendo de la misma manera, para bien o para mal y que nos dice, que a lo mejor orientar la trama tres años después, en la misma localización, salpicada de personajes extraídos del juego anterior y nuevamente centrada en conflictos adolescentes, quizás, no era la mejor idea, más sabiendo tanto todo el lore como las posibilidades que existen en los informes secretos y que nuevamente repiten su aparición en esta entrega, pero peor repartidos.

Todo esto se acompasa con una entrega, que dado los estándares actuales, quiere ser mucho más grande y larga, pero que también hace que se resienta el ritmo en el proceso. En el primero, aunque había momento donde la cosa se paraba, porque había que hacer algún que otro encarguillo, para abrir muros, después la trama nunca se detenía, TWEWY se encargaba de que casi todo lo que pasase por pantalla, tuviera un mínimo de interés, que cada paso dado, tuviera una repercusión directa, siempre estabas en movimiento, ya sea para avanzar en la trama, ir a determinado lugar, o bien para descubrir algún detalle que pudiera escaparse; el juego iba al grano siempre, por lo que si querías perderte en la ciudad o exprimirlo todo a tope, ya habría tiempo una vez hubiese finalizado las andaduras de Neku. Sin embargo en NEO, cada día no solo es dos o tres veces más largo en cuanto a duración, sino que además entran en juego factores, como zonas a desbloquear que no llevan a ningún lado, secciones que debido al poder de Rindo deberemos repetir varias veces, pero con diferentes perspectivas, diálogos vacíos o desafíos con puzles diversos, que más allá de marear la perdiz no aportan nada sustancial, pero lo peor, que esto es la norma habitual del juego, hasta que hemos llegado a la última semana. Semana, que mejora un poco el ritmo, pero no arregla la imperiosa necesidad que tiene la obra de hacernos perder el tiempo, con tal, de llegar a la cuota del euro por hora...

Esto se ejemplifica bien a través de las misiones secundarias y el sistema de red social del que dispone la obra, que antes mencione por encima. Durante ciertos días de cada semana, en ciertos momentos, dispondremos de la oportunidad de poder realizar una serie de encargos, que nos permitirán conocer a un habitante de la ciudad con problemas, llevarnos algo por la ayuda, a la par que se desbloqueara su entrada en la red de nuestro teléfono, si la compramos invirtiendo puntos de amistad (Que iremos ganando al avanzar la trama, hacer secundarias u otros requisitos) nos dará alguna ventaja, que antaño daban las pegatinas en el original. Lo bueno de estas tareas, es que son muy livianas y no nos supondrán mucho tiempo, lo malo es que más allá de su recompensa, no aportan nada, a la vez, que son tremendamente repetitivas, ya que requerirán o eliminar Ruido, o utilizar la impronta heredada del original o bien utilizar el poder de Fret para salir airosos. Cualquiera pensaría aquí que mi forma de verlo es un error, pero nada más alejado de la realidad. Exceptuando los personajes de la historia principal que si están en la red y nos dan jugosas recompensas, la mayoría de secundarios que componen la telaraña social, no aportan más que ropa, platos de comida, pequeños bonificadores (que apenas se notan) a determinadas habilidades o acceso a otro personaje importante que sí tiene cosas que apórtate, si lo desbloqueas ahí. Además muchos de estas "personas" ni aparecen en posteriores secundarias, ni son mencionados más, o tienen algún tipo de relevancia, más allá de un párrafo en la web y el desbloqueable que aportan.

Lo que sí, repite, con mucho acierto, es tanto el diseño artístico, como el sonoro. Aunque NEO, gráficamente se siente un juego de tercera fila, lo compensa con un estilo único muy característico, nuevamente heredado del juego original, con viñetas de los personajes muy trabajadas, con sus diversas expresiones, colores y formas, junto con un diseño muy característico de los mismos, que nuevamente funciona a las mil maravillas. Además en esta ocasión, nos vuelve a sumergir por las calles de un distrito que respira juventud y modernidad por todos sus poros, que pese al cambio de tiempo, junto con algunas de sus localizaciones, poco tiene que envidiarle a la Shibuya que vimos en el 2007, que mantiene ese toque tan particular, junto con diseños nuevos, tanto en prendas como en pines, así como en los diversos establecimientos que salpican el lugar. Mientras la banda sonora, no solo rescata los temas originales y los remixea, convirtiéndolos en nuevas pistas dignas de escucharse, si no, que añade toda una amalgama de nuevos temas como: Breaking Free, Kill the Itch, Last Call o Insomnia, entre muchos otros, que si no nos hacen levantarnos de la silla, mínimamente conseguirán al menos quedarse en nuestra cabeza, haciéndonos tararearlos cada vez que suenen.

Además, aunque ahora ya no hay sistema de tendencias, al menos las marcas permanecen cada una con su propia idiosincrasia, su amalgama de efectos en ropa o pines, su diseño tan característico que evoca a diferentes artistas contemporáneos. El sistema de estilo se mantiene, pero es más fácil ver tanto en su efecto en las prendas, como las características de la misma (Además de que ahora te puedes poner prendas, aunque no tengas suficiente estilo). Por fin, la comida se consume en restaurantes, pudiendo dar de comer a un montón de personajes juntos a la vez, cada uno con sus gustos representados y sí, se mantiene el sistema de saciedad, pero ahora no es necesario esperar un día real, para poder seguir comiendo, solo tenemos que bajar los aperitivos haciendo combates, más si son encadenados, que la harán consumirse más rápido.

La jugabilidad se sigue dividiendo tanto en exploración como en combate, solo que ahora en ambos puntos esta mucho más refinada. A la hora de la navegación aunque se sigue haciendo entre diferentes espacios, ahora es más cómoda, ya que podemos utilizar una habilidad (cuando la desbloqueemos) para movernos más rápido, además de que cada zona, está bien indicada, tanto en la entrada como en la salida. El propio mapa del juego, como los objetivos a cumplir durante el día, son más accesibles y más claros desde el menú de pausa. Después en todo lo demás funciona igual que el original, habrá momentos donde deberemos escanear, otros en los que tendremos que emplear algún poder de los integrantes del equipo, en otros deberemos acudir a determinado establecimiento o localización. Etc. Otra de las cosas en las que se diferencia, es que ya no existen minijuegos, más allá del poder de Fret, dejando el Tin Pin Slammer, como un recuerdo en el pasado, con una mera mención en uno de los diálogos (Aunque para muchos acabó siendo eso)

A nivel de batallas, podremos llevar hasta seis personajes en una refriega (Aunque empezamos con dos) a cada uno se le podrá asignar un pin de nuestra elección, que a su vez, corresponderá a un botón de nuestro mando. Se supone que el interés aquí es saber hacer buenas combinaciones, ajustándonos bien a cada situación, ya que nuevamente todos los personajes comparten la misma barra de salud. La realidad es muy diferente, la verdad, al menos en la dificultad estándar, con un juego demasiado sencillo en el 90% de su desarrollo, poniéndonos tanto enemigos normales, como jefes que pueden ser despachados con un poco de habilidad, con buenos pines, sin incluso necesidad de curarse, dando el salto brusco, a partir del quinto día de la última semana, donde los enemigos pueden llegar a derrotarnos no tanto, por lo que cuesten en cuanto a dificultad, si no, por el hecho de que incluso bien pertrechados y preparados por nuestra parte, infringen mucho daño a la vez que reciben muy poco. Bajo mi punto, una muy mala excusa para obligar al jugador a malgastar tiempo en grindear o farmear (Sí no quieres bajar la dificultad) cuando irónicamente esa ha sido una pésima praxis, que el juego original, siempre trataba de evitar, en pos, de mantener el ritmo y no generar desidia, pero que nos vuelve a demostrar que la gente detrás de esta saga, aún no ha aprendido bien a equilibrar todos los elementos de sus juegos.

Más allá de la dificultad, si bien es cierto, que el sistema de combate es interesante, existen debilidades elementales, que cubrir para maximizar el daño, hay un sistema de esquiva perfecta, el saber posicionarnos o que enemigos ir despachando también es importante para salir airosos de los encuentros más complicados, además aunque los Ruido, son poco variados, existen los suficientes tipos, para que cada uno requiera una estrategia concreta, también, como en el original, disponemos de una barra, ahora llamada "Ritmo" que cargada nos permite utilizar ataques combinados de mucho poder, que también tendremos que aprender a gestionar cómo y cuando lanzarlos, porque dependen del personaje que los inicia y el pin que lleva puesto, por lo que, además de que existen versiones más potentes de los mismos, si aumentamos dicho porcentaje y como pasaba en TWEWY, como vamos a pasar más tiempo metidos en refriegas que otra cosa, aprenderlo todo bien, es vital para los compases finales y el contenido post-game. Contenido que por otro lado, gracias al nuevo sistema de capítulos, desbloqueables y grafitis, todo a conseguir, es prácticamente accesible desde el principio, si sabes buscarlo, pero bueno.

Con la friolera de 35 horas, en mi marcador, no puedo negar, que he disfrutado NEO: The World Ends With You, tampoco puedo decir, que no me haya emocionado con algunas de sus partes o que en el fondo, la aparición de algunos personajes del clásico de 2007, no consiguiera sacarme una sonrisilla. Pero en tónica general, lejos de ser un mal juego, he sentido esta secuela de 2021, demasiado continuista, poco arriesgada, tan centrada en que los fanáticos sigan masticando, a la vez que los neófitos, conozcan, la misma fórmula de hace 14 años, que al final, ha acabado sabiéndome a poco, porque todos los elementos que hicieron grande a TWEWY y por lo que me enamoré (y vuelto a enamorar) de la franquicia, están en ese juego tan extraño, que se saco hace tantos años para la portátil de dos pantallas de Nintendo y que a día, es tan difícil de replicar.

Con todo, me parece que NEO, es un buen punto de partida, si quieres conocer la saga, sobretodo gracias a su gameplay, que está totalmente refinado y adaptado a las maquinas para las que ha salido, además de para aquellos que no nos hacemos con el control táctil. Pero pierde muchos de sus enteros a nivel de tono, personajes o narrativa, además de que por mucho ahora en la hibrida de la Gran N, se pueda jugar portátil, la sensación nunca será igual, que la de aquellos que le dimos la oportunidad a la cruzada de Neku en la DS. Aunque por desgracia eso era algo a lo que esta continuación nunca podría esperar a emular, por eso también tiene la imperiosa necesidad de rescatar a todos esos personajes que deberían haber crecido con nosotros, pero no se diferencian mucho de cuando nos despedimos de ellos, hace casi 15 años. Aun así, estoy seguro que cualquier adolescente o persona que disfrutara del original, podrá incluso encontrarme más virtudes de las que yo he sabido encontrar. Y quien sabe, las aventuras de Rindo, quizás, a lo mejor marquen algún que otro chaval, como a tantos otros, hizo la épica del joven Sakuraba, años atrás.

Ser una secuela es complicado en el mundo del arte, sin duda, pero lo es más, cuando tienes que serlo, de uno de los juegos más influyentes para toda una generación de jóvenes, que ahora ha crecido, pero sigue anhelando soñar como ayer, que necesita historias que los hagan reflexionar y mejorarse a sí mismos, pero sobre todo que ha obtenido un bagaje lo suficientemente amplio, para no quedarse en la superficie. Y ese es el mayor defecto y la mayor virtud de NEO: The World Ends With You, que nos hizo ansiar la luna, pero a la hora de la verdad, solo nos dio las estrellas. Aun así, espero grandes cosas de esta nueva franquicia, pero sobre todo que sepa crecer con nosotros cuando corresponda, como no supo hacer Kingdom Hearts y darnos Tetsuya Nomura...

¡Nos volveremos a ver por las calles de Shibuya!