sábado, 20 de agosto de 2022
Mujeres y Videojuegos
domingo, 7 de agosto de 2022
La nostalgia duele (VII): Rayman
Aunque los más mayores no se hagan una idea, la gente de mi generación, también tuvo infancia y no fue precisamente con la Super Nintendo o Mega Drive, las gentes de mi quinta solíamos echar las tardes jugando a la Game Boy o a la primera Playstation. Sin embargo existían una caterva de privilegiados que tenían algo en exclusiva llamado PC, un aparato que no solo te permitía escuchar música, abrir el Terra o descargar en el eMule, también si tenias suerte tus padres te habían metido un montón de juegos en la maquina para que pudieras darle en tus ratos libres ¡E incluso podías conseguir muchos más sin pagar! Esto que ahora a día de hoy muchos consideran normal, en el momento en el que yo era niño, era toda una revolución, algo que sin duda yo no podía jactarme fácilmente, pues mi primer ordenador lo obtuve, con 14 años de edad...
Pero volviendo al tema que nos ocupa, es interesante como en la niñez nuestra forma de afrontar el medio, es tan diferente a cómo es actualmente, como en esa época más sencilla, todo parecía fascinarnos, todo parecía emocionarnos, tanto, que el simple hecho de ver juegos corriendo en algo que a la vez se usaba para acceder a internet, a mi me parecía sacado de otra galaxia. Todo por supuesto visitando la casa de un amigo, que entre aventura grafica y juego educativo, tenía alguna que otra pequeña curiosidad interesante, entre todas, había un juego de plataformas que jamás olvidaré... El primer Rayman. Un juego fetiche para mí a la par que buscado, esa obra, que siempre probaba en casa de mi colega, pero siempre cuando estaba a punto de obtenerla para mi PSX, se me escapa de la manos, ese título del que solo pude completar un par de mundos a trancas y barrancas, pero que nunca conseguí obtener o emular, hasta hace relativamente poco. Porque el destino es caprichoso y antes pude catar su tercera entrega (La cual recuerdo muchísimo cariño de los principios de la PS2) y su spin-off multijugador, juegos que aunque tengan ciertas reminiscencias poco se acercan a lo que era el primer juego de por aquella antaña mascota de Ubisoft.
Pero cómo ya sabéis de que va la vaina, iré rápido para los que lleguen nuevos, toca hablar de un juego que no ha resistido al valor del tiempo, que ha conseguido que la poca nostalgia que tuviera sobre él se volviera en su contra y que por supuesto es muy querido por público, pero que para un servidor no ha conseguido hacerse valer lo suficiente. Para los dolientes como Suso, no hay contexto, solo visión actual, todo bajo mi prisma personal, sin sentar catedra, sin intentar pisar la opinión, simple y llanamente un ejercicio de texto, donde le damos un enfoque diferente a ese videojuego que seguro que a más de uno, entre los que tú te incluyes te saca una sonrisa. Hoy toca ensañarse un poco, con el bueno de Rayman, que tuvo entregas posteriores excelentes (O al menos es lo que mi visión actual me permite decir) pero unos comienzos algo inferiores...
¿Preparados para sufrir el rescate de los Electoons?
domingo, 24 de julio de 2022
Recordando (VI): A Megaman a través de Starforce
Hay cosas que por pertenecer a determinados rangos de edad o determinadas generaciones, damos por asumidas. Así es para cientos de personas que ahora rondan la treintena larga e incluso los cuarenta, que vivieron de tú a tú la presencia del bombardero azul, en los videojuegos de 8 y 16 bits, que prácticamente cada año si estaban atentos podían ver una nueva entrega de Megaman y por supuesto lo vieron crecer desde la completa ignorancia hasta el más absoluto de los triunfos, tanto es así, que no fue hasta la época de la GBA, donde ya empezó a diversificarse, a la par que su popularidad decrecía, que muchos chavales de una manera u otra, conocían el trabajo original de Keiji Inafune y los suyos, ya fuera porque tenían alguna maquina donde aparecía, lo habían leído en alguna de las revistas del momento o incluso llegaban a tener amigos, con algunos de los juegos. Si bien es cierto que para ellos fue todo un héroe dentro del medio, tanto la gente de mi época, como chavales a día de hoy, ignoran quien o que es Megaman y si no hubiera sido por dos hitos, acompañados de mucha curiosidad, yo quizás tampoco lo miraría con los mismos ojos a día de hoy.
Terminando la primaría y durante los primeros compases de la secundaria, era habitual que muchos chavales aún pipiolos, pasasen la hora previa antes de ir al colegio, viendo canales orientados a ellos, con series infantiles, en esa emisora, ponían muchísima animación japonesa, siendo en parte culpable de que a día de hoy me guste tanto este tipo de series, como me gusta ahora, pero de entre todas ellas, echaban una de la que nunca me olvidaré, la versión animada de Battle Network, que era un intento de diversificar al bombardero azul, acercándolo tanto a las cartas coleccionables como al RPG. Si bien es cierto, que nadie en ese momento tanto con Game Boy Advance como Nintendo DS, llegamos a oler jamás uno solo de esos títulos, pero sí nos tragamos la historia de Lan Hikari, de pe a pa, tanto es así, que probablemente si le preguntas a cualquiera de mi quinta, que consumiese Canal 2 Andalucía por aquel entonces, al menos te podrá decir que le suena, ni que sea el nombre... Sin embargo el tiempo pasa, las mareas se calman y como siempre, la gente pasa a mejores menesteres, hasta yo, sin embargo los buenos momentos que me darían esos dibujos, junto con el nombre de Megaman permanecerían latentes en mi interior.
Años después con el asentamiento de la consola con pantalla táctil en la vida de muchísimos adolescentes, el nombre de la legendaria IP, volvería a resonar una vez más, esta vez, era un Spin-Off, ni rastro de EXE, ni rastro de Lan y aunque en una primera instancia fue un palo para mí, porque primero yo pensaba que esto era un anime y segundo porque no se parecía en nada, a lo que yo había visto tiempo atrás, pero intrigado continué jugando y cuando me di cuenta, Starforce se había vuelto parte de mí, parte de mi adolescencia, como la portátil de Nintendo y TWEWY, en su debido momento. A día de hoy, más de 10 años me separan de la experiencia original, yo ya no soy un retaco, ni un chaval en busca de crecer o contemplar el mundo, pero una vez más he sido cautivado por las peripecias del dúo de Geo Stellar y Omega-Xis, así que toca sentarnos a recordar porque esta entrega es tan especial, sobre todo para este servidor, pese a ser tan infravalorada e incluso vilipendiada por el resto de mortales. Para esta ocasión, no he dejado ni que pase el tiempo (Cuando veáis esto, llevaremos más horas, pero en el momento de escribirlo, ha pasado una escasa) porque me apetece volcar mis sentimientos desnudos directamente en texto, tanto para bien, como para mal, chocando en cierta medida con ese yo más joven a la par que pasional.
¡Geo Stelar cambio a Onda FM! ¡En el Aire!
sábado, 16 de julio de 2022
El placer de rejugar
La percepción humana, es algo más de lo que uno pudiera pensar a simple vista. Se ve alterada por emociones, por situaciones y sobre todo por el tiempo, creando en el proceso capturas de la realidad, una personal e intransferible, que va poco a poco generando experiencias, pero sobre todo recuerdos. Es interesante profundizar en esto concreto, porque las vivencias que tenemos y vamos almacenando, realmente no son consistentes, si no, maleables, y es a través de acceder a ellas mediante el pensamiento, como poco a poco, estas van tomando diferentes matices, conforme una vez transcurre la vida. Pero no solo afecta a nuestra vida cotidiana en exclusiva, permea a todo lo que podamos imaginar, desde coches, películas hasta incluso pasando por nuestro ocio más querido: Los videojuegos. En estos donde el colocarse en el papel del avatar, suele ser lo habitual para compartir experiencias, es muy común que cientos, si no, miles de personas, de una manera u otra encuentren espacios seguros donde desarrollarse, labrándose sus propias historias relacionadas con el juego en cuestión.
Y sí, el momento lo sigue siendo todo a la hora de jugar, eso está claro. Pero al igual que existen mejores o peores situaciones para acercarse a determinados títulos, también existen momentos donde simplemente incluso aunque nos tiemble el pulso, debemos regresar atrás, a nuestros orígenes, para explorar determinados videojuegos, que una vez antaño fueron vitales para nosotros, no solo para desmitificarlos en algunos casos, quitando la puñetera nostalgia de por medio y viéndolos claramente como son, cara a cara, asimismo por el hecho de volver a tener la experiencia, aunque esa conexión, no sea la misma que tuvimos con ese producto, hará uno, dos, diez o treinta años. Porque aunque según algunos puretas, los videojuegos "no envejezcan" nuestra forma de ver tanto al mundo como a nuestro medio, jamás será igual, cuanto más tiempo pongamos de distancia a la hora de mirar atrás. Por lo que es imposible que el Spi de 27 años se emocione, le tiemble el pulso o incluso rompa a llorar de la misma manera que lo hacía él de los 17 años, que estaba en una situación vital muy distinta, con unos recursos a la par dispares.
Por eso el año pasado y sobre todo este, aparte de descubrir catalogo nuevo, estoy incidiendo muchísimo, en volver a explorar e intentar conectar con aquellas obras que supusieron un antes y un después para mi, ya sean de hace un par de años o de varias décadas. Experimentarlas cómo lo hice aquella primera vez, intentando esta vez con mi percepción quizás más clara, quizás diferente, entender lo que supusieron para otros, pero especialmente para mí, en aquel entonces, funcionando algunas veces mejor, funcionando algunas veces peor... Así que hoy, toca entrada sobre lo que significa para un servidor rejugar; por supuesto también tocaremos la vertiente del new game + y todo lo que eso conlleva, por supuesto bajo mi humilde opinión, sin ninguna intención de sentar catedra...
¿Preparados? ¡Hoy toca reempezar este idilio una vez más!
sábado, 18 de junio de 2022
Mis disculpas a Deus Ex: Human Revolution
Si os sincero, esta entrada no estaba programada, no tuve pensamiento en ningún momento de ponerme a escribir algo sobre esta obra de la pasada década hecha por Eidos Montreal, sin embargo, tengo cierta historia personal, con la primera aventura de Adam Jensen que simple y llanamente me gustaría transmitir. Durante cierto tiempo en el pasado por hache o por be, he intentado de una manera u otra, intentar conectar con este videojuego, afrontándolo de una manera que fuera cómoda para mí, pero aunque alguna he estado cerca de lograrlo nunca ha sido suficiente, siempre me quedaba a las puertas tras ese supuesto prólogo más cargado de acción o directamente tras la primera misión...
Pero como siempre digo, al final el cuando y él como afrontemos el videojuego, así como obras de otras artes, es vital para disfrutarlas y yo por fin, tras años de dudas por fin estaba preparado para darle a Human Revolution la oportunidad que de verdad se me merecía y vaya oportunidad. Porque sin duda estamos ante uno de esos videojuegos por los que pese a sus defectos, el tiempo no pasa en balde y que se encargó de poner en la palestra a todo un género que llevaba desaparecido en combate desde hace mucho, del cual sólo tuvimos ciertas reminiscencias en los principios de los dosmiles. Pero no adelantemos todavía acontecimientos.
Sin duda quiero que con este escrito, más que dar un análisis al uso, servir como un texto más sobre mis sensaciones e impresiones del título que junto con una de las obras de Arkane me ha llevado más quebraderos de cabeza de los que me gustaría admitir y no en el mejor de los sentidos. En definitiva y para no ser más repetitivo de la cuenta, un poco lo que ya me ha ocurrido también con otros juegos de esta sección. Como tiende a pasar con algunas entradas, no esperéis en demasía, algo académico, cortes, tan largo o incluso tan perfilado, pues es algo que he escrito y desarrollado en cuatros ratos libres que he tenido...