Mostrando entradas con la etiqueta Oda a los juegos cortos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Oda a los juegos cortos. Mostrar todas las entradas

sábado, 6 de noviembre de 2021

Oda a los juegos cortos

El ser humano es ambicioso por naturaleza, aunque en muchas ocasiones la vida nos plantea tesituras en las que no tenemos más remedio que aceptar lo que se nos viene encima, es muy habitual también que una vez que hemos obtenido algo, avanzado gran parte del recorrido o directamente superado nuestros actuales límites, queramos incluso más. Esta sed de éxitos, se debe a que nunca valoramos lo suficiente el camino, lo que nos ha aportado o lo que hemos disfrutado durante toda la travesía; pero esto no solo se aplica a proyectos, también a cosas cotidianas e incluso aficiones o productos que consumimos y aquí, entran nuestros queridos videojuegos. En su época el hardware era el que era, por lo que la tecnología disponible para realizar determinadas obras, se antojaba escasa, dándonos productos que literalmente a base de esfuerzo necesitábamos eones para completarlos, cuando realmente estos bien ejecutados no superaban ni una o dos horas de duración real. Pero jugábamos y rejugábamos hasta la saciedad con tal de ocupar cada tarde, convirtiendo cada avance, cada buena resolución, en una pequeña victoria...

Ha pasado el tiempo, hemos evolucionado y con nosotros, toda la ejecución, presentación y empaque que envuelve a nuestro medio. Ahora es habitual que las superproducciones no solo cuenten historias, afloren temas o incluso empleen elementos propios de otros medios para contar sus mensajes, además tenemos títulos más centrados en ser grandilocuentes, espectaculares, pero sobre todo en durar si no decenas de horas, cientas, intentando atrapar al jugador en su mundo, siempre entreteniéndolo con miles de pequeñas tareas que hacer, que por supuesto, en muchos de los casos, poco tienen que aportar... Pero sí os soy sincero, ya le dedique hace tiempo un articulo a todo este género, así que no me voy a extender mucho más. Eso sí, al igual que tenemos obras cada vez más mastodónticas, el tiempo del jugador es menor y por supuesto las compañías nos siguen bombardeando con cada vez más juegos, cada vez más largos, que ni en una vida vamos a poder completar, que probablemente ni nuestros hijos lleguen a completar, pero de eso también hablé una vez y a expensas de hacer otro artículo, ahí se queda.

Paralelamente existen toda una nueva ola de videojuegos que con valores de producción aparte, ya sea de forma intencional o no, que forman su experiencia en base a un contenido algo más escueto, más centrado y en muchas ocasiones incluso más agradecido con el jugador... Y sí, hoy voy a dedicarles todo un articulo, porque mientras cada vez existe más gente que lo único que hace es pensar en cifras, ya sea por minutos o kilómetros, yo empiezo a pensar más tanto en mi persona, como el tiempo que pasó consumiendo este hobby, además de en que me aporta cada videojuego, cuando pasó tiempo con él. Por ello sin querer desprestigiar a todas esas obras largas bien medidas, que también nos hacen sonreír e ilusionarnos, nos centraremos en todos esos productos, que el jugador medio, quita valor por valer mucho pero durar poco o directamente son insuficientes de per se, por los números que manejan a sus espaldas. Por supuesto todo ilustrado con ese prisma tan impopular a la par que personal que me caracteriza, así que si alguien se horroriza, que no diga que no le he avisado, ya que hoy estoy algo menos formal que de costumbre.