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domingo, 7 de agosto de 2022

La nostalgia duele (VII): Rayman


Aunque los más mayores no se hagan una idea, la gente de mi generación, también tuvo infancia y no fue precisamente con la Super Nintendo o Mega Drive, las gentes de mi quinta solíamos echar las tardes jugando a la Game Boy o a la primera Playstation. Sin embargo existían una caterva de privilegiados que tenían algo en exclusiva llamado PC, un aparato que no solo te permitía escuchar música, abrir el Terra o descargar en el eMule, también si tenias suerte tus padres te habían metido un montón de juegos en la maquina para que pudieras darle en tus ratos libres ¡E incluso podías conseguir muchos más sin pagar! Esto que ahora a día de hoy muchos consideran normal, en el momento en el que yo era niño, era toda una revolución, algo que sin duda yo no podía jactarme fácilmente, pues mi primer ordenador lo obtuve, con 14 años de edad...

Pero volviendo al tema que nos ocupa, es interesante como en la niñez nuestra forma de afrontar el medio, es tan diferente a cómo es actualmente, como en esa época más sencilla, todo parecía fascinarnos, todo parecía emocionarnos, tanto, que el simple hecho de ver juegos corriendo en algo que a la vez se usaba para acceder a internet, a mi me parecía sacado de otra galaxia. Todo por supuesto visitando la casa de un amigo, que entre aventura grafica y juego educativo, tenía alguna que otra pequeña curiosidad interesante, entre todas, había un juego de plataformas que jamás olvidaré... El primer Rayman. Un juego fetiche para mí a la par que buscado, esa obra, que siempre probaba en casa de mi colega, pero siempre cuando estaba a punto de obtenerla para mi PSX, se me escapa de la manos, ese título del que solo pude completar un par de mundos a trancas y barrancas, pero que nunca conseguí obtener o emular, hasta hace relativamente poco. Porque el destino es caprichoso y antes pude catar su tercera entrega (La cual recuerdo muchísimo cariño de los principios de la PS2) y su spin-off multijugador, juegos que aunque tengan ciertas reminiscencias poco se acercan a lo que era el primer juego de por aquella antaña mascota de Ubisoft.

Pero cómo ya sabéis de que va la vaina, iré rápido para los que lleguen nuevos, toca hablar de un juego que no ha resistido al valor del tiempo, que ha conseguido que la poca nostalgia que tuviera sobre él se volviera en su contra y que por supuesto es muy querido por público, pero que para un servidor no ha conseguido hacerse valer lo suficiente. Para los dolientes como Suso, no hay contexto, solo visión actual, todo bajo mi prisma personal, sin sentar catedra, sin intentar pisar la opinión, simple y llanamente un ejercicio de texto, donde le damos un enfoque diferente a ese videojuego que seguro que a más de uno, entre los que tú te incluyes te saca una sonrisa. Hoy toca ensañarse un poco, con el bueno de Rayman, que tuvo entregas posteriores excelentes (O al menos es lo que mi visión actual me permite decir) pero unos comienzos algo inferiores...

¿Preparados para sufrir el rescate de los Electoons?

domingo, 18 de julio de 2021

Injustamente olvidados (III): Los Shinobi de Game Gear


No soy fan de la saga Shinobi, al contrario que muchos, yo no tuve la oportunidad de crecer con consolas de SEGA, y cuando pude acércame a una de ellas fue de pasada. Sin embargo el destino es caprichoso, y hace un par de años, pude conocer la saga de primera mano, por una de sus más infames entregas, uno de esos juegos que no consigue hacerle justicia al producto original, pero sobre todo que se adapta torpemente a las tecnologías del momento. Aunque el mal sabor de boca persiste, cuando recuerdo aquella experiencia, el tiempo fue pasando y mi acercamiento a la saga de Joe Musashi continuaría, pasando por la entrega original, las ocurridas en Mega Drive, incluso, transitando por los Spin-off en Game Gear.

Y es, en los juegos de la portátil, donde realmente me encariñaría con esta serie de videojuegos. Porque mientras la rama principal exploraría el recorrido de nuestro famoso ninja y sus descendientes, mientras va evolucionando en el proceso (A excepción de las entregas de PS2, que actúan como Reboot) serían las diversas obras alternativas, las que nos pondrían a los mandos, de otros activos del ninjutsu, con sus propios objetivos y motivaciones, bebiendo de las aventuras en las consolas de sobremesa, pero sabiendo sazonar bien tanto las mecánicas como el diseño de niveles, dándole su propio toque a todo el conjunto, o en el caso de los más recientes aunando todo lo que una vez hizo grande a todo este conglomerado. En la entrada de hoy nos enfocaremos en las dos versiones que salieron de estos videojuegos para la portátil de SEGA; centrándonos en las aventuras de un grupo de ninjas, consagrados a detener el mal.

Como ocurrió en la popular entrada de Golden Axe, hoy nos enfocaremos en ambos videojuegos, ya que además de que salieran uno detrás del otro, comparten mundo, mecánicas, y el segundo, acaba siendo evolución natural de todo lo que intentaría el primero, sin desprestigiar el trabajo del original, que serviría de precedente, para hacer una obra sobresaliente, más centrada en transmitir a través del gameplay o todo el diseño que la rodea, que la trama en sí.

jueves, 4 de febrero de 2021

Injustamente olvidados (II): Skyblazer

Hace mucho, mucho tiempo, hubo una época, donde existió una multinacional japonesa, muy metida en diversos ámbitos multimedia, pero con poca experiencia en el ocio electrónico, esa empresa de nombre Sony Entertainment, al ver que existía un gran mercado relativo al mundo de los videojuegos, en ese entonces, decide crear una subfacial ubicada en territorio americano y con dedicación exclusiva a esta nueva industria emergente: Sony Imagesoft.

Con 6 años a sus espaldas, hasta reconvertirse en Sony America. Imagesoft, ideó toda clase de obras, para tanto sistemas de 8 como de 16 bits, además de para Nintendo como para SEGA. Sin embargo, hubo un titulo de corte japonés, para el cerebro de la bestia, que aunque ahora olvidado, destaco sobre todo los demás. Skyblazer.

La obra que hoy nos ocupa, pese a su corte clásico, combinada con su amable curva de dificultad; es un titulo, que ha pasado sin pena ni gloria, por el imaginario colectivo de lo retro, más centrado en rememorar la nostalgia, que zambullirse o descubrir nuevas experiencias, aunque estas sean un poco más alejadas de lo habitual que nos tenían habituados los videojuegos por aquel entonces.