Mostrando entradas con la etiqueta Como afrontamos los videojuegos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Como afrontamos los videojuegos. Mostrar todas las entradas

sábado, 20 de agosto de 2022

Mujeres y Videojuegos


Como tantas veces, hace poco estalló Twitter en polémica. Aunque en un principio esto no debería sorprender a nadie, si lo hizo fue por algo que sí parece que encierra más de lo que uno podría imaginar en primera instancia. Hablo nada más y menos que de el reparto de personajes protagonistas en la nueva entrega de la ya longeva saga de Grand Theft Auto, donde en esta ocasión, se desmarcan del rol tradicional para ofrecer a mujeres como protagonistas, concretamente una de ellas, pertenece a una etnia desfavorecida dentro de lo que es los Estados unidos de América, pese a ser cada vez más notoria a la par que relevante. Ni cortos ni perezosos, miles de jugadores se lanzaron a hacer todo tipo de comentarios acerca del movimiento de Rockstar, especialmente el público masculino, que en una primera instancia, parecía bastante preocupado mientras mostraba su desacuerdo tácito con la decisión. Una elección que a mi juicio es bastante interesante y que puede desembocar situaciones muy interesantes, si la empresa, juega bien sus cartas.

Pero yo no soy la mayoría vocal y esta, se encontraba totalmente desconcertada, al ver como uno de los buques insignia de lo que podríamos llamar Mainstream dentro del mundo de los videojuegos, apocaba por hacer "política" o "posicionarse" rompiendo lo habitual en la saga, para hacer cosas que suelen ser según ellos "agenda" en otros medios o mediante otras compañías, ya sean de ocio electrónico o bien más relacionadas con la literatura, el cine o los comics. Y no he podido en cierta manera más que sorprenderme a la par que reírme al ver el choque tan directo de esta multitud con una forma de afrontar el medio, mientras por otro lado, cientos, si no, miles de usuarias tanto de videojuegos, como de la red social, afrontaban la noticia con alegría, mientras a la vez resaltaban esa masculinidad tan frágil y ese machismo tan beligerante, que algunos esgrimen por bandera... Pero con todo hay una cosa que toda esta situación deja en alza, los roles femeninos en la ficción, llevan estancados mucho tiempo, empezando a cambiar y moldearse a tiempos modernos, pero no todos estamos preparados para asimilarlo...

Así que como hoy podéis imaginar aprovechando esta polémica y haciendo a la vez uso de ese artículo que dedique al motor de audiencia, hoy toca explorar el papel femenino en nuestro medio, tanto a nivel de jugadoras, como de tropos en sí. Todo desde el punto de vista de un hombre blanco, cis, neurodivergente, heterosexual, quizás no el más acertado, pero sí, en un intento de ser el más respetuoso, ya que aunque no estoy a favor de todas las praxis o designios del movimiento, hay cosas que si comparto, respeto y quiero que ojala empiecen a funcionar en cuanto a feminismo se refiere. Y sí, está va a ser la declaración política más dura que he hecho en toda mi carrera de bloguero y que algún que otro disidente me costará. Pero oye, si ya tengo suficiente con lo mío, qué más da con un poco más, peor, cuando no es la primera vez que hablo de polémicas, así, aunque sea por encima... Por lo demás poneos cómodxs, que nos toca zambullirnos de lleno en una maraña de temas, dignos de toda nuestra atención.

sábado, 16 de julio de 2022

El placer de rejugar


La percepción humana, es algo más de lo que uno pudiera pensar a simple vista. Se ve alterada por emociones, por situaciones y sobre todo por el tiempo, creando en el proceso capturas de la realidad, una personal e intransferible, que va poco a poco generando experiencias, pero sobre todo recuerdos. Es interesante profundizar en esto concreto, porque las vivencias que tenemos y vamos almacenando, realmente no son consistentes, si no, maleables, y es a través de acceder a ellas mediante el pensamiento, como poco a poco, estas van tomando diferentes matices, conforme una vez transcurre la vida. Pero no solo afecta a nuestra vida cotidiana en exclusiva, permea a todo lo que podamos imaginar, desde coches, películas hasta incluso pasando por nuestro ocio más querido: Los videojuegos. En estos donde el colocarse en el papel del avatar, suele ser lo habitual para compartir experiencias, es muy común que cientos, si no, miles de personas, de una manera u otra encuentren espacios seguros donde desarrollarse, labrándose sus propias historias relacionadas con el juego en cuestión.

Y sí, el momento lo sigue siendo todo a la hora de jugar, eso está claro. Pero al igual que existen mejores o peores situaciones para acercarse a determinados títulos, también existen momentos donde simplemente incluso aunque nos tiemble el pulso, debemos regresar atrás, a nuestros orígenes, para explorar determinados videojuegos, que una vez antaño fueron vitales para nosotros, no solo para desmitificarlos en algunos casos, quitando la puñetera nostalgia de por medio y viéndolos claramente como son, cara a cara, asimismo por el hecho de volver a tener la experiencia, aunque esa conexión, no sea la misma que tuvimos con ese producto, hará uno, dos, diez o treinta años. Porque aunque según algunos puretas, los videojuegos "no envejezcan" nuestra forma de ver tanto al mundo como a nuestro medio, jamás será igual, cuanto más tiempo pongamos de distancia a la hora de mirar atrás. Por lo que es imposible que el Spi de 27 años se emocione, le tiemble el pulso o incluso rompa a llorar de la misma manera que lo hacía él de los 17 años, que estaba en una situación vital muy distinta, con unos recursos a la par dispares.

Por eso el año pasado y sobre todo este, aparte de descubrir catalogo nuevo, estoy incidiendo muchísimo, en volver a explorar e intentar conectar con aquellas obras que supusieron un antes y un después para mi, ya sean de hace un par de años o de varias décadas. Experimentarlas cómo lo hice aquella primera vez, intentando esta vez con mi percepción quizás más clara, quizás diferente, entender lo que supusieron para otros, pero especialmente para mí, en aquel entonces, funcionando algunas veces mejor, funcionando algunas veces peor... Así que hoy, toca entrada sobre lo que significa para un servidor rejugar; por supuesto también tocaremos la vertiente del new game + y todo lo que eso conlleva, por supuesto bajo mi humilde opinión, sin ninguna intención de sentar catedra...

¿Preparados? ¡Hoy toca reempezar este idilio una vez más!

sábado, 18 de junio de 2022

Mis disculpas a Deus Ex: Human Revolution

Si os sincero, esta entrada no estaba programada, no tuve pensamiento en ningún momento de ponerme a escribir algo sobre esta obra de la pasada década hecha por Eidos Montreal, sin embargo, tengo cierta historia personal, con la primera aventura de Adam Jensen que simple y llanamente me gustaría transmitir. Durante cierto tiempo en el pasado por hache o por be, he intentado de una manera u otra, intentar conectar con este videojuego, afrontándolo de una manera que fuera cómoda para mí, pero aunque alguna he estado cerca de lograrlo nunca ha sido suficiente, siempre me quedaba a las puertas tras ese supuesto prólogo más cargado de acción o directamente tras la primera misión...

Pero como siempre digo, al final el cuando y él como afrontemos el videojuego, así como obras de otras artes, es vital para disfrutarlas y yo por fin, tras años de dudas por fin estaba preparado para darle a Human Revolution la oportunidad que de verdad se me merecía y vaya oportunidad. Porque sin duda estamos ante uno de esos videojuegos por los que pese a sus defectos, el tiempo no pasa en balde y que se encargó de poner en la palestra a todo un género que llevaba desaparecido en combate desde hace mucho, del cual sólo tuvimos ciertas reminiscencias en los principios de los dosmiles. Pero no adelantemos todavía acontecimientos.

Sin duda quiero que con este escrito, más que dar un análisis al uso, servir como un texto más sobre mis sensaciones e impresiones del título que junto con una de las obras de Arkane me ha llevado más quebraderos de cabeza de los que me gustaría admitir y no en el mejor de los sentidos. En definitiva y para no ser  más repetitivo de la cuenta, un poco lo que ya me ha ocurrido también con otros juegos de esta sección. Como tiende a pasar con algunas entradas, no esperéis en demasía, algo académico, cortes, tan largo o incluso tan perfilado, pues es algo que he escrito y desarrollado en cuatros ratos libres que he tenido...

¡Bienvenidos al mundo del futuro! ¡Bienvenidos a 2027!

viernes, 15 de abril de 2022

¿Por qué nos gusta tanto jugar videojuegos?


Tras la ola de desesperanza y vinagrismo que caracterizó mi ultima reflexión por estos lares, he estado muy dudoso sobre qué demonios escribir en un próximo articulo. Tras pasar ese momento bajo, del que es evidente que aún sigo manteniendo ciertas cosas, he tomado distancia, también me he tomado mi tiempo para reflexionar sobre ciertas cosas, no solo en cuanto a la prosa se refiere, si no algo más intrínseco, más básico, pero fundamental a fin de cuentas y es... ¿Por qué me gustan tanto los videojuegos? ¿Por qué estoy interesado en transmitir mis emociones, mis sentimientos acerca de ellos en el formato que proceda? ¿Por qué yo y tantos le dedicamos gran parte de nuestros pensamientos pese a ser una simple afición? Pero sobre todo ¿Por qué algunos con tanta efusividad, a capa y espada, lo dan todo por algo que a simple vista muchas veces tiene poco que ofrecer a aquellos que lo dan todo?

Con todas ideas en mente y más, en vez de tirar por algo más sesudo, he decidido ordenar mis ideas a través de este articulo, en parte como excusa para redimirme un poco, mientras intento transmitir mi ahora renovada forma de mirar al medio que paradójicamente lleva conmigo más de 20 años, pero con el que sigo al pie del cañón como el primer día, pese a que poco a poco, en ciertos aspectos va generando muchos elementos que dejan bastante que desear. También quiero agradecérselo a Andrei (Closto) ya que aunque fue a través de una conversación telefónica del mismo tema, fue responsable de despertar en mi la semillita que me ha permitido ponerme a darle las suficientes vueltas al asunto, para dedicarle todo un texto completo, aunque por supuesto su forma de acercarse al tema, sea bastante opuesta a la mía.

Por lo demás no queda mucho más que añadir, exceptuando que aunque intente buscar ciertos porqués a determinadas cuestiones, estamos ante una reflexión enteramente personal, donde se que muchxs podrán variar en acercamiento o percepción, pero también es lo que tiene tocar un tema como este.

Sin más dilación ¡Arrancamos!

domingo, 19 de septiembre de 2021

Los circulos viciosos de la polémica y cómo seguimos igual


Ha pasado de nuevo, los medios de comunicación se han vuelto a hacer eco, sobre la adicción en el mundo de los videojuegos y como estos son un peligro para muchos niños o adolescentes. Todo por un caso reciente de un joven que fue supuestamente ingresado en un centro por una terrible obsesión, con uno de los videojuegos de moda. Paralelamente desde hace escasas semanas los gamers, se están tirando de los pelos, por, una vez más todo el tema de la dificultad, combinada con el elitismo que la rodea, con detractores hablando de cómo debería ser medida, ajustada, mientras otra parte del público la defiende; sí, igual que hace más o menos un año exactamente...

Pero no es el único tema, que asoma el hocico, por estos lares, podemos hablar de malas praxis en compañías con sus futuros lanzamientos, situaciones con el mercado del coleccionismo, momentos donde una vez los jugadores, comparando videojuegos parecen haberse estancado en el 2010, y mucho, mucho más. No sé si seré el único que lo piensa, pero parece existir un patrón en el cual, una serie de veces al año, cuando las aguas están calmas, toca volver a encender los ánimos, siempre propiciados por situaciones externas, que si bien es cierto que invitan a la reflexión, empiezan a repetirse en exceso, porque irónicamente el consumidor de videojuegos medio, aún no ha conseguido pasar pagina y seguir adelante,  teniendo que volver a las mismas discusiones una y otra vez, porque a día de hoy, seguimos sin crecer, sin cambiar, sin reflexionar, dejando que lo que ya debería estar más que superado, se acumule una vez, y luego otra...

Si bien es cierto, que esto no solo es exclusivo de los videojuegos, es en este ambiente de ocio, donde el hacer los juegos nuestros, convirtiendo sus aventuras o historias en personales, se da no solo de forma mucho más común, si no, además, mucho más intensa, generando en muchas ocasiones una sensación, donde es muy difícil distanciarse de las marcas, produciendo precisamente lo que muchas grandes empresas buscan, la fidelización, pero en el caso del hobby que nos ocupa, esta abanderamiento por parte de sus usuarios, llega hasta niveles extremos, produciendo que cuando existen situaciones que invitan a debate pasen como esta.

Así que hoy toca, volver a un tema de reflexión, explorando un poco de las vertientes antes mencionadas, mientras de paso, tocamos ciertos temas, que si son urgentes de tratar y aún no están ni en la mente de muchos.

domingo, 11 de julio de 2021

La libertad de expresión en el videojuego y cómo el jugador sigue sin aprender


Como pasa el tiempo. Hace más o menos, un año y medio, se armo revuelo, porque determinados influencers o Youtubers, tenían opiniones controvertidas sobre lo que la mayoría del espectro de jugadores, tildaba como correcto. En ese tiempo, me queje de que el jugador moderno, era totalmente intolerante al punto de vista que se salía de lo establecido y que su forma de afrontarlo, además de comunicarlo, no solo era errónea a la par que sesgada, si no, que estaba totalmente equivocada. Utilizando la mofa, la falta de deberes e incluso su propia perspectiva como única verdad, pero sobre todo como arma arrojadiza, ni disfrutando, ni dejando a los otros disfrutar en el proceso. Ya ha pasado un año y medio, pero lo peor, es que, seguimos igual...

Durante el ciclo que nos atañe, no solo ha cambiado mi estilo de redacción, o mi forma de afrontar ciertos elementos del medio, también la manera en la que veo a estos sujetos, pero sin duda, lo que no ha cambiado en demasía y tengo que reconocerlo, es como sigo viendo este tema, del cual, parece que el tiempo no pasa, y el cual, sigue afectándonos de una manera u otra, año tras año, con personas que de una manera u otra, siguen igual, siguen sin aprender, cuando les tocan ciertos temas más sensibles, gente que el día de mañana, seguirá utilizando el acoso y derribo, mediante redes, como método, cuando las cosas no salgan a su gusto, por algo, que ironías del destino, como siempre digo y diré, no les debe nada en absoluto.

La otra vez, salte a la palestra por un antiguo bloguero, que respetaba, que aunque sí de mejor manera, podría haber expresado su opinión. Y hoy toca hablar de un polémico articulo de prensa de videojuegos, que con pésimo atino, ha ido a herir el orgullo de un colectivo de jugadores, que en su mayoría, ha demostrado una vez más, que son de todo, menos gente con la que poder debatir diferentes puntos de vista. Pero sobre todo hoy me gustaría tocar, cómo reaccionan muchxs, a este tipo de artículos, análisis o reportajes, tan diferentes a esos puntos que predican, pero a que a fin de cuentas, siguen siendo tan validos o tan excelentes, independientemente de nuestra opinión sobre ellos.

Siento si alguien le ofende todo lo que voy a decir ahora, pero... ¡Alla vamos!

sábado, 19 de junio de 2021

El E3 y el hype desmedido


El E3 ha terminado y con él, un montón de juegos han salido a la palestra, colmando las ilusiones de miles de personas en el proceso. Cientos de jugadores apuntando en su listas imaginarias X o Y juego que esta por salir, haciendo teorías sobre el próximo bombazo de Miyazaki o directamente corriendo a la tienda más cercana, para hacer su correspondiente reserva, sin apenas información o datos fidedignos que respalden la inversión. Todo auspiciado por una inmensa maquinaria de marketing y respaldo de tanto prensa como diferentes aficionados de mayor o menor impacto mediático, más centrado en mostrar lo que esta por venir, que en lo actual, o incluso pararse a pensar los efectos de la aclamada feria sobre nosotros.

Si os sincero, aunque he estado al tanto de los diversos eventos y conferencias, que se han dado esta semana, y aunque también soy en menor medida victima de los efectos de algunos juegos venideros; he estado más en segundo plano viendo como se desarrollaba todo, más preocupado de ir reduciendo mi infinito backlog, más centrado en mi día a día, dejando que las diversas muestras fueran pasando, solo informándome a través de resúmenes, pero sobre todo preocupado más de mi disfrute personal, que si por ejemplo, determinadas compañías mostraban el ansiado nuevo bombazo que tantos esperaban. Por que es eso, la antigua feria de los Ángeles, esta muy centrada en vender ilusiones, sueños y alimentar fantasías, independientemente de si la cosa sale bien para el usuario o no (un aplauso para todos los que esperaban una Nintendo Switch Pro).

La verdad es que, aunque esta semana de eventos, no me ha parecido nada del otro jueves y tengo mi propia opinión al respecto de que conferencia ha sido mejor que otra, en base al contenido que se ha anunciado (No en cuanto a ritmo, presentación y demás, porque como ya sabéis, no las he visto) no es algo realmente que concierna a esta entrada, siendo algo que podéis ver en cientos de sitios ajenos a este, que por supuesto también hacen un examen más exhaustivo, digno de alabanza en algunos casos. En este pequeño espacio, me voy a centrar en los efectos de las diversas conferencias, en las ilusiones que nos produce, pero sobre todo en las consecuencias tanto para nuestra lista de pendientes, nuestra cartera y hasta un poco en nuestra salud mental.

domingo, 30 de mayo de 2021

El videojuego como vía de escape


Hace más de un año, nuestra forma de ver la vida, dio un giro de 360 grados, con la llegada de la pandemia global a nuestro día a día. Millones de personas encerradas en sus casas a las que se les caía el techo, sin nada más a lo que aferrarse que no fuera intentar dejar la mente en blanco con actividades que les permitieran evadirse, ponerse en forma o por lo menos hacerles el tiempo más llevadero. Entre todas ellas, las que más destacaron fueron los propios videojuegos.

Muchos ríos de tinta se han escrito sobre juegos que nos ayuden a pasar duros momentos, que simplemente nos permitan evadirnos de la realidad, haciéndose especial hincapié en los que ayuden para el momento que he comentado, que lejos de desaparecer completamente siguen permeando la actualidad. Sin embargo, la función evasiva, que tiene nuestro medio es inherente a él, junto con la mayoría de sus títulos de una forma u otra, pero es ahora cuando vivimos lo que vivimos que de verdad nos paramos a apreciar lo que eso significa y buscamos determinadas obras que por su ambiente, mecánicas, tramas o todos estos elementos combinados consigan propiciar un remanso de paz, donde este más en alza, el confort que la violencia.

Consideramos a obras como Animal Crossing, Stardew Valley o Slime Rancher, cénit de esta nueva formula, de este nuevo espacio comfy, de ese remanso donde perder horas y horas de tiempo donde dejar de sentir que el mundo se nos echa encima; pero como ya he dicho existe mucho más, ya que desde se creo, nuestro ocio ha estado muchas veces supeditado a ser considerado como juguete en el peor de los casos o como un medio más de entretenimiento en el mejor. Eso permite que aunque catárticas, no necesitemos acudir a las obras más contemplativas ahora en boga, para obtener el mismo resultado, y que hasta el juego más contraindicado sirva como remanso de paz, si sabemos buscarlo.

¡Bienvenidos a los videojuegos como vía de escape!

domingo, 16 de mayo de 2021

El símbolo de audiencia como motor del jugador

En sus más primigenios orígenes, aparte de ser considerados más juguetes que otra cosa, los videojuegos siempre han invitado al escapismo, han intentado atrapar al jugador con todo tipo de historias, épicas, situaciones o aventuras, centradas en él, en como debería desenvolverse. Todo dentro de un espacio limitado, más o menos angosto, pero siempre seguro e incluso superable, donde nada es imposible y a base de esfuerzo, memorizar sensibilidades, patrones o emplear la astucia, siempre se podía salir airoso, por muchas noches que nos quitaran de sueño o mucha ayuda se tuviera que pedir a amigos o a gurús del vasto internet.

Sin embargo, aunque con el tiempo, nuestra forma de acércanos al ahora "ocio electrónico" es muy diferente, hay una cosa que siempre prevalecerá en el modus operandi de las diferentes obras que nos presentan. Todas quieren dejar marca en nosotros, todas quieren ser ese espacio, que cuando dejemos, podamos echar la vista atrás con cariño, incluso con nostalgia, algunas incluso nos invitan a volver a ellas más de una vez, otras intentan que siempre permanezcamos en ellas de una manera u otra, o por lo menos todo el tiempo posible. En definitiva siempre querían hacer que ese mundo, esos personajes, esos retos e incluso esos gráficos o baladas, se sintiesen parte de nosotros, que hubiese una pertenencia real, más allá del simple desembolso de dinero, al obtener la obra en cuestión. 

Y para ello, una de las herramientas más utilizadas es un elemento que se conoce en la narrativa moderna como "Símbolo de audiencia". Figura que no solo se da en este nuestro medio, sino, en muchísimos más, pero que encontró su expansión o particular desarrollo en el mundo de los videojuegos, tan dependientes de las sensaciones y de la interacción directa del consumidor con la obra. Donde al hacernos participes de los diferentes elementos y situaciones que conforman al videojuego, incluso el menor de ellos, o el que carece de menos elementos narrativos, nos produce este sentimiento de posesión o conexión con el producto, usando por supuesto este recurso narrativo, como puente e incluso motor.