Volvemos a estar en 26 de agosto, para muchos esta fecha, puede que no signifique nada en absoluto, pero para mí, siempre está resaltada en ese calendario metafórico. Cuatro años ya desde que en ese verano de 2017 publicase esa entrada explicativa de como funcionaba este espacio, un año desde que decidí, después de haber tirado la toalla en el 18, volver al blog con fuerza, para darle una segunda oportunidad. Y sin darme cuenta a una entrada por semana, volvemos a estar en esta fecha tan señalada, donde también es momento de echar la vista atrás e ir repasando los avances acontecidos durante todo este lapso.
Este año, que aún sigue marcado por la pandemia que nos atañe, ha sido un periodo de mucho crecimiento para este humilde lugar y para la persona que os habla como escritor. Porque durante este periodo no solo han aumentado el número de visitas, además también me he retado a mi mismo como creador, intentando buscar nuevas formas de realizar los textos, darles un determinado empaque o tono, a la vez que aumentando la longitud de los mismos a una cantidad considerable de palabras, pero sin excedernos (Aunque hay excepciones a eso)
A veces hay suerte, a veces no tanta, pero lo importante es como dije el año pasado, no cejar en el empeño. Así que sin más dilación, aunque esta entrada quede más como recordatorio o como escueto, vamos a sentarnos a echar la vista atrás, agradecer a ciertas personas a la vez que recordamos todos los hitos importantes de este humilde repositorio de entradas.
¿Listos? ¡Pues vamos allá!