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viernes, 15 de abril de 2022

¿Por qué nos gusta tanto jugar videojuegos?


Tras la ola de desesperanza y vinagrismo que caracterizó mi ultima reflexión por estos lares, he estado muy dudoso sobre qué demonios escribir en un próximo articulo. Tras pasar ese momento bajo, del que es evidente que aún sigo manteniendo ciertas cosas, he tomado distancia, también me he tomado mi tiempo para reflexionar sobre ciertas cosas, no solo en cuanto a la prosa se refiere, si no algo más intrínseco, más básico, pero fundamental a fin de cuentas y es... ¿Por qué me gustan tanto los videojuegos? ¿Por qué estoy interesado en transmitir mis emociones, mis sentimientos acerca de ellos en el formato que proceda? ¿Por qué yo y tantos le dedicamos gran parte de nuestros pensamientos pese a ser una simple afición? Pero sobre todo ¿Por qué algunos con tanta efusividad, a capa y espada, lo dan todo por algo que a simple vista muchas veces tiene poco que ofrecer a aquellos que lo dan todo?

Con todas ideas en mente y más, en vez de tirar por algo más sesudo, he decidido ordenar mis ideas a través de este articulo, en parte como excusa para redimirme un poco, mientras intento transmitir mi ahora renovada forma de mirar al medio que paradójicamente lleva conmigo más de 20 años, pero con el que sigo al pie del cañón como el primer día, pese a que poco a poco, en ciertos aspectos va generando muchos elementos que dejan bastante que desear. También quiero agradecérselo a Andrei (Closto) ya que aunque fue a través de una conversación telefónica del mismo tema, fue responsable de despertar en mi la semillita que me ha permitido ponerme a darle las suficientes vueltas al asunto, para dedicarle todo un texto completo, aunque por supuesto su forma de acercarse al tema, sea bastante opuesta a la mía.

Por lo demás no queda mucho más que añadir, exceptuando que aunque intente buscar ciertos porqués a determinadas cuestiones, estamos ante una reflexión enteramente personal, donde se que muchxs podrán variar en acercamiento o percepción, pero también es lo que tiene tocar un tema como este.

Sin más dilación ¡Arrancamos!

domingo, 30 de mayo de 2021

El videojuego como vía de escape


Hace más de un año, nuestra forma de ver la vida, dio un giro de 360 grados, con la llegada de la pandemia global a nuestro día a día. Millones de personas encerradas en sus casas a las que se les caía el techo, sin nada más a lo que aferrarse que no fuera intentar dejar la mente en blanco con actividades que les permitieran evadirse, ponerse en forma o por lo menos hacerles el tiempo más llevadero. Entre todas ellas, las que más destacaron fueron los propios videojuegos.

Muchos ríos de tinta se han escrito sobre juegos que nos ayuden a pasar duros momentos, que simplemente nos permitan evadirnos de la realidad, haciéndose especial hincapié en los que ayuden para el momento que he comentado, que lejos de desaparecer completamente siguen permeando la actualidad. Sin embargo, la función evasiva, que tiene nuestro medio es inherente a él, junto con la mayoría de sus títulos de una forma u otra, pero es ahora cuando vivimos lo que vivimos que de verdad nos paramos a apreciar lo que eso significa y buscamos determinadas obras que por su ambiente, mecánicas, tramas o todos estos elementos combinados consigan propiciar un remanso de paz, donde este más en alza, el confort que la violencia.

Consideramos a obras como Animal Crossing, Stardew Valley o Slime Rancher, cénit de esta nueva formula, de este nuevo espacio comfy, de ese remanso donde perder horas y horas de tiempo donde dejar de sentir que el mundo se nos echa encima; pero como ya he dicho existe mucho más, ya que desde se creo, nuestro ocio ha estado muchas veces supeditado a ser considerado como juguete en el peor de los casos o como un medio más de entretenimiento en el mejor. Eso permite que aunque catárticas, no necesitemos acudir a las obras más contemplativas ahora en boga, para obtener el mismo resultado, y que hasta el juego más contraindicado sirva como remanso de paz, si sabemos buscarlo.

¡Bienvenidos a los videojuegos como vía de escape!