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domingo, 19 de septiembre de 2021

Los circulos viciosos de la polémica y cómo seguimos igual


Ha pasado de nuevo, los medios de comunicación se han vuelto a hacer eco, sobre la adicción en el mundo de los videojuegos y como estos son un peligro para muchos niños o adolescentes. Todo por un caso reciente de un joven que fue supuestamente ingresado en un centro por una terrible obsesión, con uno de los videojuegos de moda. Paralelamente desde hace escasas semanas los gamers, se están tirando de los pelos, por, una vez más todo el tema de la dificultad, combinada con el elitismo que la rodea, con detractores hablando de cómo debería ser medida, ajustada, mientras otra parte del público la defiende; sí, igual que hace más o menos un año exactamente...

Pero no es el único tema, que asoma el hocico, por estos lares, podemos hablar de malas praxis en compañías con sus futuros lanzamientos, situaciones con el mercado del coleccionismo, momentos donde una vez los jugadores, comparando videojuegos parecen haberse estancado en el 2010, y mucho, mucho más. No sé si seré el único que lo piensa, pero parece existir un patrón en el cual, una serie de veces al año, cuando las aguas están calmas, toca volver a encender los ánimos, siempre propiciados por situaciones externas, que si bien es cierto que invitan a la reflexión, empiezan a repetirse en exceso, porque irónicamente el consumidor de videojuegos medio, aún no ha conseguido pasar pagina y seguir adelante,  teniendo que volver a las mismas discusiones una y otra vez, porque a día de hoy, seguimos sin crecer, sin cambiar, sin reflexionar, dejando que lo que ya debería estar más que superado, se acumule una vez, y luego otra...

Si bien es cierto, que esto no solo es exclusivo de los videojuegos, es en este ambiente de ocio, donde el hacer los juegos nuestros, convirtiendo sus aventuras o historias en personales, se da no solo de forma mucho más común, si no, además, mucho más intensa, generando en muchas ocasiones una sensación, donde es muy difícil distanciarse de las marcas, produciendo precisamente lo que muchas grandes empresas buscan, la fidelización, pero en el caso del hobby que nos ocupa, esta abanderamiento por parte de sus usuarios, llega hasta niveles extremos, produciendo que cuando existen situaciones que invitan a debate pasen como esta.

Así que hoy toca, volver a un tema de reflexión, explorando un poco de las vertientes antes mencionadas, mientras de paso, tocamos ciertos temas, que si son urgentes de tratar y aún no están ni en la mente de muchos.

domingo, 8 de agosto de 2021

Las Malas Praxis del coleccionismo de videojuegos


Los videojuegos como todos los ocios, tiene su historia y con ella, sus hitos, obras maestras a la vez, que diversas generaciones tanto de jugadores como de maquinas, que han ido sumándose a sus páginas. Muchas veces en esta casa, siempre me he enfocado en el jugador más moderno, con su enfoque siempre hacia el futuro, siempre centrado en el aquí y en el ahora, pero existir, existe mucho más. La magia de este arte, es que al ser tan interactivo, permite a muchos tener grabadas a fuego experiencias que una vez los hicieron soñar o bien hacerlos descubrir cómo funcionaban obras de hace lustros, bien sea con el poder de la cartera o la emulación. El llamado jugador "retro" o en caso de que pague productos más clásicos, haga listas y amontone cartones en estanterías, es apodado "coleccionista" (Aunque con matices, claro está)

Todos estos señores, con el titulo autoimpuesto muchas veces de jugadores de la vieja escuela, también tienen su propia forma de proceder, sus propios valores y sus vicios particulares a la hora de enfrentarse a este nuestro hobby, centrándose mucho más en todo lo que vino antes, que en lo que esta por venir, con una visión mucho más hermética, más centrada en desempolvar viejas reliquias, conservar antiguas glorias, en muchas ocasiones en determinados estados de perfección, sin saber tan siquiera que es lo que hay verdaderamente dentro de la caja. En muchos de ellos, por supuesto con esa aura de prepotencia, combinada con falta de decoro, tan característica que suelen emplear también esos jugadores más rabiosos, solo centrados en lo nuevo, de los que tanto yo, como los más veteranos, nos quejamos en innumerables ocasiones.

Es irónico, pero incluso con sus propios problemas asociados, el coleccionismo, tiene una gran cantidad de aficionados, que a la hora de proceder con otros, ya sea intercambiando impresiones, apreciando material, adquiriendo o consumiendo objetos relacionados con su hobby, provocan situaciones incomodas, malestar o incluso momentos más cercanos a las jerarquías de jugadores, que se ven tanto en los asuntos de la dificultad en el videojuego, cuando se trata de medir que está bien o mal, en una afición dentro de otra propia, que por supuesto, como pasa siempre, poco o nada les debe, más allá del puro entretenimiento, ligado a la realización de gameplay, trama o ambos combinados, del producto audiovisual medio de este sector. Una situación, la cual no parece que vaya a mejorar demasiado con los años, pero de la que por una vez, me gustaría exponer mi propia visión, porque siempre nos centramos en lo más actual, pero lo clásico también importa, junto con el trato que se le de.

Sí alguien centrado en la preservación del medio, ya sea como afición personal, o no, lee mis palabras, quizás no esté de acuerdo con todo lo que vaya a exponer aquí, pero como todo, cada uno de nosotros podemos tener, nuestra propia visión y pienso que si no se exponen estas malas praxis, poco podremos hacer, para tenerlas, aunque sea visualizadas. Así que sin más dilación... ¡Allé vamos!

domingo, 11 de julio de 2021

La libertad de expresión en el videojuego y cómo el jugador sigue sin aprender


Como pasa el tiempo. Hace más o menos, un año y medio, se armo revuelo, porque determinados influencers o Youtubers, tenían opiniones controvertidas sobre lo que la mayoría del espectro de jugadores, tildaba como correcto. En ese tiempo, me queje de que el jugador moderno, era totalmente intolerante al punto de vista que se salía de lo establecido y que su forma de afrontarlo, además de comunicarlo, no solo era errónea a la par que sesgada, si no, que estaba totalmente equivocada. Utilizando la mofa, la falta de deberes e incluso su propia perspectiva como única verdad, pero sobre todo como arma arrojadiza, ni disfrutando, ni dejando a los otros disfrutar en el proceso. Ya ha pasado un año y medio, pero lo peor, es que, seguimos igual...

Durante el ciclo que nos atañe, no solo ha cambiado mi estilo de redacción, o mi forma de afrontar ciertos elementos del medio, también la manera en la que veo a estos sujetos, pero sin duda, lo que no ha cambiado en demasía y tengo que reconocerlo, es como sigo viendo este tema, del cual, parece que el tiempo no pasa, y el cual, sigue afectándonos de una manera u otra, año tras año, con personas que de una manera u otra, siguen igual, siguen sin aprender, cuando les tocan ciertos temas más sensibles, gente que el día de mañana, seguirá utilizando el acoso y derribo, mediante redes, como método, cuando las cosas no salgan a su gusto, por algo, que ironías del destino, como siempre digo y diré, no les debe nada en absoluto.

La otra vez, salte a la palestra por un antiguo bloguero, que respetaba, que aunque sí de mejor manera, podría haber expresado su opinión. Y hoy toca hablar de un polémico articulo de prensa de videojuegos, que con pésimo atino, ha ido a herir el orgullo de un colectivo de jugadores, que en su mayoría, ha demostrado una vez más, que son de todo, menos gente con la que poder debatir diferentes puntos de vista. Pero sobre todo hoy me gustaría tocar, cómo reaccionan muchxs, a este tipo de artículos, análisis o reportajes, tan diferentes a esos puntos que predican, pero a que a fin de cuentas, siguen siendo tan validos o tan excelentes, independientemente de nuestra opinión sobre ellos.

Siento si alguien le ofende todo lo que voy a decir ahora, pero... ¡Alla vamos!

sábado, 19 de junio de 2021

El E3 y el hype desmedido


El E3 ha terminado y con él, un montón de juegos han salido a la palestra, colmando las ilusiones de miles de personas en el proceso. Cientos de jugadores apuntando en su listas imaginarias X o Y juego que esta por salir, haciendo teorías sobre el próximo bombazo de Miyazaki o directamente corriendo a la tienda más cercana, para hacer su correspondiente reserva, sin apenas información o datos fidedignos que respalden la inversión. Todo auspiciado por una inmensa maquinaria de marketing y respaldo de tanto prensa como diferentes aficionados de mayor o menor impacto mediático, más centrado en mostrar lo que esta por venir, que en lo actual, o incluso pararse a pensar los efectos de la aclamada feria sobre nosotros.

Si os sincero, aunque he estado al tanto de los diversos eventos y conferencias, que se han dado esta semana, y aunque también soy en menor medida victima de los efectos de algunos juegos venideros; he estado más en segundo plano viendo como se desarrollaba todo, más preocupado de ir reduciendo mi infinito backlog, más centrado en mi día a día, dejando que las diversas muestras fueran pasando, solo informándome a través de resúmenes, pero sobre todo preocupado más de mi disfrute personal, que si por ejemplo, determinadas compañías mostraban el ansiado nuevo bombazo que tantos esperaban. Por que es eso, la antigua feria de los Ángeles, esta muy centrada en vender ilusiones, sueños y alimentar fantasías, independientemente de si la cosa sale bien para el usuario o no (un aplauso para todos los que esperaban una Nintendo Switch Pro).

La verdad es que, aunque esta semana de eventos, no me ha parecido nada del otro jueves y tengo mi propia opinión al respecto de que conferencia ha sido mejor que otra, en base al contenido que se ha anunciado (No en cuanto a ritmo, presentación y demás, porque como ya sabéis, no las he visto) no es algo realmente que concierna a esta entrada, siendo algo que podéis ver en cientos de sitios ajenos a este, que por supuesto también hacen un examen más exhaustivo, digno de alabanza en algunos casos. En este pequeño espacio, me voy a centrar en los efectos de las diversas conferencias, en las ilusiones que nos produce, pero sobre todo en las consecuencias tanto para nuestra lista de pendientes, nuestra cartera y hasta un poco en nuestra salud mental.