domingo, 25 de julio de 2021

Recordando (III): Viajando por Shibuya a través de The World Ends With You


Alerta: Este nuevo episodio de recordando, incluye determinada información sobre la obra, que puede considerarse Spoiler. Ya que The World Ends With You fue lanzado al mercado para Nintendo DS, hace la friolera de casi 14 años, ha sido reeditado tanto para IOS y Android, como para Switch y tiene hasta serie de animación, así que si no lo has jugado o visto, no se a que estas esperando a hacerlo, para luego posteriormente volver aquí y si aún así quieres seguir leyendo, que no digas que no te he avisado.

Hay obras que están pensadas para disfrutarse en determinados momentos de la vida y que sin la fuerza del contexto al que están atadas, pierden fuerza. Los videojuegos no son menos, ya que al ser experiencias interactivas, necesitan de parte del jugador para poder avanzar ya sea mecánica o narrativamente, estando muchos de ellos orientados para determinado público, que en muchos casos (especialmente en el mundo del retro) es infantil, sin embargo hemos visto pocas historias que exploren, tan bien, tanto el ámbito de lo que implica ser adolescente o los dilemas de esa franja de edad, como lo hacen muchas, en las que esta implicado de forma activa, Tetsuya Nomura.

Y como sucedió con la opus magnum del famoso diseñador y creador, The World Ends With You, aterriza en un momento muy particular de la historia de muchos. Cuando la Nintendo DS, acababa de llegar, siendo muchos de nosotros adolescentes o pre-adolescentes, con una visión del mundo muy cerrada, aún esperando a abrirse, donde aunque no estemos tan dispuestos, hay mucho aún que descubrir, mucho por lo que emocionarse, mucho con lo que soñar. Nos llegó, la historia de unos jóvenes que por diversas circunstancias aunque vestían de un modo raro, tenían ambiciones, deseos o estilos de vida que no se diferenciaban mucho de los nuestros, pero que lo habían perdido todo, viéndose ahora obligados a participar en un extraño juego, que lo sería todo para ellos, especialmente para uno, especialmente para Neku Sakuraba.

Todo en un conjunto único, una experiencia, que pese a intentar ser replicada en otros dispositivos, parece estar atada a la consola donde nació. Pero sobre todo como con Kingdom Hearts, gana verdadera fuerza, cuando has estado con ella desde que se origino. Han pasado diez largos años, desde que no me volvía a poner a los mandos de esta obra tan particular; yo he crecido, ya he pasado, ese tormentoso periodo de la vida, ya no soy la misma persona que teniendo 15-16 años le dio la oportunidad a la versión traducida de TWEWY. Sin embargo la cabra tira al monte, y al igual que un niño que creció con la Mega Drive, acabará volviendo a ella, junto con los títulos que le vieron crecer, era inevitable, que yo en algún momento regresará a uno de los juegos, que más me marcó, en ese periodo tan irregular y angosto, que es la adolescencia...

Así que hoy toca volver atrás, intentar conectar una vez más con nuestro yo adolescente y volver a pasearnos por los alrededores de Shibuya.

domingo, 18 de julio de 2021

Injustamente olvidados (III): Los Shinobi de Game Gear


No soy fan de la saga Shinobi, al contrario que muchos, yo no tuve la oportunidad de crecer con consolas de SEGA, y cuando pude acércame a una de ellas fue de pasada. Sin embargo el destino es caprichoso, y hace un par de años, pude conocer la saga de primera mano, por una de sus más infames entregas, uno de esos juegos que no consigue hacerle justicia al producto original, pero sobre todo que se adapta torpemente a las tecnologías del momento. Aunque el mal sabor de boca persiste, cuando recuerdo aquella experiencia, el tiempo fue pasando y mi acercamiento a la saga de Joe Musashi continuaría, pasando por la entrega original, las ocurridas en Mega Drive, incluso, transitando por los Spin-off en Game Gear.

Y es, en los juegos de la portátil, donde realmente me encariñaría con esta serie de videojuegos. Porque mientras la rama principal exploraría el recorrido de nuestro famoso ninja y sus descendientes, mientras va evolucionando en el proceso (A excepción de las entregas de PS2, que actúan como Reboot) serían las diversas obras alternativas, las que nos pondrían a los mandos, de otros activos del ninjutsu, con sus propios objetivos y motivaciones, bebiendo de las aventuras en las consolas de sobremesa, pero sabiendo sazonar bien tanto las mecánicas como el diseño de niveles, dándole su propio toque a todo el conjunto, o en el caso de los más recientes aunando todo lo que una vez hizo grande a todo este conglomerado. En la entrada de hoy nos enfocaremos en las dos versiones que salieron de estos videojuegos para la portátil de SEGA; centrándonos en las aventuras de un grupo de ninjas, consagrados a detener el mal.

Como ocurrió en la popular entrada de Golden Axe, hoy nos enfocaremos en ambos videojuegos, ya que además de que salieran uno detrás del otro, comparten mundo, mecánicas, y el segundo, acaba siendo evolución natural de todo lo que intentaría el primero, sin desprestigiar el trabajo del original, que serviría de precedente, para hacer una obra sobresaliente, más centrada en transmitir a través del gameplay o todo el diseño que la rodea, que la trama en sí.

domingo, 11 de julio de 2021

La libertad de expresión en el videojuego y cómo el jugador sigue sin aprender


Como pasa el tiempo. Hace más o menos, un año y medio, se armo revuelo, porque determinados influencers o Youtubers, tenían opiniones controvertidas sobre lo que la mayoría del espectro de jugadores, tildaba como correcto. En ese tiempo, me queje de que el jugador moderno, era totalmente intolerante al punto de vista que se salía de lo establecido y que su forma de afrontarlo, además de comunicarlo, no solo era errónea a la par que sesgada, si no, que estaba totalmente equivocada. Utilizando la mofa, la falta de deberes e incluso su propia perspectiva como única verdad, pero sobre todo como arma arrojadiza, ni disfrutando, ni dejando a los otros disfrutar en el proceso. Ya ha pasado un año y medio, pero lo peor, es que, seguimos igual...

Durante el ciclo que nos atañe, no solo ha cambiado mi estilo de redacción, o mi forma de afrontar ciertos elementos del medio, también la manera en la que veo a estos sujetos, pero sin duda, lo que no ha cambiado en demasía y tengo que reconocerlo, es como sigo viendo este tema, del cual, parece que el tiempo no pasa, y el cual, sigue afectándonos de una manera u otra, año tras año, con personas que de una manera u otra, siguen igual, siguen sin aprender, cuando les tocan ciertos temas más sensibles, gente que el día de mañana, seguirá utilizando el acoso y derribo, mediante redes, como método, cuando las cosas no salgan a su gusto, por algo, que ironías del destino, como siempre digo y diré, no les debe nada en absoluto.

La otra vez, salte a la palestra por un antiguo bloguero, que respetaba, que aunque sí de mejor manera, podría haber expresado su opinión. Y hoy toca hablar de un polémico articulo de prensa de videojuegos, que con pésimo atino, ha ido a herir el orgullo de un colectivo de jugadores, que en su mayoría, ha demostrado una vez más, que son de todo, menos gente con la que poder debatir diferentes puntos de vista. Pero sobre todo hoy me gustaría tocar, cómo reaccionan muchxs, a este tipo de artículos, análisis o reportajes, tan diferentes a esos puntos que predican, pero a que a fin de cuentas, siguen siendo tan validos o tan excelentes, independientemente de nuestra opinión sobre ellos.

Siento si alguien le ofende todo lo que voy a decir ahora, pero... ¡Alla vamos!

domingo, 4 de julio de 2021

Sayonara wo Oshiete: Comment te dire adieu

Alerta: Debido a la naturaleza narrativa de Sayonara wo Oshiete: Comment te dire adieu, y su fuerte uso de tanto el horror, como las perspectivas, es imposible analizarla, sin caer en algún otro detalle que se podría descubrir llegando virgen a la experiencia. Si lees más allá de este punto, no digas que no te he avisado...

Lo que solemos conocer comúnmente como locura, ha sido objeto de estudio e investigación, a lo largo de los diferentes siglos, tornando su raíz en diversos problemas, de toda índole, a la par que era representada de diversas formas por los diferentes artistas de cada periodo histórico de vital relevancia. En sus primeras representaciones era mostrada como se percibía y como una forma más de identificarla, sin embargo con el devenir de los tiempos, esta apreciación fue cambiando, su estudio cambio, junto con este, fueron surgiendo nuevas formas de catalogar diversas enfermedades. Afecciones que con la evolución de los medios, se fueron romantizando o utilizándose como signo de debate.

Mientras que para los occidentales, el terreno de la Novela Visual, es aún una fuente de descubrimiento, para sus creadores, es todo un arte. Un campo en el que ir explotando diferentes recursos e ideas, tanto es así, que a partir de este supuesto "genero" han ido surgiendo diferentes ramificaciones, que exploran diferentes ámbitos de la narrativa, más allá, del simple erotismo, desde historias más centradas en la cotidianidad, pasando por obras centradas en causar desasosiego, hasta aquellas que exploran la psique humana, concretamente los diversos desordenes en la misma. Es lo que en todo este conglomerado conoceríamos como "Denpa".

Este subgénero, encargado de explorar las taras o fallos, en la mente del protagonista o así como varios personajes implicados en la trama, seria caldo de cultivo en sus primeros años para explotar lo peor del ser humano, para mostrar su degradación, así como, su mayor perversión, pero sobre todo cual es el impacto o los efectos de estos problemas, tanto en los afectados, como en aquellos que les rodean, todo mediante cambios en la perspectiva, donde la ficción se superpone a la realidad, o al menos hasta la llegada de determinadas historias que romperían ese cisma, pero seguirían utilizando determinados elementos tan atados a ese tipo de obras.

La historia que hoy nos ocupa, sello de Craftworks, es la cumbre del genero, el que lo popularizaría en la tierra del sol naciente e ironías del destino, explotaría muchos temas de interés a la par, que horrorizaría y encandilaría a muchas personas por igual, independientemente de su nacionalidad. 

¿Preparados para retroceder a principios del 2000? Porque allá vamos...