Alerta: Debido a la naturaleza de Iru! así como sus referentes y la manera en que se encuentra diseñado, es imposible hablar de él sin caer en algún otro detalle que se podría descubrir llegando virgen a la experiencia. Si lees más allá de este punto, que no digas que no te he avisado...
La figura del referente, es muy importante en la creación de contenido, diría que hasta en los ámbitos más básicos de la vida. Sin un modelo es muy difícil conformar valores, encauzar determinadas acciones e incluso diría que desarrollar ciertos elementos de la persona en los primeros compases de cualquier tarea compleja. En el campo de la escritura, donde nacen y mueren miles de autores a diario, hay una figura que se destaca sobre todas las demás: H.P. Lovecraft. El autor estadounidense no solo fue un curioso exponente que logró tener algo de repercusión en su momento, sino que además conforme han ido pasando las décadas ahora es toda una eminencia, viéndose su legado en infinidad de títulos, películas o escritos. Fue maestro de otros grandes como Stephen King, influencia de gente tan respetada como Hidetaka Miyazaki e incluso a pie de calle si preguntas más de uno o una, le suena al menos su nombre.
Pero lo cierto es, que hace varios lustros las cosas no eran exactamente igual, especialmente en tierras niponas, donde aunque lo occidental cada vez tenía más cabida, no tenía una presencia tan directa, los referentes no estaban tan claros y por supuesto, utilizar determinados elementos tonales de forma tan clara, resultaba de todo menos eficiente. Tanto fue así, que aunque hubo cientos de historias que los emplearon, directamente no llegaban a nuestras tierras y cuando lo hacían tenían un capa de censura por encima. Esto consiguió que cada fueran más y más historias las que acabaran enterradas en los albores de la historia, por toda clase de motivos, que provocaban una mueca de horror en la mente de miles de editores, que tenían que dejar entrar todo tipo de productos, que quizás horrorizarían más a determinados sectores que a los consumidores en sí. Entre toda esa vorágine, está el videojuego que nos ocupa hoy.
Una de esas obras, que más que hecha por una empresa profesional del medio, parece hecho por unos fans empedernidos de la obra del famoso autor de Providence. Título que no esconde en ningún momento sus orígenes y que por supuesto está ligado al tiempo y al lugar donde fue concebido. El "Eso" Japonés o simplemente conocido como Iru! un videojuego que quizás, sin ciertos factores externos yo ni conocería y mucho menos os estaría trayendo aquí y del que pocos portales webs se han hecho ni siquiera eco, uno de esos productos, que por su naturaleza, sin la magia de internet, jamás hubiéramos podido atisbar... ¿Aunque merece la pena o no? Hoy lo descubriremos...