lunes, 28 de febrero de 2022

Cuñadismo bloguero


Hace un tiempo, por aquel momento que aún me encontraba dando mis primeros pasos en el mundo laboral, estuve incidiendo durante un rato en una serie de prácticas habituales que suelen darse en el vasto medio que resulta internet, más específicamente en todo aquellos relacionado con la creación de contenido, más cuando se trata de autores de pequeño y mediano calado. Sin señalar a nadie en específico y sin ánimo como siempre de cambiar el curso de la rueda, hoy me gustaría soltar un poco de bilis, para quedarme a gusto, ni que sea conmigo mismo.

Y algunos pensaran que el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Pues yo también soy de aquellos que en algún momento ha incidido en algunas de estas praxis. Pero sin lugar a dudas, al contrario que otros, apenas me veo beneficiado por las mismas, al mismo nivel que tanto otros compañeros, como otros creadores ajenos a este medio si hacen, especialmente de forma asidua. Porque sí, esta entrada va más de resaltar el talento, mientras señalo con el dedo a los cuatro que hacen lo de siempre, que intentar llegar al enésimo análisis que nunca me dio tiempo ni siquiera a escribir...

Probablemente el sesgo de confirmación, junto con diversas conductas gregarias habituales en el ser humano, estén implicadas aquí más de lo que nos gustaría creer, sin embargo como lleva ya pasando unas cuantas entradas atrás, nuevamente es por culpa del pasar del reloj que este post, sea más personal, pero sobre todo más improvisado que de costumbre. Las gracias nuevamente a la vida real, que nos pone piedras en los zapatos para que no podamos hacer todo lo que nos gustaría, ni en la medida más adecuada. Así que como ya he adelantado hoy toca volver al enésimo tema que me enfurece, para darle esa extensión tan impopular pero merecida.

Por lo demás no voy a extenderme más, es hora de meterle caña a blogueros y otros influencers de medio pelo...


Aunque haya gente a la que le sorprenda, existieron otros tiempos, quizás mejores, quizás peores, pero sin duda alguna diferentes a los establecidos hoy en día. Ya que, aunque yo no entré de forma activa al mundo del blogging hasta finales del 2017 (véase de forma activa...) si es cierto que al menos lo estuve consumiendo durante dos años previos, periodo en el que aún a duras penas existía gente, haciendo de este hobby de cuatro matados algo especial, donde el sarcasmo, lo diferente, lo ridículo e incluso lo nicho, tenían cabida. Donde literalmente podías ver artículos de gente explorando la desconstrucción de varias obras diferentes, hasta relatos de autentico terror (O humor según como se mire) de un juego del que la mayoría de mortales, saca una y otra vez el mismo mensaje. Incluso sin irnos a casos más extremos teníamos autores que simplemente se salían de lo establecido eligiendo que reseñar o como hacerlo. Pero por desgracia yo solo estaba viendo el humo desde lejos, porque cuando me acerque e intente unirme a la fiesta, solo quedaban autenticas ascuas de lo que una vez fue aquello, relegado a las viejas expresiones, que ya todos hemos repetido cientos de veces... Sin embargo el tiempo fue pasando, mientras viejas glorias se marchaban a prados más verdes, nuevos escritores prometedores intentaban llenar el hueco de sus predecesores, otros que habían estado en el limbo, buscando un razón para seguir regresaban, siempre auspiciados por lo mismo, el querer dar su voz, aunque lo que tengan que contar es algo que realmente, pocas veces aporte al que quiera escuchar...

Paralelamente el consumidor medio del ámbito se reducía cada vez más, no solo estrechándose en número, sino también en mentalidad. Quizás sea por el devenir de los tiempos, quizás al tipo de formato al que nos enfrentamos, no estoy del todo seguro, pero empezó a proliferar en ambas caras de la moneda, seres más centrados en recrearse a ellos mismos y a su niñez, que a intentar ver más allá, sujetos que exploran solo aquellos ámbitos y obras, que todos nos hemos hartado de ver hasta en la sopa, sin aportar nada nuevo bajo el sol, en definitiva, tenemos una comunidad más preocupada de su propio ombligo que de ver algo más, de difundir algo que realmente merezca la pena descubrir, pero sobre todo de crear cosas uniformes de digerir, sin tan siquiera intentar experimentar. Por lo que si ya estos abanderados de lo habitual suelen tener como constante luchar contra diversos elementos como la ansiedad, el tiempo o el contenido a dispensar, ya ni siquiera los que tiramos por otras vías, somos más críticos o utilizamos elementos tonales, más cercanos a esa chispa de hace unos años, llegamos tan siquiera a tener cabida en esta pequeña fiesta que es el mundo del blog en 2022. Y sí, aunque cada vez me cansa más determinado contenido, especialmente todo aquel relacionado con temas que ya deberían estar superados, como el que emplean algunos de mis coetáneos blogueros con demasiada asiduidad, si siguen en las mismas y no empiezan a intentar explorar otras aguas, en parte es tanto su culpa, como nuestra.

Por mucho que me cabree (Y lo seguirá haciendo) que ciertos sujetos obtengan más visibilidad y prestigio como autores, empleando el recurso fácil que es hablar del chicle que se comía en los años 80, como los servicios de suscripción van a cambiar los videojuegos para siempre o cómo el mercado tanto moderno como clásico no para de subir y se hace cada vez más complicado comprar. Si esa gente con ese contenido mueven más números de lo que jamás hará por ejemplo un análisis que yo haga de un juego de pesca o de los temas que si serían interesantes de empezar a debatir de una vez, es simple y llanamente, porque vivimos primeramente en un espacio cada vez más envejecido, en el que la media de edad está cercana a los 40, ya sea mental, social o físicamente, combinado con un cuñadísimo o amiguismo (Si os ofende que me ponga algo más polémico) que simplemente echa para atrás. Vivimos en un momento del hobby en el que es más importante que sepas hacer conexiones y con quien tienes que hacerlas, que todo lo demás, y sí, aunque esto es muy habitual en todos los ámbitos de la vida, en este pequeño lago que se forma relacionado con la escritura, tengo la sensación que es vital. Y ya quitándome la careta totalmente, hay gente que aprecio como individuos, dedicada a hacer contenido en internet, de la cual consumó lo que hacen, no porque me maraville su análisis de X obra, que ya he leído en cientos de sitios, si no porque a son colegas míos y yo espero más pronto que tarde, lo mismo por su parte. Porque al final por mucho que mires SEO, por mucho que hagas ciertas praxis cuestionables, en un mercado al que le han comido la tostada, poco se puede rascar más allá de la caridad. 

Me podéis cancelar si queréis, me podéis tildar de hipócrita incluso, pero entonces muchos de vosotros os estaríais mintiendo a vosotros mismos, porque en el fondo por mucho que os de rabia, sois iguales que yo, y eso es lo peor que todos podemos tener. Porque hemos llegado a un punto, que necesitamos hacer contacto con sujetos en igual situación o peor para mendigar un poco de atención para nuestro humilde medio, que tenemos tragarnos cosas que no queremos con tal de raspar un poco de cariño (o un poco de odio) todo para algo que más que un beneficio material, nos lo acaba dando moral o a veces ni siquiera eso... ¿Cuántas personas se habrán iniciado en la creación de contenido, con mucha ilusión y se comieron una mierda? ¿Cuántos habrán probado diversos métodos para intentar tan siquiera rascar un poco de atención con pésimos resultados? ¿Cuántos habrán que se hayan mantenido fieles a sus intereses y deseos, haciéndolo lo mejor posible para acabar en el fango? Seguro que no soy el único al que se le vienen muchos a la mente en esas circunstancias o que directamente estén cercanos a las mismas, por no hacer lo que todo el mundo se esperaba de ellos o tener el padrino adecuado... Y si no mirad a Reseñas Cortas, que si no le hubieran resaltado determinados influencers aún seguiría hundido en el barro como tantos de nosotros, haciendo lo que buenamente pudiera...


Luego los mejores autores de nuestro medio se piran (Con razón) y no entendemos él porque, les lloramos en los comentarios un ratito y luego a otra cosa mariposa. Parece broma, pero nos merecemos lo que tenemos, porque cuando la gente intenta salirse un poco de la norma, si no, nos lo ponen en la cara con algo que no nos haga salirnos mucho de nuestra zona de confort, apaga y vámonos. Pasa en la vida, pasa en este blog, pasa en TNT. Me entristece, pero es una realidad que no se va a marchar, porque como autores pequeños necesitamos un mínimo de realización para poder seguir poniendo la maquinaria en marcha, por lo que al final acabamos acudiendo a otros en busca de esa retroalimentación, más cuando son sujetos que incluso con un parcela de poder algo mayor, siguen siendo ciudadanos de a pie, del vasto internet, tengan mayores o menores aspiraciones. Además es fácil sentirse en deuda con otros, cuando tu no eres nada, pero empiezan a valorar lo poco que eres capaz de hacer, como si fueras ese músico callejero al que le echan una moneda, porque les ha parecido simpática la melodía que tocas con el acordeón. Aún más me sacude las entrañas, que la vaina en la que se ha acabado convirtiendo esto realmente nunca empezó así, ni para mí, ni para muchos. Ya lo he dicho muchas veces pero si yo empecé Greybox, no fue para convertirme en un señor podrido de dinero, con 3 millones de visualizaciones por entrada, si no, para poder tener un lugar en el que por fin expresarme de esas cosas que ni la gente habitual del hobby, ni mi entorno solían tocar. Obtener por fin un lugar de reunión donde pudiera conocer a gente con inquietudes similares, que de verdad valorase lo que yo tenía que decir, pero sobre todo un nuevo hobby que aparte de darme constancia, me hiciera estar orgulloso del esfuerzo invertido en él, con resultados realistas a la par que parejos.

Han pasado 5 años desde esa idea, durante cerca de dos años, semana a semana, he estado deslomándome, para crear algo con lo que estar satisfecho tanto a nivel personal, como autoral, cada vez que me sentaba a escribir cada entrada mejoraba poco a poco, por lo que sí es verdad que ha habido un progreso evidente. Durante la travesía he conocido gente de bien, he participado en podcast e incluso he llegado a ser capaz de medirme tú a tú, con señores que antiguamente solo podría mirar de lejos. Pero eso no ha hecho de este espacio algo más resaltable, no hay una comunidad duradera o visible detrás dando apoyo y aunque agradezco a los incondicionales que siempre me comentan, estos a la vez se sienten más como compañeros de profesión que cómo público, ejecutando como buenamente pueden algunas de las praxis mentadas aquí, ya sea o no de forma autoconsciente. Lo sensato como ya decía el bueno de Suso una vez y cómo por supuesto enfoca el genial Socrates en su blog sobre elementos de juegos de rol de mesa, es afrontar el golpe y seguir adelante, intentar expandirnos, poniendo el foco en otros compases que tengan que ver con algo más que sean números, pero sobre todo tomar el acto de escritura como lo que realmente es, un simple hobby, sin intentar frustrarnos, disfrutando del proceso. Y no podría estar más de acuerdo con ambos, pero las cosas no son tan fáciles de hacer como de decir, más cuando, no importe cuanto trabajes, cuanto intentes alzar la voz, si siempre va a haber otros que por hablar de su experiencia retro de turno, el enésimo tema trillado o hacer un chistecito ridículo en algún post, va a lograr más que tú una tarde entera trabajando sobre lo interesante que es ese videojuego de Nihom Falcom, que la gente no quería probar ni antes, ni ahora que 20 años más tarde, está gratis y traducido al español.

Y una vez más, la culpa es nuestra, por no valorar más a aquellos que nos generan contenido, por no exigirle tanto a los grandes, como a nosotros mismos salirnos de los estándares. Por aplaudir con las orejas a señores trasnochados que escriben el enésimo texto pasteloso y conformista sobre bazofia ochentera, con el plus de que es nuestro colega, mientras le tiramos porquería a ese señor que dijo que quizás Final Fantasy VII Remake no era tan bueno. Ojala menos artículos de la nube y más de por qué deberíamos hacer un videojuego accesible a personas con discapacidad en nuestros tiempos, menos experiencias con consolas de nueva generación y más investigaciones autorales o descubrimiento de ciertas obras, incluso menos chupamiento de culos del bastión que es Dragon Quest o Dark souls atacando a otros en el proceso y más sentarse con diccionario en mano para probar JRPG o juegos de nicho que de verdad te volarían la cabeza. Porque da vergüenza, por qué mientras los blogueros de hace 5 o 10 años eran toda una revolución, eran arrebatadores divertidos y únicos, nosotros somos solo una sombra de los que ellos fueron, somos como esa hermana fea de la chica guapa, como ese mono tonto que baila para que le echen cacahuetes, como el chaval que eligen el ultimo en el equipo de futbol y lo peor de todo es que nosotros hemos elegido serlo y nos da igual, porque muchos iguales que nosotros nos tocan las palmas, ya sea por hermanamiento, o por admiración y mientras esto siga así, nada cambiará, aunque luego hayan otros que quieran desligarse de lo establecido, emulando a los grandes de antaño... Y yo soy el primero que también cómete estos errores muchas veces.

Por eso, pese a que hace ya al menos dos semanas que deje de trabajar, entre mis otras obligaciones y la desidia, no se me ha apetecido aparecer por aquí para escribir nada al respecto y lo peor es que ideas tengo para regalar, pero sobre todo plasmar, pese a que este año no le estoy dando tanto al vicio como esperaba. Más aún con el propio texto de hoy, que llevó horrores para poder sacarlo, pese a que llevaba planteado desde inicios de este mismo mes, cuando más que la autentica desazón, me inundaba una ira asesina. Por supuesto esto no implica el final de este espacio, al menos por ahora, pero sí significa que el ritmo de publicación se mantendrá en los estándares que ya fije cuando me encontraba currando, porque si hay algo que si puedo extraer de forma adecuada a todo esto, es que lo primero soy yo mismo y mis ganas, por lo que enfrentarme a un proyecto que siento cada vez más estancado, forzándome a mi mismo, empeorando el material al respecto, es algo que ni quiero permitirme, ni creo que deba otorgar a aquellos que siempre han estado al pie del cañón por estos lares. Quizás cuando el interés ayude, quizás cuando el feedback sea adecuado, incluso cuando mis ganas de escribir regresen, sea el momento de volver a coger aire e intentar continuar la marcha por este sendero pedregoso y desagradecido que acaba siendo la creación de contenido en todos sus ámbitos, porque si creáis que los intentos de Youtubers, influencers o periodistas de baja estrofa se libraban, estáis muy equivocados, ellos también se las comen e incluso peor en algunos casos...


Siento si a alguien le ofende todo lo vertido en esta entrada, si mi visión de la realidad le resulta grotesca, asquerosa o incluso hiriente, pero es algo que llevo sintiendo durante mucho tiempo que llevo en estos lares y que creo que al menos hasta que no aprenda a entender como gestionar de una manera mucho adecuada seguirá ahí y que por una vez me apetecía soltar, porque es algo que en cierta manera ya estaba enquistando y como ya se me conoce por ser el polémico que se mete con bastiones del pasado, con el E3 o con géneros que a la gente le flipan ¿Por qué no, también hablar un poco de lo negativo que supone el escribir cada cierto tiempo en un medio como este y lo que me hace sentir al respecto? Algunos diréis que no es el momento, otros que no he tomado el enfoque adecuado, yo simplemente quiero como muchos otros ser como soy, escribir de lo que me apetece escribir, aunque Internet u otros no se lo tomen bien, porque estoy harto de tener que moderarme hasta en un lugar que se supone que es mi casa, mi refugio, mi sitio seguro aunque no todo se pasen a saludar con tanta asiduidad...

Con esto, tampoco pretendo generalizar porque ni todos los blogueros caen en este saco, ni todo lo que redactan tampoco, algunos hacen escritos mejores, otros peores, hay veces donde la cosa sale mejor, mientras simplemente en otras situaciones se desmorona. Sin embargo si siento que si muchos llegamos donde estamos es porque nos vemos forzados a hacer un quid pro quo, a la hora de consumir material, que no siempre es del todo honesto, ni nos agrada en toda su totalidad, lo mismo se aplica a la hora de tanto compartir como difundir contenido. A todo también hay que sumarle, que por desgracia el contenido no es acorde a lo que de verdad, queremos expresar o publicar..

Así que para resumir, luchad por un contenido en internet, especialmente en la blogosfera, más variado, más interesante y sobre todo que os de u descubra algo nuevo en lo que poder enfocar vuestra atención. No os quedéis solo con lo establecido, si sois creadores de contenido como yo... ¡Expandíos! No arañéis solo la superficie, haced que realmente merezca la pena consumir vuestro contenido, sed transigentes, sed diferentes, sed emocionantes, sed divertidos, porque esa es la magia de leer estos espacios, no leer la enésima reseña del nuevo juego de turno y cuando sea así, platearla de tal manera que de verdad deje algo en el lector. Si eres de aquellos que consume aún nuestro formato, ayuda a lo que diferente tenga también un peso, lucha por salir de lo establecido, castiga a aquel que hace paja nostálgica haciéndolo pasar por contenido de calidad, comparte lo que de verdad te llene, solo así quizás, podamos acércanos a aquello que supuso este hobby hace tanto tiempo y por el que de verdad mereció la pena entrar en él y por él cual es por él que merece la pena luchar. ¿Por qué quién demonios quiere vivir en el recuerdo cuando puedes hacerlo una realidad? O al menos ese es mi plan, pelear para que al menos en esta parcela, esto se siga cumpliendo y para que las emociones que me hicieron convertirme en autor se mantengan, al menos hasta que mi ganas desaparezcan, me cancelen por impopular o exhale mi último aliento.

Pasó de alagarme más, pasó de comerme la cabeza más, pasó de contar número de palabras otra vez, por algo que no es más que una queja vociferada en alto. Si me sigues queriendo tener por aquí ya sabes lo que tienes que hacer, si no, también lo sabes. Para los demás mortales, en marzo esperó que las ganas acompañen y vernos de nuevo por aquí con las pilas recargadas y espero que con alguna de mis nuevas ideas para ofrecer, tengan menos repercusión o no, porque mientras me duren la mecha y no se alargue la pena, hay cosas de las que aún tengo que hablar y despotricar... Un beso.

6 comentarios:

  1. Te has quedado agusto Spi, se nota que era algo que hacía tiempo que necesitabas sacar (En el Podcast sobre Blogging que hicistéis recuerdo que ya dabas algunas pinceladas a este tema). Aunque yo nunca llegué a conocer esa época dorada del blogging que comentas y debido a mis limitaciones temporales tampoco indago en la blogesfera más allá de mis cuatro blogs de cabecera (Que ya puedes imaginar cuáles son XD), puedo llegar a entender esa frustración de ver que ese contenido a priori más original e interesante no tenga el éxito que cabría mientras que otros contenidos clónicos o con un menor trabajo detrás se llevén el grueso de las visitas (Solo hay que ver que a mí, con las joyitas que publico, no me visita ni mi madre...). Como también mencionas, esto es un síntoma del tipo de lectores que predominan hoy en día en la red, algo que también se extiende más allá del ámbito de los blogs a otras esferas de creación de contenido en las que la mediocridad vapulea al bien hacer y a la originalidad. Pero bueno, a fin de cuentas esto no deja de ser el fiel reflejo de la sociedad en la que nos movemos.

    En cualquier caso Spi, pese a que tú "mucho texto" copa gran parte de mi tiempo destinado a la lectura y a la desinformación sobre los videojuegos cuando publucas, en mí caso yo te aprecio como escritor, me gusta leer tus entradas y más que cancelarte lo único que puedo hacer es desearte. Así que nada, espero verte pronto de nuevo al pie del cañón dando rienda suelta a todas esas ideas a las que hay que dar salida ¡Un saludo y un besico!

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    1. Buenas Arald, muchas gracias por tus palabras :D

      Y sí, aunque ya lo hemos estado comentado previamente por privado, la situación actual es algo que creo que a mi y a muchos nos molesta y algo difícil de solventar, en cierta manera el como se mueve el público y hacía que también es un elemento por desgracia a tener en cuenta, cosa también difícil de procurar, porque no podemos elegir quien nos consulta y para que. Supongo que lo único que nos queda es hacer de tripas corazón intentar disfrutar de todo lo que podamos y de lo que nos llevemos con nosotros, cómo más de una vez he mentado en post más alegres y cosa que hemos estado hablando todo el rato está tarde con los compañeros blogueros.

      Nuevamente me alegran muchísimo tus palabras y que me veas de semejante manera, es un honor para mí y me alegra decir que el sentimiento es mutuo. Espero poder cumplir tus expectaciones, porque sin duda lo mereces.

      De nuevo un saludo, un abrazo y gracias por pasar ^^

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  2. Don Spiegel, buen punto, creo que no tengo nada por agregar a su editorial.

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    1. Buenas Emilio Reyna, la verdad es que hacia tiempo que no te veía por estos lares. Y sí la verdad es que son tiempos duros para esto de ser pequeño, creador de contenido y además bloguero. Pero como no siempre todo es un camino de rosas había ganas ni siquiera de soltarlo y quedarse uno a gusto.

      De nuevo un saludete y gracias por pasarte compañero :D

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  3. A mi modo de ver, estás en un punto en el que te conviene tomar decisiones.

    No me gusta que lo pases mal, pero tiene el lado positivo de la posibilidad del cambio. Espero que te hayas quedado más tranquilo una vez soltado esta carga.

    Un beso y un abrazo.

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    1. La verdad es que si fue un momento donde tuve que tomar decisiones y al final tras meditarlo durante un tiempo, he decidido volver a darle otra oportunidad al blog, mientras a su vez, me acercó a él de otra manera, quizás más cercana a la visión que tenía en un principio cuando volví, o al menos a intentarlo...

      Sí, la verdad es que sí, al menos me quedé más tranquilo y pude empezar a ver las cosas desde otra perspectiva, cosa que no está nada mal.

      Gracias por pasar, un beso y un abrazo a ti también :D

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