miércoles, 16 de marzo de 2022
¿Es tan malo? (IV): Hydlide
lunes, 28 de febrero de 2022
Cuñadismo bloguero
Hace un tiempo, por aquel momento que aún me encontraba dando mis primeros pasos en el mundo laboral, estuve incidiendo durante un rato en una serie de prácticas habituales que suelen darse en el vasto medio que resulta internet, más específicamente en todo aquellos relacionado con la creación de contenido, más cuando se trata de autores de pequeño y mediano calado. Sin señalar a nadie en específico y sin ánimo como siempre de cambiar el curso de la rueda, hoy me gustaría soltar un poco de bilis, para quedarme a gusto, ni que sea conmigo mismo.
Y algunos pensaran que el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Pues yo también soy de aquellos que en algún momento ha incidido en algunas de estas praxis. Pero sin lugar a dudas, al contrario que otros, apenas me veo beneficiado por las mismas, al mismo nivel que tanto otros compañeros, como otros creadores ajenos a este medio si hacen, especialmente de forma asidua. Porque sí, esta entrada va más de resaltar el talento, mientras señalo con el dedo a los cuatro que hacen lo de siempre, que intentar llegar al enésimo análisis que nunca me dio tiempo ni siquiera a escribir...
Probablemente el sesgo de confirmación, junto con diversas conductas gregarias habituales en el ser humano, estén implicadas aquí más de lo que nos gustaría creer, sin embargo como lleva ya pasando unas cuantas entradas atrás, nuevamente es por culpa del pasar del reloj que este post, sea más personal, pero sobre todo más improvisado que de costumbre. Las gracias nuevamente a la vida real, que nos pone piedras en los zapatos para que no podamos hacer todo lo que nos gustaría, ni en la medida más adecuada. Así que como ya he adelantado hoy toca volver al enésimo tema que me enfurece, para darle esa extensión tan impopular pero merecida.
Por lo demás no voy a extenderme más, es hora de meterle caña a blogueros y otros influencers de medio pelo...
domingo, 30 de enero de 2022
GOTY Impopulares 2021 (Retro-Pandemic Edition)
viernes, 7 de enero de 2022
POTY 2021: Odiados, droppeados y otros
Siempre hay ovejas negras. Obras que nos guste o no, no nos convencen, algunas tenemos la suerte de hacer acopio de fuerzas para poder visualizar la pantalla de créditos, otras, simple y llanamente por mucho que lo intentemos, no somos capaces de jugar más de unas cuantas horas, sin querer tirarnos de los pelos. Al haber jugado es normal que entre todo salgan algunas manzanas podridas. Como el mes pasado, me quedé con las ganas de daros otra entrada y de paso, estamos de celebración, que menos que aprovechar la ocasión para innovar un poco al respecto, para de paso darles su espacio a todos esos títulos que por hache o por be, no han conseguido obtener un hueco en la gala principal, más en mi corazón...
Tendremos tres categorías, con una elaboración similar a lo dispuesto en las "reseñitas rápidas" los juegos irán de mejor a peor, claramente, empezando por aquellos que no me han dicho mucho, pero no tengo donde meterlos, pasando por aquellos droppeados, para rematar en aquellos que por mucho que lo he intentado no me han gustado, estén terminados o no, aunque ya os digo, que en la mayoría de casos, incluso los juegos que más dolor de muelas me han dado, he podido acabarlos, eso sí, no diría que de la mejor forma posible... También debo aclarar que dependiendo de como avance el año y mis ganas, algunos de los mencionados aquí podrán tener una futura entrada dando más énfasis en ellos, si es que no la tienen ya...
Bueno como me entretengo más que las cadenas nacionales con las secciones de anuncios, comenzamos ya, este top un poco diferente, con un sabor un poco más fétido, pero de interesante concepto, imaginado por otro, pero de posible reutilización (Un besito a Arald por dejarme mangarle la idea) Ya sí y como ultimo punto, os digo, que si me dejo algo, acudid al futuro top del año o bien al hilo que estuve realizando durante todo 2021, que seguro que ahí tendréis más cosas que rascar.
¡Sin más dilación comenzamos!
domingo, 12 de diciembre de 2021
Cuando el momento lo es todo a la hora de jugar
Aunque ya no escriba tan a menudo como antaño, lo cierto es que sigo en contacto con muchos compañeros del ámbito de la blogosfera gracias a la magia de Twitter; con ellos comparto todo de opiniones, sucesos y hasta en algunas ocasiones si me lo permitís diatribas hacia diversas malas praxis o momentos que son directamente para arrancarse los pelos. Como no podía ser de otra manera en una de esas ocasiones, estuve charlando con Suso (un feligrés y buen compañero) acerca de lo que ha supuesto para nosotros el ultimo trabajo de CD Projekt RED, como nos ha impactado, además de como ambos lo hemos dejado atrás, a raíz de ese debate empezó a aflorar una viejo tema, del que me parece que hemos hablado muy poco por estos lares. Hablo nada más y menos, de la experiencia que resulta abrazar los videojuegos u otros productos culturales en su debido momento.
Cada vez estamos más acostumbrados a que nos bombardeen con propuestas de toda índole, se nos invita cada vez más a estar atentos a algo un tiempo para pasar rápidamente a otra cosa sin darnos tiempo a disfrutar tan siquiera de lo que tenemos y no hablemos de lo que genera eso, pilas y pilas de juegos en stand-by ya sea de forma virtual o física. Pero como ya he dicho antes, en esta ocasión no voy a hablar del fenómeno del backlog, más que de pasada, para centrarme mucho más en lo que supone iniciar determinadas obras en determinado momento, respaldando en cierta manera ese viejo articulo que hice en colaboración con T.A Llopis y de paso expandir a la par que recordar, algunos de los conceptos mentados allí. Porque sí, sigo pensando que nuestra sensibilidad es a la hora de afrontar cualquier medio con una mínima antigüedad es vital, pero es mejor cuando te dejas de galimatías, te sueltas un poco la melena y dices las cosas de una manera más mundana...
Por eso dado que iniciamos esta etapa menos encorsetada, menos dirigida y más libre, que menos que aprovechar el momentum para generar un poco de contenido para este lugar, de una forma mucho más amena e improvisada, pero sin dejar de lado tampoco la calidad detrás o el buen tiempo invertido en escribir estas líneas, intentando dejar ese estilo tan único, sin ser tan denso.
¿Preparados para aprovechar el momento? ¡Porque yo sí!