Es complicado mantener siempre el mismo nivel, en muchos de los ámbitos de la vida, hay momentos donde las cosas no salen siempre cómo uno quisiera, quizás por nosotros, quizás por causas externas o quizás un cumulo de varias, en el arte sucede de forma similar. Por mucho que nos fascine una obra, su secuela o determinada parte no tiene que ser tan perfecta cómo la anterior, a veces lo más importante es que fluya y que consiga mantener la identidad de aquello que una vez disfrutamos, a la vez que traer algún que otro concepto interesante, que a su vez aporte frescura al conjunto.
Human Revolution es y será siempre un juegazo, un must have, que todo aquel que le guste mínimamente el sigilo, el rol occidental y los immersive sim debería probar, pero con todo, no es perfecto. Por ejemplo implementa combate contra jefes, totalmente salidos de ninguna parte que no aportan mucho a la experiencia y fuerzan a utilizar unos elementos que no deberían ser, para los roles más discretos, sin dar alternativas o su último tramo que aunque interesante a nivel narrativo, tira por la ventana, todo lo establecido por el título, para hacer un poco lo que le da la gana, provocando resultados mixtos... De todos modos disfrute cada segundo del trabajo de Eidos, quedándome con muchas ganas de probar la secuela. Sin embargo muchas personas no solían tener buenas palabras para la nueva aventura de Adam Jensen, poniéndola a la altura del betún y desprestigiándola, por muchos de los elementos que una vez alabaron, más una serie de decisiones cuestionables...
Así que después de haberlo jugado a finales del año pasado y haber dejado ya mis impresiones sobre el mismo en los GOTY de 2022, hoy toca sentarse a volcar todos mis sentimientos sobre Makind Divided, una obra, a la que pese a sus claros y sombras, tenía muchas ganas. Un videojuego, que pese a muchas de las cosas vertidas sobre él, aún siete años de su lanzamiento tiene mucho de qué hablar, pero sobre todo e irónicamente hablando, le pasa por delante a títulos de la misma índole aparecidos hace poco, cómo el último juego de CDProjekt RED, que pese a todo lo que intenta, no consigue ni hacer las cosas mejor, ni acercarse tan siquiera a todo lo que se pretende, con la historia de 2016.
¿Preparados para sumergiros en una versión distopica de Praga? ¡Porque yo sí!