jueves, 9 de febrero de 2023

¿Es tan malo? (VII): Deus Ex: Makind Divided


Es complicado mantener siempre el mismo nivel, en muchos de los ámbitos de la vida, hay momentos donde las cosas no salen siempre cómo uno quisiera, quizás por nosotros, quizás por causas externas o quizás un cumulo de varias, en el arte sucede de forma similar. Por mucho que nos fascine una obra, su secuela o determinada parte no tiene que ser tan perfecta cómo la anterior, a veces lo más importante es que fluya y que consiga mantener la identidad de aquello que una vez disfrutamos, a la vez que traer algún que otro concepto interesante, que a su vez aporte frescura al conjunto.

Human Revolution es y será siempre un juegazo, un must have, que todo aquel que le guste mínimamente el sigilo, el rol occidental y los immersive sim debería probar, pero con todo, no es perfecto. Por ejemplo implementa combate contra jefes, totalmente salidos de ninguna parte que no aportan mucho a la experiencia y fuerzan a utilizar unos elementos que no deberían ser, para los roles más discretos, sin dar alternativas o su último tramo que aunque interesante a nivel narrativo, tira por la ventana, todo lo establecido por el título, para hacer un poco lo que le da la gana, provocando resultados mixtos... De todos modos disfrute cada segundo del trabajo de Eidos, quedándome con muchas ganas de probar la secuela. Sin embargo muchas personas no solían tener buenas palabras para la nueva aventura de Adam Jensen, poniéndola a la altura del betún y desprestigiándola, por muchos de los elementos que una vez alabaron, más una serie de decisiones cuestionables...

Así que después de haberlo jugado a finales del año pasado y haber dejado ya mis impresiones sobre el mismo en los GOTY de 2022, hoy toca sentarse a volcar todos mis sentimientos sobre Makind Divided, una obra, a la que pese a sus claros y sombras, tenía muchas ganas. Un videojuego, que pese a muchas de las cosas vertidas sobre él, aún siete años de su lanzamiento tiene mucho de qué hablar, pero sobre todo e irónicamente hablando, le pasa por delante a títulos de la misma índole aparecidos hace poco, cómo el último juego de CDProjekt RED, que pese a todo lo que intenta, no consigue ni hacer las cosas mejor, ni acercarse tan siquiera a todo lo que se pretende, con la historia de 2016.

¿Preparados para sumergiros en una versión distopica de Praga? ¡Porque yo sí!


Han pasado dos años desde los sucesos del juego anterior, tras el cisma ocurrido al final de dicha entrega, el mundo se encuentra dividido entre humanos puros y aumentados. Con ello se llega a una nueva época, donde la tecnología se estanca, avanzando más lentamente y con ello generándose sentimientos cómo la paranoia o el racismo. Tras desaparecer un tiempo sin dejar rastro y con el fin de Industrias Sariff, antigua sede a la que juraba lealtad, vemos ahora a Jensen servir a las fuerzas de la Interpool, cómo único miembro cibernético del equipo, en un mundo que le desprecia por algo en lo que no eligió convertirse, mientras las oscuras fuerzas de los Iluminati mueven ficha. Paralelamente una nueva organización dispuesta a derrocar el orden mundial, llamada Colectivo Jugernnaut, mueve ficha, por lo que teniendo intereses comunes, nuestro héroe, hace contacto con ellos, colaborando en la sombra, mientras trabaja para los encargados de llevar el orden. Seamos claros aquí, se nota a la legua que Makind Divided es una obra intermedia en todo su ser, ya que mientras el original sentaba cátedra de muchos de los elementos que este juego ejecutaría, tanto a nivel de tono, cómo mecánico, aquí tenemos una narrativa más centrada en servir de puente entre el juego de 2011 y una próxima secuela, que si bien resuelve algunos interrogantes del original, sigue dejando abiertas tramas vistas anteriormente, además de plantear nuevas preguntas, nuevos enemigos y situaciones que aunque veamos la pantalla final de créditos, aún no se resolverán hasta un próximo juego. Entrega que por otro lado tenemos la incertidumbre de si llegará o no, porque más allá de unas cuantas palabras, poco más hay a la vista...

Esto hace que primero sea menester haber terminado la entrega anterior, ya que aunque existe un resumen de 10-15 minutos, nunca va a ser igual que haber experimentado la obra por uno mismo, aparte que esto implica que el juego de 2016 trabaja con todo lo que ya vimos previamente, ahondando en todos los detalles posibles, porque tiene en cuenta que el que lo juega, al menos ha repasado bien el anterior y se nota en detalles, cómo volver a recalcar el origen de Adam o la relación entre secundarios tanto de esta entrega cómo de la anterior, que son cosas que tenían su cadena de misiones alejadas de la historia principal, pero que al final acababan importando para el computo final y valga la redundancia, vuelven a tener peso aquí. Paralelamente las intrigas, misterios y carrera contrarreloj previas desaparecen, porque ya sucedieron, así que nuestro paso por Praga, al igual que otras localizaciones estarán más centradas en descubrir el próximo paso de nuestros enemigos, para intentar detenerlos a tiempo, dando un par de subtramas interesantes, que acaban convergiendo en un clímax, bastante tenso, si me preguntáis a mí. El problema que veo es que, la trama no está al mismo nivel, porque más allá de temas como la igualdad, los efectos de la política o las conspiraciones, que sí son interesantes, el resto de lo que tiene que ofrecer el juego, se siente más cómo un caso más o bien una de esas aventuras entre capítulos más importantes, porque aunque todo este bien construido, se siente apartado, en su propio contexto, más cómo un nexo entre todo lo que pasó y todo lo que vendrá después. Esto implica que todos los elementos que generaban intriga, hacían moverse la trama y generaban tensión, ya no están, por lo que, por ende, la historia se siente no solo que podría dar más de sí, sino, incluso más plana de lo que realmente es.

A esto hay que sumar que más allá de Praga con sus diferentes calles, edificios y recovecos, junto con un par de zonas adicionales, no hay mucho más donde explorar, nuevamente las comparaciones son odiosas y en Human Revolution las localizaciones eran mucho más variadas, lo que oxigenaba un poco, a la par de dar sensación de movimiento. Por suerte la ciudad checa, rebosa de vida, tiene un montón de puntos interesantes que invitan a explorar cada rincón, con tal de escudriñarlo todo, a la vez que con un poco de observación, combinada con las capacidades que vamos teniendo a nuestra disposición, podemos afrontarla de muchas maneras. Lo mismo se aplica a toda la narrativa, si bien en el título anterior las decisiones eran importantes, aquí tienen incluso más peso, permitiéndonos posicionarnos, no solo a nivel de argumento, sino que también de ideología ¿Apoyamos ciegamente a nuestros jefes o preferimos colaborar más con los insurrectos? ¿Salvamos a una artificiera, pieza vital de una operación, de la muerte o nos infiltramos en un banco para obtener más información acerca de nuestros potenciales enemigos? ¿Nuestro Adam prefiere el honor, anteponiendo la vida de los demás a la suya o más bien es un soldado al que no le importa matar con tal de cumplir su objetivo? También se aplica a todo el contenido secundario, que está vez se estrecha aún más, dándonos menos misiones, pero más largas, con más elecciones y más centradas tanto en los temas principales del título, cómo aquellos que la trama principal no recoge del todo, pero también resuenan con ella. Todo esto acompasado con una sensación de familiaridad que hace, que haya determinados personajes que cumplan con roles tanto dentro de la narrativa principal cómo fuera y no se sientan extraños o fuera de tono en ningún momento, a la par que una ciudad que va cambiando y mostrando más y más, a medida que vamos progresando en nuestros menesteres, cómo agente.

Porque aunque la entrega de 2016 recoge el testigo y se encarga más de amplificar todo lo visto. También tiene espacio para brillar, para mostrar un entorno verdaderamente cyberpunk, más consonante con nuestro futuro cercano, para demostrar las desigualdades que existen, el poder que ejercen determinados entes con altos cargos o cómo elementos cómo la imagen pública, la política o la justicia, son tanto maleables, cómo significativos para poder cambiar el transcurso del mundo. Narrativamente sigue faltándole muchas cosas, entre ellas el impacto inicial detrás de aquellos sin rostro que son nuestros verdaderos enemigos, pero con todo, algunos de los nuevos personajes que tiene, dan espacio para cosas interesantes y juegos similares, siendo Miller, Jano y Marchenko, los tres principales representantes de esta filosofía, abriendo nuevas incógnitas, a la vez que nos hacen pensar cuál es que lleva la antorcha correcta, quien es quien dice ser, pero sobre todo que impacto podrían llegar a tener con nuestra colaboración o las herramientas adecuadas. Por supuesto otro sentimiento heredado del anterior, que también sabe llevar muy bien este juego, es la paranoia persistente, de no saber en quien confiar, quien puede traicionarnos, quien no y a quien deberíamos mostrar lealtad autentica. Sensación que se refuerza muy bien al representarnos más como un activo independiente obligado a intentar ayudar al que creamos menos problemático, que aquel que realizara un papel significativo en toda la historia. Cosa que también mantenía el primero, pero estaba mostrado más desde un prisma de descubrimiento y misterio que el de subterfugio y falsedad de la que hace más gala, el segundo.


Pasando al terreno jugable, no le descubro a nadie que es Makind Divided es más de lo mismo que vimos en la entrega previa, es más, llega a tal nivel, que incluso puedes usar el mismo esquema de control (Cosa que yo hice) Eso sí, aquí se corrigen muchas de las asperezas pasadas, se pule aún más el combate, se añaden más opciones para varios perfiles de juego y por supuesto contamos con enemigos nuevos, junto con nuevo arsenal acorde, lo que hace incluso mucho más importante no solo nuestro acercamiento a cada situación, sino incluso cada herramienta seleccionada. Si bien esto permite incluso más variedad que la vista anteriormente, está la cosa de que este juego favorece incluso más el sigilo que el anterior, ya que muchos de los nuevos artilugios o capacidades se orientan a una vertiente más discreta, cómo el nuevo pirateo a distancia, la descarga que permite incapacitar a nuestros adversarios o algunas mixtas cómo el impulso Ícaro, que en parte recuerda al poder "Chispa" de Dishonored, permitiéndonos, entrar o salir rápidamente de diversos eventos. Esto implica que si bien el combate ha conseguido llegar a ser satisfactorio, brille menos, que el acercamiento pausado, bien medido y sin ser visto. Se nota en que per se, solo hay un jefe con el que podemos entablar un enfrentamiento directo, en que muchas de las nuevas localizaciones incluyen atajos, recovecos y zonas nuevas, solo accesibles, con diversos útiles, que no emplean la fuerza bruta directa, pero sobre todo en que el juego sigue recompensando mucho más en forma de experiencia y bienes, el ser invisible al ojo enemigo, que el liarte a tiros a diestro y siniestro. Ya lo dije hace un tiempo, pero para disfrutar un Deus Ex, tienes que ponerte en el mood, adecuado y desarrollar pensamiento lateral, sino, por mucho que quieras, la experiencia no va a ser igual de satisfactoria, al menos para un servidor que os escribe.

Ya lo mencioné en su momento, pero todo esto viene, porque estos juegos están más orientados al Immersive Sims, que a otras experiencias al uso. Por lo que lo importante para poder afrontarlos es desarrollar esa creatividad, ese jugueteo aprovechando nuestros recursos, pero sobre todo la posibilidades que ofrecen el rol que hemos querido asumir, aún con todo Makind Divided da mucha cancha para reasignar recursos o habilidades si no estamos cómodos con una forma de jugar, e invita mucho a la rejugada para explorar diferentes vertientes dentro del mismo juego. Si entras en su loop jugable, es cuando realmente se disfruta, porque si el título de 2011 era notable en todo lo que proponía, este directamente es sobresaliente en todo y diría que sin haber catado algunas de las obras de Arkane como dios manda, estamos ante uno de los mejores exponentes, sino, el mejor. Lo ves en su brillante diseño de niveles, en donde,  por ejemplo tienes el banco antes mentado, que es una localización vertical, que permite explorarse tanto por el alcantarillado, dentro de las oficinas, cómo accediendo directamente. Incluso cada minúsculo lugar de Praga tiene algo que ofrecer al jugador atento, con los recursos adecuados, desde casas a las que entrar mediante balcones, coches con maleteros forzables, una red de alcantarillado, con sus propias habitaciones ocultas, atajos y secundarias a descubrir, un sistema de cartelería hackeable, con el que podemos jugar. Etc. Que hablando de misiones, ya lo dije previamente, pero muchas tienen varios caminos, con diversas resoluciones, desde las fáciles que implican directamente el enfrentamiento, hasta aquellas que requieren el uso de las habilidades sociales, la exploración, la investigación o una combinación de las mismas. Una vez más, también hay ramales, que son más cómodos de realizar si tenemos la habilidad concreta, en el momento justo, sin embargo, al contrario que su predecesor, al haber más vías es fácil jugar más cómo a uno le plazca, por mucho que a veces, no las tengamos todas con nosotros, para hallar todos los atajos...

Hay que decir que aunque ya no tengamos una ingente cantidad de jefes, los enemigos si han crecido en variedad, ahora hay soldados blindados que pueden ser todo un problema para noquear, tenemos drones que son bastante puñeteros en más de un sentido, ahora los francotiradores toman papel más activo y son más inteligentes, las torretas también toman un cariz más ofensivo aquí y por supuesto hasta tenemos rivales que nos plantan cara de forma física, no solo atacando a distancia (Aunque estos últimos son muy escasos) Aun con todo, a los dos jefes a los que me he enfrentando en toda la trama, permite varias estrategias para abatirlo en función de lo que hayamos decidido entrenar y muchos de los rivales disponibles, dan diversos acercamientos a la par que juegos interesantes, porque no es lo mismo ir noqueando uno a uno a los diversos enemigos para luego aturdir con un PEM, al blindado para tratar de despacharlo, que entrar a tiros, reservando la munición perforante para el más grande de todos. Porque esa es otra, ahora el equipo es incluso más personalizable, tiene diferentes tipos de uso y puede modificarse in situ, sin tener que acceder al menú, también se añade la posibilidad de craftear consumibles y mejoras para nuestras herramientas, eso sí, esto si toca hacerlo desde el desplegable correspondiente, dentro del inventario. Por supuesto regresan las mejoras de nivel, que ahora debido a un reseteo forzado perdemos, teniendo que volver a comprarlas, teniendo tanto las originales aparecidas todas en el juego previo, cómo unas ramas nuevas que hasta que no consigamos hacer una cadena de secundarias, no podremos alternar tan fácilmente con las clásicas, al ser experimentales y dañinas para el cuerpo de Adam, por lo que el juego nos pedirá o bien ir quitando y poniendo o bien esperar a poder utilizarlas de forma adecuada. En lo personal esto último no me gustó mucho, si bien no estoy tan disconforme con la perdida de nuestras habilidades, si es molesto tener que apagar determinados aumentos para usar otros, cuando hubiera sido más divertido, simple y llanamente ir mejorando poco a poco, e ir haciendo a nuestro héroe más y más capaz, como ocurría en la entrega previa...


En definitiva Makind Divided es café para los muy cafeteros. Mantiene todo lo que hizo grande a su predecesor, puliendo aún más la formula en la mayoría de los aspectos, sin desmerecer el conjunto final. Algunos incluso lo tildan cómo un DLC o versión mejorada del original y creo que en parte no se equivocan, porque aún hipervitaminada, la experiencia base sigue siendo la misma. Con todo disfrute la semana de vida que invertí en este juego, las quizás 20-25 horas que me duró el título fueron bastante satisfactorias, pero por supuesto es porque yo ya sabía a lo que venía y que iba a disfrutar con este juego, cosa que quizás no se igual con todos, dada su naturaleza, en primer lugar cómo miembro destacado de su género y en segunda al ser una secuela, que complementa al original. Y es que después de haber jugado a ambos títulos, se me hace muy difícil tomarlos cómo entes separados, ya que al ser tan directa la conexión que establecen y al necesitar uno del otro para hacer un todo, es complicado verlos de otra manera, más, nuevamente, cuando el juego del 2016 se juega y se siente idéntico al de 2011.

Por supuesto hay asperezas que corregir aquí, este juego por ejemplo tiene más bugs que el anterior y su necesidad de hacer de puente entre dos títulos lo frena, para ser más creativo a la par que experimental, cosa que Human Revolution aún no haciendo del todo bien, si se atrevía a intentar. También está el punto de la cantidad de Add-ons que tiene que no aportan nada y son fruto de una Squarenix presionando, para intentar vender chuminadas, y así rascar unos cuantos billetes más. Aun así en todo lo demás es una obra maestra con todas las letras, aunque puedo entender que si no estás en la sintonía correcta no te guste o hasta te desagrade. Por lo que aunque parezca que no, te comprendo, porque yo he estado en la misma situación que tú, hasta que entendí, que no sabía lo que me estaba perdiendo, una vez probé el videojuego de 2011. Una vez más, este juego sabrá llegar a los corazones, por la puerta grande, de aquellos que disfrutaron el original, quieran un matiz cyberpunk más serio a la par que adulto, no les importe jugar más sesudamente, enfocándose más en el sigilo, pero sobre todo, les fascine todo lo relacionado con ese pensamiento lateral, que tantas veces he mentado tanto en esta entrada cómo en otras... Si no cumples ninguno de estos puntos, creerás que este juego es malo o incluso mediocre, pero al igual que paso con los Souls en su momento, los Dungeons Crawlers o los Shumps, esté juego es para aquel que esté dispuesto a disfrutarlo, para aquellos que disfrutan de su nicho, pero sobre todo para aquellos, que son capaces de entender que los videojuegos son más que géneros simples y encorsetados.

Para cerrar, lo único que espero es que ahora que Eidos, ha cambiado de manos, tengamos por fin una tercera entrega, que sepa mantener el tono, pero también que intenté arriesgar un poco más y que sobre todo de cierre a lo que tiene el potencial de ser una trilogía magistral, especialmente para aquellos que han sabido apreciar cada iteración de Adam Jensen en casi los 10 años que lleva su saga reboot viva. Sin duda alguna, una de esas experiencias, que una vez entendidas, merecen ser vividas al menos una vez en la vida. Porque pase lo que pase, con mejores o peores resultados, hay una cosa clara, que para unos cuantos no solo Deus Ex es el rey, sino que también, es y será eterno...

"Me ha costado, pero ahora entiendo sus palabras. ¿Cuántas veces hemos perseguido el ideal del progreso para acabar pervirtiéndolo? Las máquinas que construimos sombras propensas a destruir millones de vidas que a mejorarlas. Y ahora pretendemos fijar esos ideales en nosotros mismos para mejorar nuestra esencia. La experiencia me ha demostrado lo peligroso que es. La tecnología nos ofrece fuerza, la fuerza da supremacía, y la supremacía lleva al abuso del poder. Utilizar la tecnología para mejorarnos puede arrebatar nuestra capacidad para amar, aspira o tomar decisiones morales. Y eso es lo que nos hace humanos"

2 comentarios:

  1. ¡Genial entrada amigo Spi! Poco puedo aportar porque ya sabes que no he jugado a ninguno de los dos Deus Ex pero he de decir que, leyéndote, dan como mínimo ganas de probarlos pues se nota, a raíz de como te expresas, que son juegos que te han llegado y te han llenado. Tal vez este segundo menos, pues como comentas tampoco descubre nada extraordinario respecto al primero, siendo más como comentas una especie de puente hacia una, en aparente desarrollo, secuela que esperemos que algún día llegue.

    Lo cierto es que solo conocía la saga de oídas y nunca me había llegado a plantear probarla al pertenecer a un género que no acostumbra a estar entre mis preferencias pero bueno, tras leer tus distintas entradas y aportes sobre ambos títulos lo cierto es que dan ganas de darle un tiento (Por delante de Cyberpunk 2077). Así que, ahora sí que sí, será un título que tendré en la recamara cuando me apetezca una aventura de sigilo/acción con toques RPG ambientada en un futuro cercano.

    ¡Enhorabuena de nuevo por la entrada Spi! A ver si hay suerte y Edios le da el cierre que merece a la saga... ¡Un saludo y un choque de tulas!

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    1. ¡Buenas Arald! :D

      Me alegra que mi ilusión y mi cariño por la saga te haya hecho ni que sea plantearte darles un tiento en algún momento de tu vida, con ello, ya está mi labor hecha. La pena es lo que mencionas, que este segundo no me ha llenado tanto, pese a que la parte jugable y visual es una pasada, incluso por encima del primero, pero cómo ya hemos comentado, su naturaleza de juego intermedio lastra un poco todo el conjunto...

      Creo que ya te lo dije una vez, pero si te animas a probarlos, lo suyo es que lo hagas con una mentalidad abierta y en el mood adecuado, si no, probablemente te suceda cómo a mi tantas veces atrás, pero si consigues estar en sinfonía, sin duda vas a poder apreciar lo que mencionó. Y sí cómo ya te he dicho varias veces, se come a Cyberpunk 2077 con patatas, la lastima que uno ha sido más sonado que otro...

      Por lo demás, espero que te oigan y Eidos le de cierre de oro a la saga, con una tercera entrega magistral, porque sin duda estos juegos lo merecen. Por lo demás gracias por tus apreciaciones, cómo siempre por pasarte, un abrazo, de nuevo un saludo y un choque de tulas ^^

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