Dicen que cuando un creador da con su obra maestra y la produce ya solo tiene que sentarse a dormir, mientras vive de las rentas, y así es cómo debieron pensar los chicos de Natsume y Marvelous, ya que entre entregas anuales, Spin-offs combinado con merchandising, su serie Harvest Moon, vivió un gran periodo de bonanza, hasta que se vio dividida en dos, por líos comerciales entre ambas entidades. En medio de toda la marabunta estaba Yasuhiro Wada, padre de la saga, que tras empezar a olerse las tensiones y cansado de dedicarse en exclusiva al género, acabaría abandonando tanto a la empresa cómo al videojuego que el mismo creó. Durante ese lapso, acabaría sumergido en otros proyectos, pero nunca sería lo mismo, puesto que de una manera o de otra, acabaría desarrollando propuestas similares, a las que ya había realizado o supervisado.
Entre estas, junto con los chicos de Aksys Games y la empresa que fundó Toybox Inc, desarrolló en 2018, Little Dragons Café. Un intento de puerta de entrada a los simuladores de granja, donde la idea era introducir el género a los más pequeños y a los neófitos, a través de una narrativa sencilla, mezclada con una jugabilidad simple. Sin embargo aunque la idea estaba interesante y poder tener ciertos visos para triunfar, la IP se pegó tal castañazo, que a día de hoy 5 años después de su salida, nadie más se acuerda de ella, tanto es así, que adquirir el juego hoy en formato físico es prácticamente un regalo y en cierta manera ese fue el detonante para que os trajese la entrada que hoy nos ocupa. Así que aprovechando lo tapado que estuvo el título, así como su recepción tan tibia a nivel de criticas, hoy veremos en esta sección, si se merece estos resultados o bien la cosa puede estar mejor o peor...